Descripción
Escuela rusa, talleres de los Viejos Creyentes, