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Alta joyería y relojería

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Lote 7 - PULSERA "TRINIDAD" DE ORO, DE CARTIER Compuesta por tres pulseras de oro tricolor de 18 quilates pulido entrelazadas, firmada por Cartier París, con la marca del fabricante "SCA" de société cartier anonyme, con la marca del fabricante "AG" de Gross, marcas de ensaye francesas, con bolsa del fabricante, diámetro interior aproximado de 6,5 cm Gross es un taller parisino fundado en 1860 por August Gross. Originalmente eran fabricantes de cadenas y han trabajado para Cartier, entre otros. La colección Cartier Trinity está envuelta en numerosos mitos y cuentos ricos en simbolismo. Sin embargo, la verdadera historia comienza en la década de 1920, en plena época del Art Déco, casi 80 años después de la fundación de Cartier, famosa por sus coloridas y exóticas creaciones de formas geométricas, combinaciones de colores de gran contraste y piedras preciosas talladas. Louis Cartier, hijo del fundador homónimo, diseñó un anillo entrelazado. Esta revolucionaria creación se convertiría en un código distintivo del estilo Cartier. Louis se atrevió a volver a los fundamentos del diseño puro sin adornos, un marcado contraste con la tendencia de entonces. Con audacia, creó el célebre Cartier Trinity de tres anillos en 1924. El anillo entrelazado debutó en la Exposición de París de 1925, cuando Cartier exhibió el anillo y el brazalete junto a otras joyas más coloridas y opulentas. Ese año fueron fotografiados por Edward Steichen para el Vogue americano y lucidos por la diseñadora de interiores y creadora de tendencias americana Elsie de Wolfe. El diseño no tardó en ganar adeptos, entre ellos Cocteau y el Duque de Windsor, que lució dos anillos en el meñique. Tras su presentación, Cartier introdujo el anillo de tres bandas en varios colores y materiales. Tanto el anillo como el brazalete alcanzaron un éxito rotundo, simbolizando la elegancia. Con su impecable mezcla de líneas limpias, proporciones ideales y formas precisas, se convirtieron en un sello distintivo de la excelencia del diseño, alcanzable únicamente por los joyeros artesanos de Cartier. El triunfo del anillo se debe tanto a su impecable diseño como a su profundo simbolismo. Su naturaleza interconectada invita a innumerables interpretaciones, desde un símbolo de devoción familiar transmitido de generación en generación hasta un emblema de amistad perdurable o amor eterno. Los objetos imbuidos de tal significado poético se convierten sin esfuerzo en partes preciadas de nuestras vidas, resonando con recuerdos y emociones. En 1997, tras una década de evolución, el anillo de tres anillos fue bautizado oficialmente como Trinity. Como parte de la línea les must de Cartier, la joyería creó una versión del anillo con el lema grabado en la banda de oro rosa. Sin embargo, más tarde la marca suprimió el eslogan y los siguientes modelos del anillo no incluyeron el grabado. Con el paso del tiempo, el estilo de la colección Trinity sufrió diversas adaptaciones. En algunas iteraciones se incorporaron joyas al diseño, mientras que en otras se modificaron la forma y el estilo para adaptarlos a las tendencias contemporáneas. En la década de 1990, el anillo se redimensionó a proporciones más grandes para reflejar la preferencia predominante por joyas más pesadas. Con el paso del tiempo, la colección Trinity se convirtió en la firma elegida por diversas personalidades, desde iconos como Cary Grant y Grace Kelly hasta figuras contemporáneas como Nicole Kidman, Paul Mescal y Catalina, Princesa de Gales. Un siglo después de su creación, tanto hombres como mujeres siguen adornándose con el anillo, el collar, los pendientes y la pulsera Trinity. Este año, con motivo del centenario de la Trinity, la Maison reafirma el atractivo perdurable de su diseño innovador. El encanto de la colección Trinity sigue siendo tan potente como siempre.

Valorac. 6 000 - 8 000 EUR

Lote 8 - ANILLO "TRINIDAD" DE ORO, DE CARTIER, 1997 Compuesto por tres anillos pulidos entrelazados de oro amarillo, blanco o rosa, montado en oro de 18 quilates, firmado Cartier y 1997, numerado, con marca del fabricante, marcas de ensaye francesas, tamaño del anillo N (59) La colección Cartier Trinity está envuelta en numerosos mitos y relatos ricos en simbolismo. Sin embargo, la verdadera historia comienza en la década de 1920, en plena época del Art Déco, casi 80 años después de la fundación de Cartier, famosa por sus coloridas y exóticas creaciones de formas geométricas, combinaciones de colores de gran contraste y piedras preciosas talladas. Louis Cartier, hijo del fundador homónimo, diseñó un anillo entrelazado. Esta revolucionaria creación se convertiría en un código distintivo del estilo Cartier. Louis se atrevió a volver a los fundamentos del diseño puro sin adornos, un marcado contraste con la tendencia de entonces. Con audacia, creó el célebre Cartier Trinity de tres anillos en 1924. El anillo entrelazado debutó en la Exposición de París de 1925, cuando Cartier exhibió el anillo y el brazalete junto a otras joyas más coloridas y opulentas. Ese año fueron fotografiados por Edward Steichen para el Vogue americano y lucidos por la diseñadora de interiores y creadora de tendencias americana Elsie de Wolfe. El diseño no tardó en ganar adeptos, entre ellos Cocteau y el Duque de Windsor, que lució dos anillos en el meñique. Tras su presentación, Cartier introdujo el anillo de tres bandas en varios colores y materiales. Tanto el anillo como el brazalete alcanzaron un éxito rotundo, simbolizando la elegancia. Con su impecable mezcla de líneas limpias, proporciones ideales y formas precisas, se convirtieron en un sello distintivo de la excelencia del diseño, alcanzable únicamente por los joyeros artesanos de Cartier. El triunfo del anillo se debe tanto a su impecable diseño como a su profundo simbolismo. Su naturaleza interconectada invita a innumerables interpretaciones, desde un símbolo de devoción familiar transmitido de generación en generación hasta un emblema de amistad perdurable o amor eterno. Los objetos imbuidos de tal significado poético se convierten sin esfuerzo en partes preciadas de nuestras vidas, resonando con recuerdos y emociones. En 1997, tras una década de evolución, el anillo de tres anillos fue bautizado oficialmente como Trinity. Como parte de la línea les must de Cartier, la joyería creó una versión del anillo con el lema grabado en la banda de oro rosa. Sin embargo, la marca suprimió posteriormente el eslogan y los siguientes modelos del anillo no incluyeron el grabado. Con el paso del tiempo, el estilo de la colección Trinity sufrió diversas adaptaciones. En algunas iteraciones se incorporaron joyas al diseño, mientras que en otras se modificaron la forma y el estilo para adaptarlos a las tendencias contemporáneas. En la década de 1990, el anillo se redimensionó para reflejar la preferencia predominante por joyas más pesadas. Con el paso del tiempo, la colección Trinity se convirtió en la firma elegida por diversas personalidades, desde iconos como Cary Grant y Grace Kelly hasta figuras contemporáneas como Nicole Kidman, Paul Mescal y Catalina, Princesa de Gales. Un siglo después de su creación, tanto hombres como mujeres siguen adornándose con el anillo, el collar, los pendientes y la pulsera Trinity. Este año, con motivo del centenario de la Trinity, la Maison reafirma el atractivo perdurable de su diseño innovador. El encanto de la colección Trinity sigue siendo tan potente como siempre.

