Statue of goddess Minerva.Roman. 1st to 2nd Century BC

Estatua de la diosa Minerva. Romano, siglo I-II d.C. Bronce. Procedencia: Colección privada, Japón, formada en la década de 1960. Galería Archaique, Japón, antes de 1997. Colección privada, Londres. Publicaciones: Antigüedades de Christie's. Londres 6 de diciembre de 2017. Lote 66 CONSERVACIÓN: Buen estado de conservación, sin restauraciones. Presenta una falta en la punta del dedo índice de la mano izquierda, así como en la punta del cuerno derecho del casco. Medidas: 18,5 cm de altura. Potente imagen escultórica de la diosa Minerva, realizada en bronce, trabajada con la técnica del hueco o vaciado, a la cera perdida. Las dimensiones de la figura son considerables en relación con los pequeños exvotos que se conservan con la imagen de Minerva (Atenea en el mundo griego). Lleva un peplum dórico que cae verticalmente, formando un amplio pliegue en las caderas, y que se ciñe por debajo de los pechos con un cordón anudado en el centro con una gran cinta caída. En todos los detalles de la vestimenta, y en el conjunto de la figura, que está cuidadosamente trabajada en redondo, se observa la delicadeza y la gran calidad del modelado, así como una especial atención a los detalles, inusual en las series de estatuas votivas conocidas de todo el Imperio, que suelen ser de resolución más sumaria. La figura de pie se compone a partir de la posición de la pierna izquierda, que apenas sobresale por debajo del vestido, como elemento de apoyo, y de la pierna derecha, que está ligeramente exenta. El torso parece ligeramente girado hacia la derecha: un efecto que se ve acentuado por la posición de la cabeza, erguida y girada hacia ese lado. Merece destacarse el preciso modelado del rostro ovalado y redondeado y la delicadeza con la que se resuelven los pequeños detalles de la cara, ya que los rasgos son suaves y se vislumbra una ligera sonrisa. Normalmente se la representa con un rostro sereno pero llamativo, mientras que esta estatuilla muestra un lado más juvenil y humano de Minerva, ya que en este caso no se la representa con sus atributos de guerra, como el escudo, la égida o el casco corintio emplumado. En cambio, está coronada por un casco ático con cuernos, que se lleva de forma similar. Estos cascos decorativos eran objetos ceremoniales más que funcionales. El casco libera los mechones laterales de su peinado y la larga cabellera, que, dividida en dos en forma de grandes trenzas contorneadas, se une en su espalda por debajo del extremo del penacho que prolonga la cresta del casco. Tipológicamente, corresponde al tema de la divinidad oferente, ya que en la mano del brazo derecho, avanzada hacia el espectador, sostiene la fiale o cuenco de libación, típica del arte ritual religioso de la antigua Grecia. El brazo izquierdo, levantado por encima de la cabeza con la mano entreabierta, marca sin duda la postura de sostener la lanza. Esta es una de las combinaciones, a excepción del casco con cuernos, con las que más se ha representado a la diosa en los exvotos, mucho más pequeña que la que aquí se muestra, pero con el casco más común del tipo de Atenea del Pireo. La calidad de esta obra la aproxima a las mejores obras de toréutica menor producidas por los talleres romano-orientales que trabajaron en estas estatuillas a partir de reinterpretaciones o variantes que remiten, tanto en la composición general como en los detalles o atributos específicos, a aquellos originales. En la mitología romana, Minerva es la diosa de la sabiduría, de las artes y de las técnicas de guerra, así como la protectora de Roma y la patrona de los artesanos. Para los griegos es la diosa de la guerra, la civilización, la sabiduría, la estrategia, la ciencia, la justicia y la habilidad. Es una de las principales divinidades del panteón griego y uno de los doce dioses olímpicos. Atenea era venerada en toda la antigua Grecia y en toda su zona de influencia, desde las colonias griegas de Asia Menor hasta la Península Ibérica y el norte de África.