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Descripción

Escuela española; siglo XVII y posteriores. "Inmaculada Concepción". Madera tallada y policromada. Presenta restauración en el rostro de la Virgen del siglo XX. Tiene una base adaptada. Medidas: 31 x 14 x 10 cm (escultura); 25 x 18 x 16 cm (peana). Escultura tallada en bulto redondo, de cuerpo entero, que representa a la Virgen María en su advocación de Inmaculada Concepción. Aunque desprovista, en este caso, del pedestal con luna creciente y dragón sometido que caracterizan su iconografía, es probable que en origen fuera acompañada de él. La Virgen aparece vestida con túnica y manto, ambos plegados con volumétricos drapeados que proporcionan un aspecto contenido a la figura. Es una imagen anclada en la estética barroca. El rostro tiende a la idealización, los labios finos y los ojos almendrados se inscriben suavemente en un óvalo de rasgos redondeados. La larga cabellera cae sobre los hombros. Dada la importancia concedida a las imágenes religiosas en el mundo hispánico, durante el siglo XVII se crearon ambiciosas series pictóricas y amplios programas iconográficos para iglesias y conventos, así como estampas, medallas y relicarios para la devoción privada. En su conjunto, independientemente de su tamaño o soporte, estas imágenes cumplieron el objetivo de sacralizar la vida cotidiana más allá de los altares. Se presenta la restauración frente a la Virgen del siglo XX.

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Escuela española; siglo XVII y posteriores. "Inmaculada Concepción". Madera tallada y policromada. Presenta restauración en el rostro de la Virgen del siglo XX. Tiene una base adaptada. Medidas: 31 x 14 x 10 cm (escultura); 25 x 18 x 16 cm (peana). Escultura tallada en bulto redondo, de cuerpo entero, que representa a la Virgen María en su advocación de Inmaculada Concepción. Aunque desprovista, en este caso, del pedestal con luna creciente y dragón sometido que caracterizan su iconografía, es probable que en origen fuera acompañada de él. La Virgen aparece vestida con túnica y manto, ambos plegados con volumétricos drapeados que proporcionan un aspecto contenido a la figura. Es una imagen anclada en la estética barroca. El rostro tiende a la idealización, los labios finos y los ojos almendrados se inscriben suavemente en un óvalo de rasgos redondeados. La larga cabellera cae sobre los hombros. Dada la importancia concedida a las imágenes religiosas en el mundo hispánico, durante el siglo XVII se crearon ambiciosas series pictóricas y amplios programas iconográficos para iglesias y conventos, así como estampas, medallas y relicarios para la devoción privada. En su conjunto, independientemente de su tamaño o soporte, estas imágenes cumplieron el objetivo de sacralizar la vida cotidiana más allá de los altares. Se presenta la restauración frente a la Virgen del siglo XX.

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