Valorac. 700 - 900 EUR

Lote 9 - COLGANTE TRINIDAD DE DIAMANTES EN CADENA, DE CARTIER Compuesto por tres aros de oro tricolor entrelazados, unidos por una bala de diamantes talla brillante, que cuelgan de una cadena de eslabones de oro rosa, montada en oro de 18 quilates, ambos firmados por Cartier, numerados, marca de registro italiana "1TO", longitud del colgante 2,1 cm, longitud de la cadena 42 cm La colección Cartier Trinity está envuelta en numerosos mitos y relatos ricos en simbolismo. Sin embargo, la verdadera historia comienza en la década de 1920, en plena época del Art Déco, casi 80 años después de la fundación de Cartier, famosa por sus coloridas y exóticas creaciones de formas geométricas, combinaciones de colores de gran contraste y piedras preciosas talladas. Louis Cartier, hijo del fundador homónimo, diseñó un anillo entrelazado. Esta revolucionaria creación se convertiría en un código distintivo del estilo Cartier. Louis se atrevió a volver a los fundamentos del diseño puro sin adornos, un marcado contraste con la tendencia de entonces. Con audacia, creó el célebre Cartier Trinity de tres anillos en 1924. El anillo entrelazado debutó en la Exposición de París de 1925, cuando Cartier exhibió el anillo y el brazalete junto a otras joyas más coloridas y opulentas. Ese año fueron fotografiados por Edward Steichen para el Vogue americano y lucidos por la diseñadora de interiores y creadora de tendencias americana Elsie de Wolfe. El diseño no tardó en ganar adeptos, entre ellos Cocteau y el Duque de Windsor, que lució dos anillos en el meñique. Tras su presentación, Cartier introdujo el anillo de tres bandas en varios colores y materiales. Tanto el anillo como el brazalete alcanzaron un éxito rotundo, simbolizando la elegancia. Con su impecable mezcla de líneas limpias, proporciones ideales y formas precisas, se convirtieron en un sello distintivo de la excelencia del diseño, alcanzable únicamente por los joyeros artesanos de Cartier. El triunfo del anillo se debe tanto a su impecable diseño como a su profundo simbolismo. Su naturaleza interconectada invita a innumerables interpretaciones, desde un símbolo de devoción familiar transmitido de generación en generación hasta un emblema de amistad perdurable o amor eterno. Los objetos imbuidos de tal significado poético se convierten sin esfuerzo en partes preciadas de nuestras vidas, resonando con recuerdos y emociones. En 1997, tras una década de evolución, el anillo de tres anillos fue bautizado oficialmente como Trinity. Como parte de la línea les must de Cartier, la joyería creó una versión del anillo con el lema grabado en la banda de oro rosa. Sin embargo, la marca suprimió posteriormente el eslogan y los siguientes modelos del anillo no incluyeron el grabado. Con el paso del tiempo, el estilo de la colección Trinity sufrió diversas adaptaciones. En algunas iteraciones se incorporaron joyas al diseño, mientras que en otras se modificaron la forma y el estilo para adaptarlos a las tendencias contemporáneas. En la década de 1990, el anillo se redimensionó para reflejar la preferencia predominante por joyas más pesadas. Con el paso del tiempo, la colección Trinity se convirtió en la firma elegida por diversas personalidades, desde iconos como Cary Grant y Grace Kelly hasta figuras contemporáneas como Nicole Kidman, Paul Mescal y Catalina, Princesa de Gales. Un siglo después de su creación, tanto hombres como mujeres siguen adornándose con el anillo, el collar, los pendientes y la pulsera Trinity. Este año, con motivo del centenario de la Trinity, la Maison reafirma el atractivo perdurable de su diseño innovador. El encanto de la colección Trinity sigue siendo tan potente como siempre.

Valorac. 1 500 - 2 000 EUR

Lote 10 - ANILLO DE LA TRINIDAD, DE CARTIER, CIRCA 2015 Diseñado como tres anillos entrelazados, dos aros de oro blanco pulido y uno de cerámica negra, montado en oro blanco de 18 quilates, numerado, marca de ensaye suiza, marca de convención europea, con certificado de autenticidad de Cartier, fechado en 2015, tamaño del anillo O½ (56) La colección Trinity de Cartier está envuelta en numerosos mitos y cuentos ricos en simbolismo. Sin embargo, la verdadera historia comienza en la década de 1920, en plena época del Art Déco, casi 80 años después de la fundación de Cartier, famosa por sus coloridas y exóticas creaciones de formas geométricas, combinaciones de colores de gran contraste y piedras preciosas talladas. Louis Cartier, hijo del fundador homónimo, diseñó un anillo entrelazado. Esta revolucionaria creación se convertiría en un código distintivo del estilo Cartier. Louis se atrevió a volver a los fundamentos del diseño puro sin adornos, un marcado contraste con la tendencia de entonces. Con audacia, creó el célebre Cartier Trinity de tres anillos en 1924. El anillo entrelazado debutó en la Exposición de París de 1925, cuando Cartier exhibió el anillo y el brazalete junto a otras joyas más coloridas y opulentas. Ese año fueron fotografiados por Edward Steichen para el Vogue americano y lucidos por la diseñadora de interiores y creadora de tendencias americana Elsie de Wolfe. El diseño no tardó en ganar adeptos, entre ellos Cocteau y el Duque de Windsor, que lució dos anillos en el meñique. Tras su presentación, Cartier introdujo el anillo de tres bandas en varios colores y materiales. Tanto el anillo como el brazalete alcanzaron un éxito rotundo, simbolizando la elegancia. Con su impecable mezcla de líneas limpias, proporciones ideales y formas precisas, se convirtieron en un sello distintivo de la excelencia del diseño, alcanzable únicamente por los joyeros artesanos de Cartier. El triunfo del anillo se debe tanto a su impecable diseño como a su profundo simbolismo. Su naturaleza interconectada invita a innumerables interpretaciones, desde un símbolo de devoción familiar transmitido de generación en generación hasta un emblema de amistad perdurable o amor eterno. Los objetos imbuidos de tal significado poético se convierten sin esfuerzo en partes preciadas de nuestras vidas, resonando con recuerdos y emociones. En 1997, tras una década de evolución, el anillo de tres anillos fue bautizado oficialmente como Trinity. Como parte de la línea les must de Cartier, la joyería creó una versión del anillo con el lema grabado en la banda de oro rosa. Sin embargo, la marca suprimió posteriormente el eslogan y los siguientes modelos del anillo no incluyeron el grabado. Con el paso del tiempo, el estilo de la colección Trinity sufrió diversas adaptaciones. En algunas iteraciones se incorporaron joyas al diseño, mientras que en otras se modificaron la forma y el estilo para adaptarlos a las tendencias contemporáneas. En la década de 1990, el anillo se redimensionó para reflejar la preferencia predominante por joyas más pesadas. Con el paso del tiempo, la colección Trinity se convirtió en la firma elegida por diversas personalidades, desde iconos como Cary Grant y Grace Kelly hasta figuras contemporáneas como Nicole Kidman, Paul Mescal y Catalina, Princesa de Gales. Un siglo después de su creación, tanto hombres como mujeres siguen adornándose con el anillo, el collar, los pendientes y la pulsera Trinity. Este año, con motivo del centenario de la Trinity, la Maison reafirma el atractivo perdurable de su diseño innovador. El encanto de la colección Trinity sigue siendo tan potente como siempre.

