Null HUGO. Victor. 	 
El burro. 
París. Calmann Lévy. 1880. 1 volumen en 8, azul…
Descripción

HUGO. Victor. El burro. París. Calmann Lévy. 1880. 1 volumen en 8, azul medio chagrin, lomo ligeramente descolorido, bisagras rozadas. Primera edición, enriquecida con una carta autógrafa firmada por el autor: "Hommage à Madame Camille Sée. Victor Hugo".

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HUGO. Victor. El burro. París. Calmann Lévy. 1880. 1 volumen en 8, azul medio chagrin, lomo ligeramente descolorido, bisagras rozadas. Primera edición, enriquecida con una carta autógrafa firmada por el autor: "Hommage à Madame Camille Sée. Victor Hugo".

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[Bretaña] - LA PARNASSE CONTEMPORÁNEA DE BRETAÑA EN UN ÚNICO LIBRO DE ORO, 1912 Colección extremadamente rara y única titulada "Les poètes de Bretagne à Louis Tiercelin", encuadernada en 4 en medio chagrin, compuesta de 57 L.A.S. o P.A.S. (más de 100 páginas), formato in-8 e in-4, compuesta de manuscritos (poemas, prosas y partituras musicales) de artistas bretones de la Belle-Époque. El 1 de septiembre de 1912, los delegados del Parnaso bretón se reunieron en la villa de Louis Tiercelin en Kerazur, Paramé, para rendir homenaje al "príncipe de los poetas" y obsequiarle con este libro de visitas. Este album amicorum fue escrito por Édouard Beaufils, secretario de la revista literaria bretona L'Hermine, fundada por Tiercelin. Entre enero y junio de 1912, Beaufils solicitó y recopiló 57 textos inéditos y piezas musicales escritas por los autores que componen el Panteón Bretón, con el fin de rendir un homenaje espontáneo, amistoso y único al maestro de la poesía bretona de la época. 5 páginas manuscritas tituladas "Lettres de Buzulzo - La Jeunesse et l'Hermine", relatan la génesis y la creación de las dos revistas literarias bretonas: La jeunesse bretonne (1868-1869) y L'Hermine (1890-1911), y el papel protagonista desempeñado por Louis Tiercelin: "1868: primer número de La Jeunesse; 1911: último número de L'Hermine. ¡Éramos muy entusiastas como redactores de La Jeunesse! Éramos jóvenes y desprevenidos: manteníamos correspondencia con Victor Hugo, entonces en el exilio, y esperábamos con impaciencia las primeras Lanternes de Rochefort. Escribían crónicas teatrales y literarias, relatos cortos y ensayos filosóficos, y se negaban a rehuir cualquier género, ya fuera prosa o verso; incluso hacían representar dramas en el teatro de Rennes (...) y Tiercelin ya se abría camino hacia el Odéon, la Comédie française y la Opéra. (...) No había redacción en Jeunesse; nos reuníamos, lo que nos ahorraba la costumbre de ir a los cafés, en casa de uno u otro de los redactores, y allí discutíamos acaloradamente y sin aliento todas las cuestiones filosóficas, literarias, dramáticas o musicales de la agenda habitual del periódico. Siempre discrepábamos; nos dejábamos llevar un poco por el pelo, en gran detrimento de los que lo llevaban largo, pero las disensiones eran pasajeras y la amistad renacía inalterada. La Jeunesse duró así cuatro temporadas (...) luego vino el final de nuestros estudios universitarios y la guerra, que nos dispersó. Aparte de Tiercelin y Doynel, que habían sido compañeros de clase desde muy jóvenes y cuyos padres vivían en la misma ciudad, permanecimos, inexplicablemente, varios años sin vernos (...) Fue gracias a Tiercelin que las cordiales relaciones de antaño se reanudaron con renovado vigor entre los cuatro miembros supervivientes de La Jeunesse, y esta vez de forma ininterrumpida. Trabajador incansable, Tiercelin no cesó de publicar prosa, verso, novelas, dramas y comedias: Bretaña le proporcionaba el escenario y el tema (...) aún encontraba la manera de publicar el Hermine, creado y apoyado por él para fomentar el renacimiento de la literatura en Bretaña, una publicación mensual que le ocupaba un tiempo precioso, pero que prestaba un gran servicio a los jóvenes escritores bretones dándoles a conocer y proporcionándoles los consejos de una experiencia benévola. Durante 22 años mantuvo alta la bandera de su Hermine...". A finales del siglo XIX, las obras de Louis Tiercelin se representaban principalmente en el Odeón, la Ópera de París, la Comédie Française e incluso en toda Europa. En aquella época, la literatura de autores bretones era más apreciada en París que en Bretaña, donde los autores locales eran poco conocidos. En 1889, Louis Tiercelin y su amigo, el compositor de Guingamp Joseph-Guy Ropartz, publicaron L'anthologie des parnassiens bretons (La antología de los parnasianos bretones), una colección de poemas inéditos de autores con raíces bretonas. Era un verdadero manifiesto que atestiguaba la existencia de un movimiento cultural bretón. En enero de 1890, Louis Tiercelin se convirtió en el líder de este renacimiento literario y de este compromiso con la identidad bretona al crear la revista L'Hermine, que cubría la actualidad cultural bretona (poesía, teatro, cuentos, relatos cortos, etc.) y promovía las obras en lengua bretona y bilingües. Como escribe Jakeza Le Lay en su libro "Le Parnasse breton, un souffle avant-gardiste", el Parnasse era un verdadero panteón de "católicos, socialistas, monárquicos y druidas cuya única bandera real era el amor a Bretaña y a un ideal".

