Null Círculo de VICENTE LÓPEZ PORTAÑA (Valencia, 1772 - Madrid, 1850).
"General …
Descripción

Círculo de VICENTE LÓPEZ PORTAÑA (Valencia, 1772 - Madrid, 1850). "General Francisco Javier Rocabertí Dameto, Marqués de Bellpuig". Óleo sobre lienzo. Sin firmar. Tamaño: 42 x 32,5 cm; 52 x 42,5 cm (marco). El presente lienzo está basado en el retrato que Vicente López Portaña pintó de Javier Rocabertí Dameto, Marqués de Bellpuig, actualmente conservado en el Museo del Castillo de Peralada. El lienzo original, pintado hacia 1816, le representa con el uniforme de general del ejército español. El presente retrato, aunque centrado sólo en el busto (el original es de medio cuerpo), es fiel a la expresión naturalista y a la técnica preciosista de Vicente López. Es atribuible al círculo más cercano del pintor valenciano. Vicente López comenzó su formación como alumno de Antonio de Villanueva en la Academia de San Carlos de Valencia, donde obtuvo el premio de primera clase en 1786 y 1789, y se le concedió una pensión para estudiar en Madrid. Una vez en la corte, al año siguiente obtuvo el primer puesto en el concurso de la Academia de San Fernando. Allí aprendió el sentido barroco y colorista de la composición y el gusto por el dibujo preciso y analítico. La fastuosidad barroca de los frescos de Luca Giordano y Corrado Giaquinto también tuvo una influencia decisiva en su lenguaje. Convertido en un artista consagrado, regresó a su ciudad natal en 1792. Allí recibió importantes encargos públicos y privados, como los retratos de Fernando VII y del mariscal Soult. En sus retratos López muestra su herencia valenciana, el peso del naturalismo de Ribera y Ribalta, así como su maestría en la reproducción de detalles y calidades. Su calidad en el campo del retrato hizo que Fernando VII le llamara de nuevo a la corte en 1814, nombrándole al año siguiente su primer pintor de corte. A partir de entonces se convirtió en el pintor más solicitado por la alta sociedad española, alternando su trabajo en la corte con la docencia, los cargos oficiales y los encargos privados. En 1823 asumió la dirección artística del Real Museo de Pinturas, para el que pintó un soberbio retrato de Francisco de Goya, hoy en el Prado. Se conservan obras de Vicente López en el Museo del Prado, el Museo de Bellas Artes de Valencia San Pío V, la Academia de San Fernando, el Museo Municipal de Játiva, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, la New York Historical Society, el Indianapolis Museum of Art, el J. Paul Getty Museum de Los Ángeles, la National Gallery of Modern and Contemporary Art de Roma y la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid.

27 

Círculo de VICENTE LÓPEZ PORTAÑA (Valencia, 1772 - Madrid, 1850). "General Francisco Javier Rocabertí Dameto, Marqués de Bellpuig". Óleo sobre lienzo. Sin firmar. Tamaño: 42 x 32,5 cm; 52 x 42,5 cm (marco). El presente lienzo está basado en el retrato que Vicente López Portaña pintó de Javier Rocabertí Dameto, Marqués de Bellpuig, actualmente conservado en el Museo del Castillo de Peralada. El lienzo original, pintado hacia 1816, le representa con el uniforme de general del ejército español. El presente retrato, aunque centrado sólo en el busto (el original es de medio cuerpo), es fiel a la expresión naturalista y a la técnica preciosista de Vicente López. Es atribuible al círculo más cercano del pintor valenciano. Vicente López comenzó su formación como alumno de Antonio de Villanueva en la Academia de San Carlos de Valencia, donde obtuvo el premio de primera clase en 1786 y 1789, y se le concedió una pensión para estudiar en Madrid. Una vez en la corte, al año siguiente obtuvo el primer puesto en el concurso de la Academia de San Fernando. Allí aprendió el sentido barroco y colorista de la composición y el gusto por el dibujo preciso y analítico. La fastuosidad barroca de los frescos de Luca Giordano y Corrado Giaquinto también tuvo una influencia decisiva en su lenguaje. Convertido en un artista consagrado, regresó a su ciudad natal en 1792. Allí recibió importantes encargos públicos y privados, como los retratos de Fernando VII y del mariscal Soult. En sus retratos López muestra su herencia valenciana, el peso del naturalismo de Ribera y Ribalta, así como su maestría en la reproducción de detalles y calidades. Su calidad en el campo del retrato hizo que Fernando VII le llamara de nuevo a la corte en 1814, nombrándole al año siguiente su primer pintor de corte. A partir de entonces se convirtió en el pintor más solicitado por la alta sociedad española, alternando su trabajo en la corte con la docencia, los cargos oficiales y los encargos privados. En 1823 asumió la dirección artística del Real Museo de Pinturas, para el que pintó un soberbio retrato de Francisco de Goya, hoy en el Prado. Se conservan obras de Vicente López en el Museo del Prado, el Museo de Bellas Artes de Valencia San Pío V, la Academia de San Fernando, el Museo Municipal de Játiva, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, la New York Historical Society, el Indianapolis Museum of Art, el J. Paul Getty Museum de Los Ángeles, la National Gallery of Modern and Contemporary Art de Roma y la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid.

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados

Podría interesarle

Escuela Valenciana; finales del siglo XVII. "Naturaleza muerta". Óleo sobre lienzo. Revestido. Presenta restauraciones. Medidas: 29,5 x 44 cm. Formalmente en esta obra destaca el delicado tratamiento de las diferentes calidades y texturas: la vasija, las hojas de las ramas de los frutos, etc. Este tipo de pinturas cuyos temas representaban bodegones, se consideraban inferiores en relación a la pintura religiosa o histórica. Sin embargo, Valencia contaba con una gran tradición de bodegones, lo que supuso el interés y desarrollo de esta pintura a lo largo de los diferentes siglos en los que no alcanzó la popularidad de épocas como finales del siglo XIX o principios del XX. La escuela valenciana se diferencia del resto de centros artísticos españoles contemporáneos, gracias a que durante la mayor parte de los siglos XV y XVI se produjo un importante asentamiento de pintores italianos y flamencos. Así, a lo largo de la historia del arte, Valencia ha sido un importante foco del arte español, junto a otras escuelas como la andaluza y la madrileña. En Valencia, el cambio del siglo XVII al XVIII no supuso una ruptura con la tradición anterior, sino una continuación de la misma. En 1768 se crea la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, institución que determinará un cambio hacia un clasicismo de raíces barrocas. En ella se formaron jóvenes artistas como José Vergara, Manuel Monfort, José Camarón, Vicente Marzo, Vicente López y Mariano Salvador Maella. Por otro lado, la recuperación económica dará lugar a una pujante burguesía industrial y comercial, que buscará distinguirse socialmente a través del mecenazgo artístico. Al mismo tiempo, la Iglesia perdía su monopolio como único cliente de los artistas. Todo ello determinará un cambio definitivo en el gusto, y también en los géneros tratados: la pintura religiosa convivirá ahora con el retrato burgués, el bodegón, el paisaje, los temas históricos y mitológicos y la pintura de género. Presenta restauraciones.