Valorac. 600 - 800 EUR

Lote 15 - PULSERA "FORCE 10" DE DIAMANTES, DE FRED PARIS Hebilla de oro de 18 quilates con pavé de diamantes talla brillante, con cable de acero trenzado verde o rojo intercambiable, firmada Fred, numerada, con la marca del fabricante "FP" de Fred Paris, con estuche del fabricante, longitud 17 cm. El renombrado joyero francés FRED, de tradición intemporal y estilo contemporáneo, es famoso por su estética clásica pero innovadora y su artesanía sin igual. Fundada en 1936 por Fred Samuel, la marca encarna su visión de la integración de la joyería en la vida cotidiana, una filosofía que sigue dando forma a la ética de diseño de FRED. Nacido en 1908 en Argentina en el seno de una familia dedicada al comercio de diamantes, perlas y piedras multicolores, Samuel cultivó su pasión por las perlas cultivadas y se convirtió en un pionero de la industria. Influenciado por los paisajes marítimos y las vibrantes tonalidades de su infancia argentina, sus diseños desprendían una viva vitalidad. FRED, que se ha convertido en una marca de joyería innovadora y reconocida en todo el mundo, mantiene su encanto distintivo al tiempo que expande sus boutiques por todo el mundo. En 2012, la marca reintrodujo su icónica colección Force 10, con el brazalete FRED Force 10 en oro blanco. Inspirados en la pasión de Samuel por la navegación, los diseños originales de la década de 1960 eran piezas pioneras creadas para atraer tanto a hombres como a mujeres. Reflejando sus raíces marítimas, el brazalete, que toma su nombre del formidable viento de fuerza mayor, se caracteriza por un cable de fibra enrollado alrededor de la muñeca, lo que le confiere una estética robusta e industrial. La década de 1960 marcó un cambio radical en las normas sociales, incluidas las actitudes hacia la moda y la expresión personal. La joyería se convirtió en un medio de autoexpresión y empoderamiento. La época fue testigo de un alejamiento de los estilos conservadores del pasado, y muchos adoptaron diseños atrevidos y vanguardistas; la joyería se convirtió en un símbolo de liberación e individualidad. La joyería se convirtió en un símbolo de liberación e individualidad. Los usuarios empezaron a preferir materiales poco convencionales, evitando los estilos opulentos y restrictivos de décadas anteriores. Durante una cena con su tripulación, Henri Samuel descubrió en su bolsillo un trozo de la driza de su barco, que debía sustituir por su inminente rotura. Juguetonamente, lo ató con una brida a la muñeca de su esposa, Béatrice. A su regreso a París, encargó a su jefe de taller que encontrara la manera de embellecer la driza de acero con un simple broche de oro. Una semana más tarde, nacía el brazalete inaugural Force 10. Henri la bautizó Fuerza 10 para simbolizar la resistencia del amor, capaz de resistir todos los desafíos, así como la fuerza del viento, medida en la escala de Beaufort que va del 0 al 12. La fuerza 10 representa un viento de tormenta, y sólo la superan la fuerza 11, que denota una tormenta violenta, y la fuerza 12, que indica un huracán. Así, al unir oro y acero, la Fuerza 10 personifica una joya diseñada para soportar todas las condiciones, a diferencia de las joyas de oro convencionales. Cuando un hombre de mar se convierte en joyero, transforma un cable marítimo en un brazalete de oro y acero. Llevar el Force 10 significa una audaz declaración de estilo y coraje para las personas de temperamento impulsivo y apasionado, para quienes se niegan a dejarse constreñir por las limitaciones del horizonte. A sus 58 años, el brazalete FRED Force 10 presume de versatilidad, ofreciendo una miríada de opciones de estilo para el uso diario, adaptadas a las preferencias individuales. Atemporal pero contemporáneo, su diseño unisex complementa sin esfuerzo diversas personalidades. La innovadora fusión de FRED de un cable de acero trenzado con una hebilla de oro, que antes se consideraban materiales opuestos, revolucionó la artesanía joyera. Esta creación vanguardista dio origen a una colección que destila elegancia desenfadada y glamour. Partiendo de su original audacia creativa, FRED infunde a la colección versatilidad y una vibrante paleta de vivos colores. Force 10 es sin duda el brazalete emblemático de la casa Fred Jewellery. "La pasión por el mar y la vela es hereditaria en la familia Samuel. Encontrará otra forma de desplegarse en una joya destinada a convertirse en uno de los emblemas de la casa: el brazalete fuerza 10" Fred Samuel Mémoires d'un joailier, 1992.

Valorac. 3 000 - 4 000 EUR

Lote 26 - RARO ANILLO "PANSY" DE ESMALTE Y DIAMANTES ART NOUVEAU, DE CHARLES RIVAUD, CIRCA 1900 El diamante en forma de cojín pesa aproximadamente 2,20cts, dentro de una montura de pétalos en relieve, aplicada con esmalte azul, a los hombros, engastados con diamantes talla rosa y esmalte azul, montado en oro de 18K, firmado CR por Charles Rivaud, marca de importación francesa, con el estuche original del fabricante estampado 'CH. Rivaud, 23, rue de Seine, Paris', talla M Un modelo muy similar se reproduce en el libro Paris Salons 1895 - 1914 - Joaillerie - II: les designers de L à Z de Alastair Duncan, con la mención Paris Salon 1904". Charles Magloire Rivaud, artista imaginativo y hábil artesano, sigue cautivando al mundo de la joyería con su perdurable legado. Nacido el 5 de abril de 1859 en el pueblo de Boismorand, Loiret, Francia, Charles estaba destinado a la grandeza en el ámbito de la joyería, heredando una rica tradición que abarca tres generaciones. Su viaje comenzó en París, donde descubrió su pasión y emprendió un camino transformador en la fabricación de joyas. Rivaud se adentró en la galvanoplastia y fue pionero en técnicas que remodelarían la industria. Más tarde, su matrimonio marcó un punto de inflexión importante, al fusionar su amor por la artesanía con un profundo compromiso con su amada ciudad. Al establecer su taller en el Quai de l'Horloge, Charles concibió un espacio en el que la creatividad floreciera, acogiendo a artistas y entusiastas por igual. Conocido por su colaboración con escultores de la talla de Oscar Roty, Jean Dampt y Victor Prouvé, Rivaud se hizo famoso como editor de broches adornados con medallas meticulosamente esculpidas, en particular el célebre Broche del Recuerdo de 1898. Su colaboración con Victor Prouvé ocupó un lugar destacado en el Salón de la Sociedad Nacional de Bellas Artes, donde se expusieron los broches medalla de Prouvé -Aurore, Crépuscule, Gaule, le Bonheur- publicados por Rivaud. En medio de la sociedad parisina, Charles se mantuvo firme en su búsqueda de la excelencia artesanal. En colaboración con escultores y pintores de renombre, elevó sus creaciones a cotas incomparables, cautivando a mecenas y críticos por igual. A través de cada pieza meticulosamente elaborada, Charles Rivaud insufló vida a un mundo en el que la tradición se cruzaba con la innovación y la belleza trascendía las limitaciones del tiempo. Entre sus notables creaciones, destaca el emblemático brazalete "Centenario", testimonio de su reverencia por la historia y su genio artístico. Creada para conmemorar el centenario de la Revolución Francesa, esta obra maestra encierra la esencia de una época pasada e inmortaliza los ideales de libertad, igualdad y fraternidad. Adornado con intrincados detalles y símbolos de la ilustración, el brazalete Centenario sigue siendo un símbolo intemporal del legado perdurable de Charles Rivaud. Su participación en la Exposición Universal de París puso de manifiesto la importante contribución de Rivaud a las Artes Decorativas. De 1901 a 1913, sus contribuciones al Salón abarcaron una amplia gama de joyas, desde anillos de hierro en 1903 hasta una placa de ramillete que representaba la Cabeza de San Juan de Rodin en 1912. La maestría de Rivaud quedó simbolizada por su marca única -las letras CR acompañadas de una pila eléctrica-, testimonio de su ingenio y su legado en el mundo de las artes decorativas. Su legado se extendió más allá de la artesanía; Rivaud fue también fundador de la Société du Salon d'Automne y miembro de la Société des Artistes Décorateurs. Las contribuciones de Charles Rivaud se hicieron notar en varios Salones entre 1906 y su fallecimiento en 1923. Su hijo, André-Charles, le sucedió en 1924, asegurando la continuación del apreciado legado de Rivaud. Rivaud deja tras de sí un legado de innovación y creatividad que sigue inspirando a generaciones. Su inquebrantable dedicación a la excelencia y su pasión por el oficio. Los victorianos apreciaban los significados ocultos: esta fascinación se refleja en la artesanía joyera. Las flores, ricas en simbolismo romántico, transmitían sentimientos a través del Lenguaje de las Flores. Para los victorianos, las flores encarnaban tiernas emociones como el apego y la compasión. Durante la época, este vocabulario floral se convirtió en una forma discreta de comunicación, acorde con el decoro victoriano. Entre el exceso de símbolos florales, el pensamiento tenía un significado especial, simbolizando think of me (piensa en mí), derivado de la palabra francesa pensée (pensamiento). En la literatura, como en Hamlet de Shakespeare, abundan las referencias a los pensamientos, que aluden a su esencia contemplativa. En el lenguaje floral, los pensamientos de la persona que los regalaba hacia la que los recibía se asociaban a menudo con el amor platónico o no correspondido. El potente simbolismo del pensamiento se trasladó a la joyería a medida, adornada con un exquisito trabajo de esmalte, que refuerza su estatus de preciado símbolo de afecto y contemplación.

Valorac. 15 000 - 20 000 EUR

Lote 43 - PAR DE PULSERAS DE ORO, DE GAY FRÈRES, CIRCA 1960 Cada una compuesta de eslabones entramados, en oro blanco de 18 quilates, con las marcas del fabricante "GF" de Gay Frères, marcas de ensaye francesas, longitud 19,4 cm Gay Frères fue fundada en 1835 por Jean-Pierre Gay y Gaspard Tissot. Se convertiría en uno de los fabricantes de brazaletes de reloj más importantes del mundo de la alta joyería. Sus orígenes se remontan a la fabricación de cadenas de oro artesanales especializadas, a menudo para relojes de bolsillo. A medida que cambiaron los gustos, la empresa se adaptó y en el siglo XX empezó a diseñar brazaletes de alta calidad para relojes de pulsera. Su trabajo era solicitado por muchas marcas de relojes de alta gama, como Patek Phillippe, Vacheron y Rolex, esta última compró la empresa en 1998. Hasta ese momento, Gay Frères había seguido siendo una marca fuertemente asociada a la familia, con los descendientes de Jean-Pierre, los hermanos Jacques Hubert y Jean-Francois Gay al frente de la empresa en la década de 1970. A pesar de que la marca se centra en la relojería, su producción siempre ha incluido bellos ejemplos de joyería artesanal. El trabajo que realizaron en los años 60 y 70 es muy apreciado por los coleccionistas en el mercado actual. Su pericia en la elaboración de complejas cadenas y puños, combinada con un gran conocimiento y destreza en el trabajo con gemas y piedras preciosas, les hizo muy codiciados por casas como Van Cleef & Arpels y Hermès. Sus diseños también incorporan diferentes materiales, como el ébano y el marfil, y emplean la técnica decorativa del esmaltado. Este doble aspecto de su trabajo ha sido una marca importante de la empresa y ha garantizado su continua relevancia y éxito en el mundo de la alta joyería.

Valorac. 2 500 - 3 500 EUR

Lote 53 - RELOJ DE PULSERA "SERPENTI", RARO Y DE COLECCIÓN, DE BULGARI, CIRCA 1960 Diseñado como una serpiente, las escamas aplicadas con esmalte marrón berenjena, negro y blanco, los ojos realzados con diamantes en forma de pera, la boca se abre para revelar una esfera de corte circular con bastón para los indicadores, el reloj con 17 rubíes, Cal-1426/PB, movimiento de cuerda manual, nº de caja 432835, esfera y movimiento firmados por Vacheron Constantin y montados en oro de 18 quilates. 432835, esfera y movimiento firmados Vacheron Constantin, brazalete firmado Bvlgari y montado en oro de 18 quilates Acompañado de un certificado de Amanda Triossi, autora y especialista en Bulgari, antigua conservadora de la Colección del Patrimonio de Bulgari y comisaria de todas las primeras grandes exposiciones retrospectivas de Bulgari entre 2009 y 2013, en el que se afirma que este brazalete fue fabricado para Bulgari y vendido al por menor por esta marca en la década de 1960 y que el reloj Vacheron Constantin es original del brazalete. Longitud aproximada de 56 cm, peso 196 g. Fechada el 11 de abril de 2024, en Roma. Símbolo de sabiduría, eternidad y fuerza, la serpiente está estrechamente relacionada con las energías de la tierra y representa la fuerza vital. Evocadora de las pulsiones inconscientes y de los instintos primarios, la figura de la serpiente está en el centro de la relación entre el hombre y lo trascendental. Por ello, los orfebres y joyeros de todas las culturas han utilizado motivos serpentiformes desde la noche de los tiempos. Una visita a las antiguas galerías egipcias, chinas, griegas y romanas de muchos museos es prueba de ello. En este interminable continuo del quehacer orfebre, los coloridos relojes-brazalete Serpenti de esmalte que la casa italiana de joyería Bulgari fabricó en los años sesenta marcan un momento crucial en la historia de la joyería como arte aplicado, y en la historia de la propia marca Bulgari. Las joyas con temática de serpiente ya formaban parte del ADN de diseño de Bulgari, pero los relojes con brazalete Serpenti que la joyería italiana había fabricado desde los años 40 imitaban la naturaleza utilizando principalmente las tubogas de oro características de la casa. Con el paso del tiempo, las joyas Serpenti evolucionaron en su lenguaje de diseño, haciéndose cada vez más vivas mediante el uso de geometrías y volúmenes más realistas, vivos colores de esmalte y expresiones animadas acentuadas por piedras preciosas. No es de extrañar que estas piezas hayan alcanzado precios excepcionalmente altos en subastas internacionales en los últimos años, a menudo recompradas por el fabricante para ser restauradas con amor y atención antes de ocupar su lugar de orgullo en sus colecciones patrimoniales expuestas en todo el mundo. El inspirado renacimiento de las joyas de serpiente de Bulgari en los años sesenta pronto llamó la atención de la industria de la moda. Diana Vreeland, célebre redactora jefe de Vogue, era fan de las serpientes Bulgari y poseía un cinturón de serpiente de oro, esmalte blanco y rosa, único en su especie, que lucía a modo de collar, enroscándolo dos veces alrededor de su garganta. En un memorándum de 1968 a sus editores, Vreeland escribió: "No olvidéis la serpiente... la serpiente debería estar en todos los dedos y en todas las muñecas y en todas partes... La serpiente es el motivo del momento en joyería... No podemos ver suficientes....". Bajo su dirección, Vogue presentó las coloridas joyas esmaltadas Bulgari Serpenti en innumerables ocasiones a lo largo de los años 60 y 70, con artículos y fotografías icónicas que desde entonces han hecho historia en el mundo de la moda. El debut en Vogue de estas nuevas maravillas joyeras se produjo en el número de la revista del 15 de agosto de 1968. En un artículo titulado From Italy Ready-Get-Go Collections, una glamurosa fotografía de Henry Clarke muestra a una joven miembro de la realeza italiana, la Principessa di Genzano, sosteniendo sensualmente un cinturón de serpiente como si estuviera viva, con un segundo brazalete de serpiente enrollado seductoramente alrededor de su antebrazo desnudo. La cultura italiana era una importación estadounidense destacada en los años sesenta. Los atractivos coches deportivos italianos eran el sueño de todo hombre, al igual que actrices de la talla de Sophia Loren y Claudia Cardinale. Maestros del cine como Federico Fellini, Sergio Leone y Franco Zeffirelli dejaban su huella indeleble en la narrativa y la estética visual del séptimo arte. En el mundo de la moda, diseñadores como Valentino, Pucci y Missoni establecieron nuevos estándares de elegancia y estilo. En este marco cultural, las impresionantes creaciones de Bulgari establecían rápidamente a la marca con sede en Roma como creadora de tendencias mundiales. Sus atrevidos diseños, su amor por los colores y materiales yuxtapuestos y sus técnicas de orfebrería de vanguardia no dejaban de conquistar los corazones de los amantes de la joyería de todo el mundo, incluido el de Elizabeth Taylor, fotografiada con un brazalete Serpenti de ojos de esmeralda en el plató de la superproducción de Hollywood Cleopatra en 1963. Así pues, no es de extrañar que Vogue repitiera el mismo estilo de serpiente Bulgari al mes siguiente, en el número de la revista del 15 de septiembre de 1968. Un artículo titulado From Italy: The Absolute Jewels (Desde Italia: las joyas absolutas). El fotógrafo milanés Gian Paolo Barbieri fue el encargado de retratar a la modelo italiana Benedetta Barzini, cubierta con impresionantes brazaletes y cinturones de serpiente de oro y esmalte. En esta

