Null ALBERT RÀFOLS CASAMADA (Barcelona, 1923 - 2009).

"Casa solitària", 2000.

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Descripción

ALBERT RÀFOLS CASAMADA (Barcelona, 1923 - 2009). "Casa solitària", 2000. Acrílico sobre lienzo. Firmado y fechado en la esquina inferior derecha. Firmado, fechado y titulado al dorso. Medidas: 73 x 93 cm. Ràfols Casamada hablaba de su necesidad de "romper el espacio y recomponerlo mediante manchas de color, distribuirlas casi al azar y conseguir, mediante el color, que se sostengan y se relacionen" (Testimonio de un pintor, 1985). El cuadro que aquí se muestra da cuenta de esta búsqueda de depuración intelectual. Ràfols Casamada somete el cuadro a un juego tensional aparentemente aleatorio entre campo de color, vacío, mancha y gesto. En este lienzo, la abstracción lírica palpita con ímpetu a pesar de la base conceptual subyacente. Se hace eco de una feliz resolución entre complejidad intelectual y sencillez plástica, entre trascendencia e inmanencia. Pintor, pedagogo, escritor y artista gráfico, Ràfols Casamada goza hoy de gran prestigio internacional. Se inició en el mundo del dibujo y la pintura con su padre, Albert Ràfols Cullerés. En 1942 inició estudios de arquitectura, aunque pronto los abandonó para dedicarse a las artes plásticas. La influencia paterna postimpresionista y su particular cézannismo marcan las obras presentadas en su primera exposición, celebrada en 1946 en las galerías Pictòria de Barcelona, donde expuso con el grupo Els Vuit. Posteriormente, elaborará una abstracción poética, amorfa en su configuración, libre e inteligente, fruto de una lenta gestación y basada en ambientes, temas, objetos o grafismos de la vida cotidiana. Ràfols Casamada trabaja con estos fragmentos de realidad, de vida, en un proceso de desfiguración, jugando con las connotaciones, los valores plásticos y la riqueza visual de las diferentes lecturas posibles, en un intento de fijar la fugacidad de la realidad. En 1950 obtuvo una beca para viajar a Francia, y se instaló en París hasta 1954. Allí conoció la pintura figurativa postcubista, así como la obra de Picasso, Matisse, Braque y Miró, entre otros. Estas influencias se unieron en su pintura a la del expresionismo abstracto americano, que se desarrollaba al mismo tiempo. Cuando finalmente regresó a Barcelona, emprendió su propio camino artístico, con un estilo caracterizado por la elegancia compositiva, basado en estructuras ortogonales combinadas con un cromatismo emotivo y luminoso. Tras mostrar una interesante relación, en los años sesenta y setenta, con el neodada y el nuevo realismo, su obra se ha centrado en valores puramente pictóricos: campos de color en expresiva armonía sobre los que destacan líneas gestuales de carboncillo. Ha recibido numerosos galardones, como el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura en 1980, la Creu de Sant Jordi en 1982 y el Premio de las Artes de la CEOE en 1991. En 1985 fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, y es miembro honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 2003 la Generalitat le concedió el Premio Nacional de Artes Plásticas de Cataluña, y en 2009, sólo dos meses antes de su muerte, el Grup 62 le rindió homenaje en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Su obra se encuentra en los museos más importantes del mundo: el Reina Sofía de Madrid, el Guggenheim y el MOMA de Nueva York, el Museum of Modern Art de Los Ángeles, el Museo Picasso de Francia, el Georges Pompidou de París y el British Museum y la Tate Gallery de Londres, entre muchos otros.

