Descripción
Escuela rusa, siglo XVIII. Nacimiento de Cristo. Témpera sobre tabla. Medidas: 26 x 20 cm. La iconografía de la Natividad llegó a Rusia desde Bizancio. Las primeras representaciones conocidas son un cuadro de la iglesia del Salvador de Nereditsa destruido por los nazis (1198) y un cuadro del monasterio de Mirozha de Pskov (1156). La iconografía de la fiesta de la Natividad de Cristo pertenece al tipo multiescénico: un solo icono representa varias escenas dedicadas al mismo acontecimiento. Las figuras centrales del icono son la Madre de Dios y el Niño Jesús acostado en una cueva, el lugar donde, según el Evangelio, nació el Señor. El Divino Niño Jesús se representa tumbado en el pesebre. Está rodeado por los animales, un asno y un buey, que, según la leyenda, estuvieron presentes en el nacimiento de Cristo y calentaron al Niño recién nacido con su aliento. Los Magos inclinados, que a la llamada de la estrella de Belén vinieron a adorar al Mesías y a ofrecerle sus regalos - oro, incienso y esmirna, también se muestran sentados ante el Señor. En el caso del icono que nos interesa, los Reyes Magos se encuentran en el lado izquierdo del icono, junto a la Virgen reclinada, y están mirando la estrella de Belén. En la esquina superior derecha del icono hay imágenes tradicionalmente pintadas de ángeles que alaban el nacimiento de Cristo. En la esquina inferior derecha del icono está el lavado del Niño Jesús después del nacimiento. En la esquina inferior izquierda, según la tradición, se representan dos figuras al mismo tiempo: una, la más grande, San José, y la otra, más pequeña, la figura de San Isaías el Profeta, que en tiempos del Antiguo Testamento predijo el nacimiento de Cristo. En general, todo el icono de la Natividad está pintado con colores vivos, que reflejan la alegría y el triunfo de todo el mundo visible e invisible por el nacimiento del Salvador. El tono verdoso en el que está pintado el marco de este icono lo sitúa cronológicamente en torno a la mitad del siglo XVIII, cuando este tipo de policromía para los fondos de los iconos o para grandes campos de color comenzó a popularizarse en Rusia.
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Escuela rusa, siglo XVIII. Nacimiento de Cristo. Témpera sobre tabla. Medidas: 26 x 20 cm. La iconografía de la Natividad llegó a Rusia desde Bizancio. Las primeras representaciones conocidas son un cuadro de la iglesia del Salvador de Nereditsa destruido por los nazis (1198) y un cuadro del monasterio de Mirozha de Pskov (1156). La iconografía de la fiesta de la Natividad de Cristo pertenece al tipo multiescénico: un solo icono representa varias escenas dedicadas al mismo acontecimiento. Las figuras centrales del icono son la Madre de Dios y el Niño Jesús acostado en una cueva, el lugar donde, según el Evangelio, nació el Señor. El Divino Niño Jesús se representa tumbado en el pesebre. Está rodeado por los animales, un asno y un buey, que, según la leyenda, estuvieron presentes en el nacimiento de Cristo y calentaron al Niño recién nacido con su aliento. Los Magos inclinados, que a la llamada de la estrella de Belén vinieron a adorar al Mesías y a ofrecerle sus regalos - oro, incienso y esmirna, también se muestran sentados ante el Señor. En el caso del icono que nos interesa, los Reyes Magos se encuentran en el lado izquierdo del icono, junto a la Virgen reclinada, y están mirando la estrella de Belén. En la esquina superior derecha del icono hay imágenes tradicionalmente pintadas de ángeles que alaban el nacimiento de Cristo. En la esquina inferior derecha del icono está el lavado del Niño Jesús después del nacimiento. En la esquina inferior izquierda, según la tradición, se representan dos figuras al mismo tiempo: una, la más grande, San José, y la otra, más pequeña, la figura de San Isaías el Profeta, que en tiempos del Antiguo Testamento predijo el nacimiento de Cristo. En general, todo el icono de la Natividad está pintado con colores vivos, que reflejan la alegría y el triunfo de todo el mundo visible e invisible por el nacimiento del Salvador. El tono verdoso en el que está pintado el marco de este icono lo sitúa cronológicamente en torno a la mitad del siglo XVIII, cuando este tipo de policromía para los fondos de los iconos o para grandes campos de color comenzó a popularizarse en Rusia.