Valorac. 40 000 - 60 000 EUR

Lote 58 - PULSERA DE RUBÍ Y DIAMANTE, DE PÉRY & FILS Diseño calado, compuesto de cabezas de flores, cada una de ellas centrada por un diamante talla brillante o un rubí talla circular, montado en oro de 18 quilates y platino, con la marca del fabricante "P&Fils" de Péry & Fils, firmado "Chaussé.La Maison Péry fue fundada en 1875 por Lucien Péry, cuyas elegantes cadenas de oro llamaron la atención de los joyeros de la plaza Vendome. La empresa fue dirigida por cuatro generaciones de Péry, desde el hijo de Lucien, Albert, hasta su nieto Bernard, padre de la gran Brigitte Péry, que dirigió el negocio durante cuatro décadas. El trabajo de Albert durante la primera mitad del siglo XX fue prolífico, produciendo nuevos diseños casi cada semana. Sin embargo, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Albert fue hecho prisionero y el taller permaneció cerrado durante seis años. Una vez finalizado el conflicto, la producción se reanudó lentamente, aumentando en la década de 1950, periodo durante el cual Péry creó algunas de las piezas más emblemáticas de Van Cleef & Arpels, como los juegos de joyas Domino y los brazaletes Ludo. Bernard Péry empezó a entablar relaciones con otras casas de joyería e inició colaboraciones, primero con Paolo Bulgari, que duraron dos décadas, seguidas de Cartier, Boucheron, Mauboussin, Templier y Tiffany. De hecho, parece que no hay ninguna gran casa de joyería del siglo XX para la que los talleres Péry no hayan producido. Brigitte, la hija de Bernard, tenía una perspicacia empresarial similar y, cuando se hizo cargo de la empresa, continuó con esta estrategia. Entre sus colaboradores figuran Graff, Dior, Fabergé y Mikimoto. En 2008 puso en marcha un programa de formación a gran escala para los talleres con el fin de promover la innovación y modernizar las técnicas de producción de la empresa. La adopción de nuevos procesos de diseño garantizó la versatilidad y permitió a la Maison Péry competir en la escena internacional. En 2011, decidió finalmente vender la empresa de su familia al entonces presidente del grupo Richemont, Stanislas de Quercize, con lo que Maison Péry pasó oficialmente a formar parte de Van Cleef & Arpels. Las joyas siempre te hacen soñar", explicó Brigitte en una entrevista con Olivier Bachet para IAJA. "Soñar con quienes las llevan, qué placer y qué oportunidad poder hacerlo. Y soñar con quienes las hacen siempre con verdadera pasión".

Valorac. 5 000 - 6 000 EUR

Lote 63 - PULSERA JARRETIÈRE DE DIAMANTES DE COLECCIÓN, DE GEORGES LENFANT, CIRCA 1960 Diseñada como un cinturón estilizado de malla de oro entrelazada con textura, la hebilla realzada con diamantes talla brillante, montada en oro de 18 quilates y platino, marca parcial del fabricante para Georges Lenfant, marcas de ensaye francesas, longitud 25.4 cm (primer orificio 21,3 cm, segundo orificio 19,5 cm) Georges Lenfant nació en el mundo del diseño de joyas francés, y rápidamente se convirtió en un maestro de su oficio. Durante su infancia, realizó varios aprendizajes antes de estudiar joyería en París y en el extranjero. En 1900, Georges crea su propio taller en el número 47 de la rue des Petits-Champs, a pocos minutos de sus mecenas de la Place Vendome y de la rue de la Paix. En 1903 ya estaba bien establecido y figuraba en una publicación de la Revue de la Bijouterie, Joaillerie, Orfevrerie de ese año. Sus diseños creativos y su impecable ejecución le hacen muy solicitado por las grandes casas de joyería y, para no caer en el olvido tras nombres infames como Cartier, Mellerio dits Meller y Van Cleef & Arpels, Georges establece una marca de fabricante en 1909 y procede a estampar cada pieza antes de que salga de su taller. En 1915, se une a Georges en la empresa su hijo Jacques que, con sólo once años, estaba ansioso por aprender el arte de la joyería. Su gran interés le acompañaría ya que, con el tiempo, Jacques se haría cargo del negocio y crearía algunos de los diseños más memorables de Georges Lenfant. Ni Georges ni Jacques rehuyeron la colaboración y la empresa Georges Lenfant llevaba muchos años trabajando con Sandoz cuando, en 1927, Gustave-Roger Sandoz vendió su empresa a Georges con la condición de que su hijo, Gerard Sandoz, siguiera siendo el director artístico. Entre ambos crearon llamativos ejemplos de joyería Art Moderne, con líneas atrevidas, colores brillantes y formas contrastadas. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Lenfant se hizo cargo de Verger Freres. Esto supuso una nueva colaboración con Vacheron Constantin, que había estado trabajando con Verger Freres durante algún tiempo. Constantin y Lenfant se dedicaron al diseño de relojes y, juntos, crearon piezas para Hermes. Los años sesenta y setenta vieron a Jacques al frente de Georges Lenfant y su pasión por la orfebrería dio lugar a bellas piezas texturadas que celebraban la versatilidad del metal. En el lote actual, diseñado para Jean Ete, se utilizan varias técnicas para representar la forma del búho, cada método cuidadosamente elegido para adaptarse a una parte diferente del ave. La fascinación de Jacques por las diferentes formas y texturas que pueden forjarse con el oro dio lugar a sus emblemáticas piezas de cadena, ya que le fascinaba cómo los eslabones entrelazados podían disponerse en una miríada de patrones. Más de tres mil piezas se inspiraron en el motivo de la cadena y hoy son algunas de las creaciones más notables de Georges Lenfant. En 2003, Georges Lenfant fue adquirido por Bouder y cesó su actividad. Sin embargo, las piezas que llevan la marca Lenfant siguen siendo populares, y sus numerosas colaboraciones significan que hay un diseño para todos los gustos.

Valorac. 18 000 - 22 000 EUR

Lote 65 - A COLLECTIBLE PAIR OF CORAL AND DIAMOND 'ROSE DE NOËL' EARCLIPS, BY VAN CLEEF & ARPELS, CIRCA 1975 Each flowerhead of carved and polished coral corallium rubrum petals with brilliant-cut diamond pistils and polished gold stamens, mounted in 18K gold, signed VCA, numbered, with maker's mark 'VCA', French assay marks, with maker's blue suede pouch, length 3.6cm Renowned for its intricate and ornate portrayal of the natural world, Van Cleef & Arpels has consistently drawn inspiration from the elegance, allure, and vibrant hues of nature since its inception in 1906. From its inaugural floral masterpiece, the daisy clip crafted in 1907, to its extensive array of floral-inspired jewellery, the Maison has curated an impressive collection. Whether presented as a clustered bouquet, meticulously aligned in rows, or showcased as a solitary bloom, flowers and the broader spectrum of nature have perpetually captivated the Maison's attention. The magnificent and enduring designs of the Rose de Nöel collection, introduced in 1970, have been revisited numerous times as a tribute to the exquisite form, balance, hues, and curves of the glorious winter-blooming flower. The collection dedicated to Christmas roses, which flourish in the depths of winter is reminiscent of promises of happiness. Every piece has tailored heart-shaped petals fused with the brilliance of diamonds and precious metals, each stone possessing its own unique charm and variations in colour and features. The Rose de Noël collection symbolizes beauty and romance, evoking a sense of joy and vitality. Van Cleef & Arpels consistently captures the essence of the winter blossom, skilfully arranging its petals in a harmonious manner that accentuates the brilliance and hues of the gemstones. Each delicately rounded petal overlaps with precision, creating a sense of dimensionality that mirrors the fluidity of nature in bloom. ** This lot may be subject to CITES Regulations when exported. Several countries prohibit the importation of property containing materials from endangered species, such as rhino horn, ivory, coral and tortoiseshell. If you are interested in bidding on a lot containing these materials and you wish to export, please ensure you are familiar with all relevant customs regulations prior to bidding. It is the buyer’s sole responsibility to obtain any relevant export or import licence and ensure before bidding of their legal requirements concerning Cites regulations pertaining to their country.

