JOSÉ DE ALFARO; Mexico
JOAN MIRÓ (Barcelona, 1893 - Palma de Mallorca, 1983).
"Femme", 1977.
Técnica mixta sobre papel. Metal y grafito.
Se adjunta certificado expedido por Adom.
Firmado en la zona central derecha. Fechado ('25 / XI / 77) y titulado en el reverso.
Medidas: 37 x 29,3 cm; 63 x 51,5 cm (marco).
Procedencia:
- Taller del artista.
- Pilar Juncosa Iglesias, Palma de Mallorca (por sucesión).
- Adquirido por colección privada en los años 80.
- Christie's. Venta 19966. Lote 307 de una importante colección privada española.
- Colección privada, Madrid.
Con su estilo idiosincrático, Miró representa en esta obra el cuerpo de una mujer. Una pieza en la que combina sus ligeros trazos con el collage, introduciendo un elemento que simula los rasgos del rostro de la mujer. Los trazos finos y delicados ocupan casi todo el espacio, concibiendo así una figura femenina redondeada y sugerente. La captación del cuerpo femenino fue una constante en la obra del artista, que trabajó este tema a través de diversos formatos, investigando su propia estética, de manera que se puede apreciar una gran diversidad en la representación del concepto de mujer en obras como "Femme", que se encuentra en la colección del Museo Reina Sofía de Madrid (1983), o la escultura "Dona y Pájaro", que se encuentra en el Parque Joan Miró de Barcelona.
Joan Miró se formó en Barcelona, entre la Escuela de la Lonja y la Academia Galí. A principios de 1918 realizó su primera exposición en las Galerías Dalmau de Barcelona. En 1920 se traslada a París y conoce a Picasso, Raynal, Max Jacob, Tzara y los dadaístas. Allí, bajo la influencia de los poetas y pintores surrealistas, fue madurando su estilo; trató de trasladar a lo visual la poesía surrealista, basada en la memoria, la fantasía y lo irracional. A partir de este momento, su estilo comenzó a evolucionar, llevándole a obras más etéreas en las que las formas y figuras orgánicas se reducían a puntos abstractos, líneas y manchas de color. En 1924 firmó el primer manifiesto surrealista, aunque la evolución de su obra, demasiado compleja, impide adscribirlo a una ortodoxia concreta. Su tercera exposición en París en 1928 fue su primer gran triunfo: el Museo de Arte Moderno de Nueva York adquirió dos de sus obras. Regresó a España en 1941, y ese mismo año el museo le dedicó una retrospectiva que sería su definitiva consagración internacional. Durante los años 50 experimentó con otros medios artísticos, como el grabado, la litografía y la cerámica. Desde 1956 hasta su muerte en 1983, vivió en Palma de Mallorca en una especie de exilio interno, mientras crecía su fama internacional. A lo largo de su vida recibió numerosos galardones, como los Grandes Premios de la Bienal de Venecia en 1954 y de la Fundación Guggenheim en 1959, el Premio Carnegie de Pintura en 1966, las Medallas de Oro de la Generalitat de Catalunya (1978) y de Bellas Artes (1980), y fue nombrado Doctor Honoris Causa por las universidades de Harvard y Barcelona. Su obra puede verse actualmente en la Fundación Joan Miró de Barcelona, inaugurada en 1975, así como en los principales museos de arte contemporáneo del mundo, como el Thyssen-Bornemisza, el MoMA de Nueva York, el Museo Reina Sofía de Madrid, la National Gallery de Washington, el MNAM de París y la Albright-Knox Art Gallery de Buffalo.