PABLO PICASSO (Málaga, 1881 - Mougins, Francia, 1973). "Visage larvé". De la colección "Medallón de oro".1967. Oro 23 kts, 6/20. Edición limitada a 20 ejemplares. Editor Pierre Hugo. Firma del artista y números grabados en el reverso. En su estuche de madera original. Medidas: 5 cm. de diámetro (medallón); 13 x 13 x 3 cm. (caja). Cada uno de los quince medallones colgantes de la serie "Medallón de oro" lleva la firma del artista y los números de referencia y edición de François Hugo. Concebido en 1956 y producido a partir de 1967, en una edición numerada de 20 ejemplares, más 2 de artista y 2 de autor. La fascinación de Picasso por explorar nuevos soportes nos lleva a su representación de un motivo favorito: un pez descansando dentro de otro pez. El tema aparece en sus obras de cerámica, como "Grand Poisson (Gran Pez), 1956", pero es en el oro donde la delicadeza y la intrincación de los dos peces cobran vida. El trazo es bello y el capricho se expresa maravillosamente en este raro medio. En los años cincuenta y sesenta, Picasso encargó a François Victor-Hugo, uno de los orfebres más consumados de la Francia de la época, la ejecución de una serie de fuentes, platos y medallones de oro y plata a partir de modelos originales diseñados por él. Estas fuentes y medallones fueron seleccionados individualmente, diseñados, vistos, aprobados y apreciados por Picasso en vida con tal fervor que, al principio, nunca tuvo intención de venderlos con fines lucrativos. Por ello, al principio, su existencia estaba envuelta en el secreto. Picasso se negó a prestarlas a galerías y museos y las ocultó a los visitantes de su casa, optando en su lugar por conservarlas como un tesoro privado. Sin embargo, Picasso cedió a la insistencia de Hugo y, en 1967, le autorizó a hacer una pequeña "edición numerada" de cada uno de ellos para su venta. No se vendieron públicamente, sino que se enviaron a sus respectivos compradores, por lo que apenas atrajeron publicidad, lo que las hizo bastante raras. Trabajando juntos durante los diez años siguientes, Picasso y Hugo crearon diecinueve medallones de oro y en cada serie se hicieron veinte series completas más dos reservadas al artista, constando cada serie de diecinueve medallones de oro.