Valorac. 20 000 - 30 000 EUR

Lote 70 - COLGANTE ZODIÁTICO DE DIAMANTES Y ORO, DE FRED PARÍS, CIRCA 1975 La placa rectangular representa el signo zodiacal de Aries, el cuerno realzado con diamantes talla brillante, dentro de un marco de oro texturizado y un fardo, montado en oro de 18 quilates, firmado Fred, con la marca del fabricante "Sté LFV" de Lasbleiz Fournier Vitiello, marca de ensaye francesa, longitud (incluido el fardo) 5,3 cm.3 cm Lasbleiz Fournier Vitiello es un taller parisino fundado en 1962 que ha trabajado para prestigiosas casas de joyería como Fred, Van Cleef & Arpels y René Boivin, entre otras. Con un equilibrio entre la tradición atemporal y el estilo contemporáneo, la prestigiosa joyería francesa FRED es famosa por su estética clásica e innovadora y su artesanía sin parangón. Fundada en 1936 por Fred Samuel, la marca encarna su visión de la integración de la joyería en la vida cotidiana, una filosofía que sigue dando forma al espíritu de diseño de FRED. Nacido en 1908 en Argentina en el seno de una familia dedicada al comercio de diamantes, perlas y piedras multicolores, Samuel cultivó su pasión por las perlas cultivadas y se convirtió en un pionero de la industria. Influenciado por los paisajes marítimos y las vibrantes tonalidades de su infancia argentina, sus diseños desprendían una viva vitalidad. En la década de 1970, la cultura francesa experimentó un periodo dinámico y diverso en el diseño, la joyería y la moda. Esta época estuvo marcada por la fusión de la elegancia tradicional con la experimentación vanguardista, reflejo de los cambios culturales y los movimientos sociales de la época. En el diseño de joyas, se produjo una tendencia hacia estilos menos convencionales y más atrevidos. Los artesanos empezaron a experimentar con nuevos materiales y técnicas, lo que dio lugar a la aparición de piezas de joyería vanguardistas y abstractas. FRED siguió marcando tendencia con sus creaciones innovadoras. Crecía el interés por el estilo effortless chic y desenfadado, con tendencias como el bohemian chic y el disco glamour ganando popularidad. El 12 de agosto de 1976 amaneció con una lluvia implacable. Durante meses, todo el equipo de FRED se había preparado diligentemente para la gran inauguración de su boutique en el Hotel Loews de Montecarlo, situado en el principado. El propio Fred Samuel supervisó meticulosamente cada detalle, desde las pinturas y el papel pintado hasta la carpintería, las ventanas y el mobiliario. Se planeó un momento especial para la estimada presencia de Su Alteza Serenísima, la Princesa Grace de Mónaco, reconocida como una de las mujeres más bellas e ilustres del mundo. La princesa aceptó amablemente la invitación de honrar la velada con su presencia, acompañada de su hija mayor, la princesa Carolina, que entonces tenía diecinueve años. La Princesa Grace había presenciado recientemente el éxito del musical A Chorus Line en Broadway durante su visita a Nueva York. En un gesto espontáneo, Samuel organizó la construcción de un escenario improvisado sobre la piscina de la azotea del hotel y contrató a una compañía profesional para entretener a la Princesa Grace con este interludio especial. Sin embargo, la incesante lluvia amenazó con desbaratar los planes. Afortunadamente, justo cuando el reloj marcaba las siete de la tarde, el aguacero cesó. Una hora más tarde, el coche oficial anunciaba la llegada de las dos princesas, derrochando suprema elegancia. En conmemoración de tan señalada ocasión, Fred Samuel obsequió a la Princesa Grace con un collar zodiacal de Escorpio adornado con rubíes meticulosamente pavimentados. La afición de la Princesa por los signos del zodiaco era de dominio público desde hacía mucho tiempo: En 1956, el astrólogo y columnista del horóscopo de Hollywood Carroll Righter fue fotografiado visitando a Kelly en el plató durante el rodaje de una de sus últimas películas, "El cisne". Poco después de su compromiso con Rainier. Righter dedicó una de sus columnas en el Chicago Tribune a defender la compatibilidad astrológica de la pareja, proporcionando detalles del horóscopo de Kelly durante "los últimos años". El sábado 15 de noviembre de 1969, la estrella de cine estadounidense convertida en princesa celebró una de las fiestas de cumpleaños más peculiares y extravagantes de la historia. Centrada en el octavo signo astrológico, con una lista de invitados estrictamente escorpioniana. Afortunadamente, los cónyuges de los escorpiones también estaban autorizados, al igual que los familiares de Kelly. Para Fred Samuel, la inauguración de su boutique en el hotel Loews de Montecarlo es apoteósica. "Montecarlo marcó el curso de mi carrera con especial brillantez. Simbolizó un momento clave en el desarrollo de nuestra empresa y, más secretamente, el lugar donde la luz de las piedras me fue devuelta de algún modo. Por un momento, redescubrí el deslumbramiento de la infancia y me pareció que, más allá y más acá de la guerra, ¡las dos mitades de mi vida se unían para afirmar simplemente su vocación a la luz!"

Valorac. 4 200 - 4 800 EUR

Lote 78 - DE ILIAS LALAOUNIS De diseño articulado, la placa central festoneada, centrando un motivo floral engastado con un rubí cabujón, a cuartos de zafiro de talla circular, flanqueado por zafiros y rubíes de talla circular engastados en collar en un patrón similar, a bordes de filigrana y acabado texturado, montado en oro de 18 quilates, firmado Illias Lalaounis, numerado A.21., con marca del fabricante, marcas francesas, circunferencia interior de aproximadamente 17 cm, con marca del fabricante, marcas francesas, circunferencia interior de unos 17,5 cm El joyero griego Ilias Lalalounis nació en Atenas en 1920, cuarta generación de una familia de orfebres y relojeros de Delfos. Tras estudiar Económicas y Derecho en la Universidad de Atenas, se incorporó a la empresa de joyería de sus tíos, donde, como aprendiz de orfebre, aprendió las técnicas que determinarían su futuro como maestro artesano. Apasionado por la historia, comenzó a estudiar el arte de sus antepasados. En la década de 1950 se inspiró en los objetos de los museos griegos y los transformó en joyas recuperando técnicas ancestrales e introduciendo al mismo tiempo el uso de tecnología moderna. Su objetivo creativo era transmitir el vínculo espiritual y simbólico de un objeto con su pasado histórico, el arte de técnicas olvidadas, como la granulación, la filigrana, el tejido a mano y el martilleo manual. Lalaounis fundó la Asociación de Joyeros Griegos y expuso su primera colección en 1957, la colección arqueológica, inspirada en el arte clásico, helenístico y minoico-micénico, con joyas modernas impregnadas de antigüedad. En los años sesenta, tras la muerte de su tío, Ilias Lalaounis fundó su propia empresa. Sus colecciones, compuestas por piezas de oro de 18 y 22 quilates, se inspiraban en el arte de muchas culturas y épocas diferentes. Su interés abarcaba desde el arte prehistórico al minoico, del persa al bizantino, del chino al de los Tudor. En los años 70, Lalaounis causó sensación con su colección BLOW UP, que cubría el cuerpo humano con joyas de oro. En 1986, Lalaounis se convirtió en el primer joyero en recibir el prestigioso premio de ingreso en la Academia de Bellas Artes y Letras de París. A medida que se difundía el aprecio por su trabajo, el negocio seguía creciendo y se expandía por Europa, Asia y América. Desde 1998, la creatividad de Ilias Lalaounis se transmitió a sus cuatro hijas, que han llevado la respetada marca a nuevas cotas de excelencia y diseño.

