Null ANTONI TÀPIES PUIG (Barcelona, 1923 - 2012).

"Infromal", 1987.

Aguatinta …
Descripción

ANTONI TÀPIES PUIG (Barcelona, 1923 - 2012). "Infromal", 1987. Aguatinta y carborundo a varias tintas (3 grises, negro, beige, blanco), copia H.C. Firmado y justificado a mano. Medidas: 82 x 69 cm; 87 x 173,5 cm (marco). La cruz y el número 8, dos motivos recurrentes en la obra de Tàpies, símbolos de la espiritualidad y del infinito respectivamente, reaparecen en este grabado a varias tintas. Cofundador de "Dau al Set" en 1948, Tàpies comienza a exponer en los Salones de Octubre de Barcelona, así como en el Salón de los Once celebrado en Madrid en 1949. Tras su primera exposición individual en las Galerías Layetanas, viaja a París en 1950, becado por el Instituto Francés. En 1953 expone individualmente en la galería neoyorquina de Martha Jackson. A partir de entonces, sus exposiciones, tanto colectivas como individuales, se suceden por todo el mundo, en destacadas galerías y museos como el Guggenheim de Nueva York o el Museo de Arte Moderno de París. Desde los años setenta, se le han dedicado antologías en Tokio (1976), Nueva York (1977 y 2005), Roma (1980), Ámsterdam (1980), Madrid (1980), Venecia (1982), Milán (1985), Viena (1986) y Bruselas (1986). Autodidacta, Tàpies ha creado un estilo propio dentro del arte de vanguardia del siglo XX, combinando tradición e innovación en un estilo abstracto pero cargado de simbolismo, dando gran relevancia al sustrato material de la obra. Cabe destacar el marcado sentido espiritual que el artista otorga a su obra, donde el soporte material trasciende su estado para significar un profundo análisis de la condición humana. La obra de Tàpies ha sido muy valorada internacionalmente, exponiéndose en los museos más prestigiosos del mundo. A lo largo de su carrera ha recibido numerosos premios y distinciones, entre los que destacan el Praemium Imperiale de Japón, el Premio Nacional de Cultura, el Gran Premio de Pintura de Francia, el Wolf Foundation of the Arts (1981), la Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya (1983), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1990), la Medalla Picasso de la Unesco (1993) y el Premio Velázquez de las Artes Plásticas (2003). Gran defensor de la cultura catalana, de la que está profundamente imbuido, Tàpies es un gran admirador del escritor místico Ramón Llull, así como del románico catalán y de la arquitectura de Gaudí. Al mismo tiempo, aprecia el arte y la filosofía orientales, que, como su propia obra, desdibujan la frontera entre la materia y el espíritu, entre el hombre y la naturaleza. Influido por el budismo, muestra en sus cuadros cómo el dolor, tanto físico como espiritual, es inherente a la vida. Antoni Tàpies está representado en importantes museos de todo el mundo, como la fundación que lleva su nombre en Barcelona, el Reina Sofía de Madrid, el Guggenheim de Berlín, Bilbao y Nueva York, el Fukoka Art Museum de Japón, el MoMA de Nueva York y la Tate Gallery de Londres.

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ANTONI TÀPIES PUIG (Barcelona, 1923 - 2012). "Infromal", 1987. Aguatinta y carborundo a varias tintas (3 grises, negro, beige, blanco), copia H.C. Firmado y justificado a mano. Medidas: 82 x 69 cm; 87 x 173,5 cm (marco). La cruz y el número 8, dos motivos recurrentes en la obra de Tàpies, símbolos de la espiritualidad y del infinito respectivamente, reaparecen en este grabado a varias tintas. Cofundador de "Dau al Set" en 1948, Tàpies comienza a exponer en los Salones de Octubre de Barcelona, así como en el Salón de los Once celebrado en Madrid en 1949. Tras su primera exposición individual en las Galerías Layetanas, viaja a París en 1950, becado por el Instituto Francés. En 1953 expone individualmente en la galería neoyorquina de Martha Jackson. A partir de entonces, sus exposiciones, tanto colectivas como individuales, se suceden por todo el mundo, en destacadas galerías y museos como el Guggenheim de Nueva York o el Museo de Arte Moderno de París. Desde los años setenta, se le han dedicado antologías en Tokio (1976), Nueva York (1977 y 2005), Roma (1980), Ámsterdam (1980), Madrid (1980), Venecia (1982), Milán (1985), Viena (1986) y Bruselas (1986). Autodidacta, Tàpies ha creado un estilo propio dentro del arte de vanguardia del siglo XX, combinando tradición e innovación en un estilo abstracto pero cargado de simbolismo, dando gran relevancia al sustrato material de la obra. Cabe destacar el marcado sentido espiritual que el artista otorga a su obra, donde el soporte material trasciende su estado para significar un profundo análisis de la condición humana. La obra de Tàpies ha sido muy valorada internacionalmente, exponiéndose en los museos más prestigiosos del mundo. A lo largo de su carrera ha recibido numerosos premios y distinciones, entre los que destacan el Praemium Imperiale de Japón, el Premio Nacional de Cultura, el Gran Premio de Pintura de Francia, el Wolf Foundation of the Arts (1981), la Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya (1983), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1990), la Medalla Picasso de la Unesco (1993) y el Premio Velázquez de las Artes Plásticas (2003). Gran defensor de la cultura catalana, de la que está profundamente imbuido, Tàpies es un gran admirador del escritor místico Ramón Llull, así como del románico catalán y de la arquitectura de Gaudí. Al mismo tiempo, aprecia el arte y la filosofía orientales, que, como su propia obra, desdibujan la frontera entre la materia y el espíritu, entre el hombre y la naturaleza. Influido por el budismo, muestra en sus cuadros cómo el dolor, tanto físico como espiritual, es inherente a la vida. Antoni Tàpies está representado en importantes museos de todo el mundo, como la fundación que lleva su nombre en Barcelona, el Reina Sofía de Madrid, el Guggenheim de Berlín, Bilbao y Nueva York, el Fukoka Art Museum de Japón, el MoMA de Nueva York y la Tate Gallery de Londres.

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