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ALBERT RÀFOLS CASAMADA (Barcelona, 1923 - 2009). "Casa solitària", 2000. Acrílico sobre lienzo. Firmado y fechado en la esquina inferior derecha. Firmado, fechado y titulado al dorso. Medidas: 73 x 93 cm. Ràfols Casamada hablaba de su necesidad de "romper el espacio y recomponerlo mediante manchas de color, distribuirlas casi al azar y conseguir, mediante el color, que se sostengan y se relacionen" (Testimonio de un pintor, 1985). El cuadro que aquí se muestra da cuenta de esta búsqueda de depuración intelectual. Ràfols Casamada somete el cuadro a un juego tensional aparentemente aleatorio entre campo de color, vacío, mancha y gesto. En este lienzo, la abstracción lírica palpita con ímpetu a pesar de la base conceptual subyacente. Se hace eco de una feliz resolución entre complejidad intelectual y sencillez plástica, entre trascendencia e inmanencia. Pintor, pedagogo, escritor y artista gráfico, Ràfols Casamada goza hoy de gran prestigio internacional. Se inició en el mundo del dibujo y la pintura con su padre, Albert Ràfols Cullerés. En 1942 inició estudios de arquitectura, aunque pronto los abandonó para dedicarse a las artes plásticas. La influencia paterna postimpresionista y su particular cézannismo marcan las obras presentadas en su primera exposición, celebrada en 1946 en las galerías Pictòria de Barcelona, donde expuso con el grupo Els Vuit. Posteriormente, elaborará una abstracción poética, amorfa en su configuración, libre e inteligente, fruto de una lenta gestación y basada en ambientes, temas, objetos o grafismos de la vida cotidiana. Ràfols Casamada trabaja con estos fragmentos de realidad, de vida, en un proceso de desfiguración, jugando con las connotaciones, los valores plásticos y la riqueza visual de las diferentes lecturas posibles, en un intento de fijar la fugacidad de la realidad. En 1950 obtuvo una beca para viajar a Francia, y se instaló en París hasta 1954. Allí conoció la pintura figurativa postcubista, así como la obra de Picasso, Matisse, Braque y Miró, entre otros. Estas influencias se unieron en su pintura a la del expresionismo abstracto americano, que se desarrollaba al mismo tiempo. Cuando finalmente regresó a Barcelona, emprendió su propio camino artístico, con un estilo caracterizado por la elegancia compositiva, basado en estructuras ortogonales combinadas con un cromatismo emotivo y luminoso. Tras mostrar una interesante relación, en los años sesenta y setenta, con el neodada y el nuevo realismo, su obra se ha centrado en valores puramente pictóricos: campos de color en expresiva armonía sobre los que destacan líneas gestuales de carboncillo. Ha recibido numerosos galardones, como el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura en 1980, la Creu de Sant Jordi en 1982 y el Premio de las Artes de la CEOE en 1991. En 1985 fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, y es miembro honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 2003 la Generalitat le concedió el Premio Nacional de Artes Plásticas de Cataluña, y en 2009, sólo dos meses antes de su muerte, el Grup 62 le rindió homenaje en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Su obra se encuentra en los museos más importantes del mundo: el Reina Sofía de Madrid, el Guggenheim y el MOMA de Nueva York, el Museum of Modern Art de Los Ángeles, el Museo Picasso de Francia, el Georges Pompidou de París y el British Museum y la Tate Gallery de Londres, entre muchos otros.

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ALBERT RÀFOLS CASAMADA (Barcelona, 1923-2009). Untitled. 2002. Mixed media and wax on paper. Signed and dated. Measurements: 36 x 37 cm; 68,5 x 70 cm (frame). Painter, pedagogue, writer and graphic artist, Ràfols Casamada enjoys today great international prestige. He began in the world of drawing and painting with his father, Albert Ràfols Cullerés. In 1942 he began studying architecture, although he soon abandoned it to devote himself to the plastic arts. His father's post-impressionist influence and his particular cézannism mark the works presented in his first exhibition, held in 1946 at the Pictòria galleries in Barcelona, where he exhibited with the group Els Vuit. Subsequently, he will elaborate a poetic abstraction, amorphous in its configuration, free and intelligent, the result of a slow gestation and based on environments, themes, objects or graphics of everyday life. Ràfols Casamada works with these fragments of reality, of life, in a process of disfigurement, playing with the connotations, the plastic values and the visual richness of the possible different readings, in an attempt to fix the transience of reality. In 1950 he obtained a scholarship to travel to France, and settled in Paris until 1954. There he became acquainted with post-cubist figurative painting, as well as the work of Picasso, Matisse, Braque and Miró, among others. These influences were joined in his painting to that of American abstract expressionism, which was developing at the same time. When he finally returned to Barcelona, he embarked on his own artistic path, with a style characterized by compositional elegance, based on orthogonal structures combined with an emotive and luminous chromaticism. After showing an interesting relationship, in the sixties and seventies, with neo-dada and new realism, his work has focused on purely pictorial values: fields of color in expressive harmony on which gestural charcoal lines stand out. He has received a multitude of awards, such as the National Plastic Arts Award from the Ministry of Culture in 1980, the Creu de Sant Jordi in 1982 and the CEOE Arts Award in 1991. In 1985 he was named Knight of the Order of Arts and Letters of France, and is an honorary member of the Royal Academy of Fine Arts of San Fernando in Madrid. In 2003 the Generalitat awarded him the National Visual Arts Prize of Catalonia, and in 2009, just two months before his death, Grup 62 paid tribute to him at the National Art Museum of Catalonia. His work can be found in the most important museums around the world: the Reina Sofia in Madrid, the Guggenheim and MOMA in New York, the Museum of Modern Art in Los Angeles, the Picasso Museum in France, the Georges Pompidou in Paris and the British Museum and the Tate Gallery in London, among many others.