Valorac. 4 000 - 5 000 EUR

Lote 83 - COLLAR, PULSERA, BROCHE Y OREJERAS EN SUITE DE ORO DE 18K, DE CHAUMET, CIRCA 1970 Cada uno compuesto de eslabones cuadrados y redondos calados de diseño abstracto, con acabado pulido y mate, orejeras de diseño cuadrado, cada uno en oro de 18K, cada uno firmado Chaumet, con la marca del fabricante "JC" de Joseph Chaumet, marcas de ensaye francesas, con bolsa del fabricante, longitud del collar 66,5 cm.5 cm, longitud del brazalete 18,3 cm, longitud del broche 8,7 cm, anchura 6,2 cm, longitud de los pendientes 3,2 cm (el broche puede llevarse como colgante del collar) Fundada en 1780 por Marie-Étienne Nitot, Chaumet se convirtió en la joyería más importante de Europa gracias a su habilidad artesanal. Las sucesivas generaciones, entre ellas François-Regnault Nitot y Joseph Chaumet, continuaron el legado, introduciendo diseños opulentos y ampliando la clientela para incluir a la realeza. Con el Art Déco y los locos años veinte, las creaciones de Chaumet evolucionaron con la moda, manteniendo una mezcla de tradición y modernismo que cautivó a un público mundial. Siguiendo con el legado de excelencia, los diseñadores y joyeros de Chaumet, como Pierre Sterlé y René Morin, mantuvieron el estilo icónico de la Maison y le dieron un toque contemporáneo. Los años setenta fueron sinónimo de experimentación y liberación. En la música, la política, la moda, los ideales y la exploración espacial, todos los ámbitos ofrecían vías para nuevos encuentros. Abrazar el cambio y explorar territorios inexplorados exigió la aparición de nuevas identidades, artesanos y pensadores visionarios pioneros de la innovación. Estos pioneros influyeron significativamente en la trayectoria de la historia de la joyería, contribuyeron a momentos cruciales a través de avances en la técnica, la introducción de una estética novedosa y la adopción de conceptos liberados. En 1970, Chaumet dio un paso audaz que reconfiguró el panorama de la joyería con la introducción de Arcade, un revolucionario concepto de tienda que redefinió la esencia misma de las compras de lujo. En medio de los rumores de la prensa, Chaumet acarició la idea de crear una nueva unidad de venta dedicada a la joyería y a la vida contemporánea. Los hermanos Chaumet confiaron a la agencia Bernard Cognard la concepción de este espacio moderno. El interiorista se enfrentó al reto de dotar a la Arcade de una identidad arquitectónica propia, separada de la boutique histórica. Colocaron estratégicamente un pilar central de escaparate en una de las arcadas gemelas, creando un espacio abierto que recuerda a una galería de arte. Los materiales de aluminio anodizado negro y rubio Orly contrastaban con la estética tradicional de la Place Vendôme, mientras que las ventanas sin marco añadían un toque etéreo. En el interior, la Arcade se diseñó como un santuario para un estilo de vida moderno, con elementos como sofás beige y detalles en laca china que se mezclan en tonos centeno, ámbar y negro. Inspirado en el diseño de décadas, el espacio se diseñó para ser adaptable, con raíles montados en el techo y expositores con ruedas. La Arcade simbolizó una transformación global durante un periodo crucial en la historia de la Maison y en el ámbito de la artesanía joyera francesa. Su diseño reflejaba enfoques innovadores de la presentación, venta y compra de joyas, en perfecta sintonía con el estilo de vida en evolución de los años setenta. A pesar de la coordinación de las boutiques tradicionales junto a la Arcade, ambas unidades presentaban sus colecciones en catálogos de venta unificados. Lo que hoy puede parecer contraintuitivo, en aquella época se veía de otra manera. La Arcade fue la punta de lanza de los futuros avances de Chaumet y otras grandes casas de joyería, presentando colecciones emblemáticas como Liens y Labyrinthe. En el centro de este enfoque progresista se encontraba la experimentación, se concedía a los artesanos plena autonomía creativa, tanto en el estudio de diseño como en el taller. Esta libertad se extendió hasta el punto de que se apropiaron del uso de pepitas de oro, apodando a su técnica de acabado el pulido Arcade. El oro se sometía a diversos tratamientos, como el martilleo, el pulido, el texturizado, el cepillado y la adopción de formas orgánicas, amoldándose a la piel del usuario. Estas creaciones, que desdibujaban los límites entre la joyería tradicional y el arte, desafiaban las convenciones a través de sus diseños innovadores. La publicidad de Arcade encarnaba un diseño dinámico, estratégicamente elaborado para evitar la monotonía. Esta evolución va más allá de los meros catálogos de venta, abarcando conceptos arquitectónicos, marcas gráficas y la organización estructural de las boutiques en secciones separadas como la Alta Joyería Chaumet, la Arcade Chaumet y los perdurables relojes Chaumet. La colección "Labyrinthe", compuesta por collar, pulsera, colgante y broche transformables. Se fabricó entre 1970 y 1980 y se vendió en l'Arcade.

Valorac. 20 000 - 30 000 EUR

Lote 90 - BRAZALETE DE ORO DE 18 QUILATES "CUERDA CIRCULAR" DISEÑADO POR SCHLUMBERGER PARA TIFFANY & CO. Diseñado como una serie de eslabones de oro retorcidos y calados, en oro de 18 quilates, firmado Tiffany & Co. y Schlumberger, longitud 19,8 cm Jean Schlumberger (1907-1987) comenzó su carrera en París en los años treinta como diseñador de bisutería para la famosa modista Elsa Schiaparelli y a finales de la década ya creaba joyas finas para una clientela exigente. En 1939 se asoció con Nicholas Bongard y juntos abrieron una joyería en el 745 de la Quinta Avenida. Schlumberger se inspiró en la naturaleza para crear desde amatistas color ciruela hasta turquesas brillantes, combinando gemas de colores con diamantes y oro amarillo para crear un derroche de luz y color. Tiffany & Co., bajo la dirección de Walter Hoving, contrató a Schlumberger en 1955 con la esperanza de insuflar nueva vida a la empresa y crear una nueva imagen. Schlumberger fue uno de los cuatro joyeros a los que Tiffany permitió firmar sus obras, y fue su juguetona imaginación la que montó un pájaro enjoyado sobre el famoso Diamante Amarillo Tiffany. En muchos sentidos, un hombre adelantado a los demás, Schlumberger fue el primer diseñador de joyas galardonado con el prestigioso premio "Coty American Fashion Critics" en 1958. "Schlumberger aporta a su arte principios de diseño clásicos del Renacimiento", afirmaba The Blue Book de 1986. Diana Vreeland, la respetada editora de Vogue, escribió que Schlumberger apreciaba "el milagro de las joyas, que para él son el camino y el medio para la realización de sus sueños". Creados en su estudio, en el entresuelo de la tienda insignia de Tiffany en la Quinta Avenida, sus diseños se convirtieron en de rigor para las mujeres de moda de la época, como Diana Vreeland, Babe Paley, Elizabeth Taylor y Audrey Hepburn. Quizá los más famosos de sus diseños fueron sus brazaletes de esmalte pailloné, apodados "Brazaletes Jackie" por la afición de la Primera Dama Jacqueline Kennedy Bouvier, que poseía varios de ellos. Los colores brillantes del brazalete se conseguían mediante una técnica inusual en la que el esmalte translúcido y la lámina se superponían. Este brazalete, uno de los diseños más perdurables de Schlumberger, aún se puede encontrar en las colecciones contemporáneas de Tiffany y sigue siendo admirado y codiciado. Sobre estos brazaletes, la editora de moda Diana Vreeland escribió: "Su esmalte es la perfección... Le gusta apuñalar el esmalte con clavos de oro, como para evitar que vuele de vuelta al mundo de la naturaleza del que ha tomado sus colores". Schlumberger se retiró a finales de los años setenta y murió en 1987, pero más de un centenar de sus diseños siguen siendo realizados por artesanos de Tiffany. En 1995, se convirtió en el tercer diseñador de joyas homenajeado con una retrospectiva de su obra titulada "Un Diamant dans la Ville" en el Musée des Arts Décoratifs de París, que aún conserva muchos de sus bocetos originales. Las piezas de Schlumberger no sólo han mantenido su valor en las subastas, sino que siguen aumentando en general.

Valorac. 4 000 - 5 000 EUR

Lote 91 - PAR DE PENDIENTES "TAJ MAHAL" DE DIAMANTES Y ESMALTE, DISEÑO DE JEAN SCHLUMBERGER PARA TIFFANY AND CO. De diseño puntiagudo en forma de cúpula, centrados en un diamante talla brillante acentuado por franjas de esmalte azul y oro texturizado, montados en oro de 18 quilates, firmados por Sclumberger y Tiffany & Co., con estuche del fabricante, longitud 1,7 cm Jean Schlumberger (1907-1987) comenzó su carrera en París en los años treinta como diseñador de bisutería para la célebre modista Elsa Schiaparelli y a finales de la década ya creaba joyas finas para una clientela exigente. En 1939 se asoció con Nicholas Bongard y juntos abrieron una joyería en el 745 de la Quinta Avenida. Schlumberger se inspiró en la naturaleza para crear desde amatistas color ciruela hasta turquesas brillantes, combinando gemas de colores con diamantes y oro amarillo para crear una explosión de luz y color. Tiffany & Co., bajo la dirección de Walter Hoving, contrató a Schlumberger en 1955 con la esperanza de insuflar nueva vida a la empresa y crear una nueva imagen. Schlumberger fue uno de los cuatro joyeros a los que Tiffany permitió firmar sus obras, y fue su juguetona imaginación la que montó un pájaro enjoyado sobre el famoso Diamante Amarillo Tiffany. En muchos sentidos, un hombre adelantado a los demás, Schlumberger fue el primer diseñador de joyas galardonado con el prestigioso premio "Coty American Fashion Critics" en 1958. "Schlumberger aporta a su arte principios de diseño clásicos del Renacimiento", afirmaba The Blue Book de 1986. Diana Vreeland, la respetada editora de Vogue, escribió que Schlumberger apreciaba "el milagro de las joyas, que para él son el camino y el medio para la realización de sus sueños". Creados en su estudio, en el entresuelo de la tienda insignia de Tiffany en la Quinta Avenida, sus diseños se convirtieron en de rigor para las mujeres de moda de la época, como Diana Vreeland, Babe Paley, Elizabeth Taylor y Audrey Hepburn. Quizá los más famosos de sus diseños fueron sus brazaletes de esmalte pailloné, apodados "Brazaletes Jackie" por la afición de la Primera Dama Jacqueline Kennedy Bouvier, que poseía varios de ellos. Los colores brillantes del brazalete se conseguían mediante una técnica inusual en la que el esmalte translúcido y la lámina se superponían. Este brazalete, uno de los diseños más perdurables de Schlumberger, aún se puede encontrar en las colecciones contemporáneas de Tiffany y sigue siendo admirado y codiciado. Sobre estos brazaletes, la editora de moda Diana Vreeland escribió: "Su esmalte es la perfección... Le gusta apuñalar el esmalte con clavos de oro, como para evitar que vuele de vuelta al mundo de la naturaleza del que ha tomado sus colores". Schlumberger se retiró a finales de los años setenta y murió en 1987, pero más de un centenar de sus diseños siguen siendo realizados por artesanos de Tiffany. En 1995, se convirtió en el tercer diseñador de joyas homenajeado con una retrospectiva de su obra titulada "Un Diamant dans la Ville" en el Musée des Arts Décoratifs de París, que aún conserva muchos de sus bocetos originales. Las piezas de Schlumberger no sólo han mantenido su valor en las subastas, sino que siguen aumentando en general.

Valorac. 3 000 - 4 000 EUR

Lote 96 - ANILLO DE RUBÍES Y DIAMANTES, MUY FINO, DE BULGARI Rubí en forma de cojín de 2,92 quilates en engaste de cuatro garras, entre dos diamantes en forma de pera, rodeado de diamantes talla brillante, montado en oro de 18 quilates, con un total de aproximadamente 3,00 quilates de diamantes, firmado Bvlgari y "CM 2.92", con la marca del fabricante "BB" de Bvlgari, talla N½. Acompañado de un informe del laboratorio Gübelin de Suiza, según el cual el rubí, de 2,92 quilates, es natural, de color rojo, de origen birmano, sin indicios de calentamiento (NTE). Informe nº 24010061, fechado el 30 de enero de 2024. Acompañado de una tarjeta de clasificación de piedras preciosas de Gübelin, que califica el rubí de "excelente" con 88,2 puntos. Aspectos de la calificación de Gübelin: https://www.gubelingemlab.com/en/gemlab/gemstone-rating Acompañado de fichas de información de Gübelin para piedras no calentadas y rubíes de Mogok, Birmania. La extracción de rubíes, especialmente en regiones como el valle de Mogok, en Birmania (Myanmar), tiene una rica historia que se remonta a más de un milenio. La zona de Mogok, famosa por sus excepcionales rubíes, ha mantenido su reputación por producir algunas de las gemas más deseadas a nivel mundial. Estos rubíes, caracterizados por su color rojo, su fluorescencia UV, su seda de rutilo y sus distintos patrones de crecimiento, deben su formación a una compleja interacción de factores geológicos. Las condiciones geológicas necesarias para la creación de rubíes de calidad gema son raras y precisas. Combinaciones específicas de elementos como el aluminio y el cromo, junto con las condiciones adecuadas de temperatura y presión, son esenciales para su formación en las profundidades de la Tierra. Estas condiciones sólo se dan en unos pocos lugares del mundo, por lo que la oferta de rubíes naturales de alta calidad es limitada. Tradicionalmente, los rubíes se tallaban y pulían sin mejoras significativas, y las imperfecciones se consideraban aceptables. Sin embargo, a medida que aumentaba la demanda de rubíes de alta calidad, también lo hacía la necesidad de tratamientos para mejorar su aspecto. Se han empleado técnicas modernas de calentamiento y aditivos químicos para realzar el atractivo visual de los rubíes, imitando las características de los especímenes no tratados. A pesar de los avances en los tratamientos, la demanda de rubíes naturales sin calentar sigue superando la limitada oferta. Estos rubíes, procedentes de diversas regiones como Birmania (Myanmar), Mozambique y Madagascar, entre otras, siguen siendo muy codiciados por su rareza y belleza intrínseca. Estado de conservación Diamantes: aprox. 3,00 quilates en total, brillantes y vivos Rubí: matiz rojo, tono medio, buena saturación, buena transparencia, facetas lisas. Inclusiones naturales visibles bajo una fuente de luz brillante y un aumento de 10x. Acompañado de un informe del laboratorio Gübelin de Suiza, según el cual el rubí, de 2,92 quilates, es natural, de color rojo, de origen birmano, sin indicios de calentamiento (NTE). Informe nº 24010061, fechado el 30 de enero de 2024. Acompañado de una tarjeta de clasificación de piedras preciosas de Gübelin, que califica el rubí de "excelente" con 88,2 puntos. Aspectos de la calificación de Gübelin: https://www.gubelingemlab.com/en/gemlab/gemstone-rating Acompañado de fichas de información de Gübelin para piedras no calentadas y rubíes de Mogok, Birmania. Marca del fabricante BB para Bulgari importado y vendido en Suiza. Pequeños signos de desgaste, en general en buen estado Peso bruto total aprox. 10g

Valorac. 40 000 - 60 000 EUR

Lote 100 - COLLAR DE DIAMANTES BICOLORADOS, DE FARAONE, CIRCA 1980 Compuesto de motivos de oro amarillo y oxidado ligeramente graduados con detalles de bandas pulidas, engastados alternativamente en la parte delantera con diamantes talla brillante, montado en oro de 18 quilates, diamantes aproximadamente 7,00-8,00 quilates en total.00cts total, firmado Faraone, con la marca del fabricante 'F', marca de registro italiano, circunferencia interior 37,5cm Fundada en 1860, esta marca de joyería de alta gama se ha convertido en el transcurso de más de ciento cincuenta años en sinónimo de glamour y estilo. Tras sus comienzos como casa de diseño art nouveau, pasó a una mentalidad más consciente de la marca, abriendo su primera boutique en la Via Montenapoleone de Milán en 1945. A partir de ahí, Faraone se hizo con una clientela que abarcaba desde estrellas de Hollywood hasta familias aristocráticas de la realeza italiana y europea. Sus diseños únicos y atemporales de metales preciosos y piedras preciosas consolidaron su reputación como joyería europea exclusiva. En 1960, la prominente familia italiana Settepassi, especializada en perlas y gemas preciosas desde hacía más de cuatro siglos, se hizo cargo de la empresa. En 1989, se asociaron con Tiffany & Co, la marca estadounidense de toda la vida que quería introducirse en el mercado continental. Faraone ayudó a consolidar la presencia de Tiffany & Co. en Europa, antes de separarse en 2001. La joven y talentosa Vittoria Bianchi se unió a la empresa como nueva directora general en 2012, impulsando una renovación completa de la marca con una nueva filosofía de producto que consistía en presentar dos nuevas líneas de joyería prêt-à-porter, i Composable y F di Faraone, junto con las piezas personalizadas más tradicionales, Sfere di Faraone. Desde 2016 Faraone también ha añadido un departamento de subastas a su casa, utilizando sus conocimientos expertos en joyería para crear dos subastas al año.

Valorac. 14 000 - 18 000 EUR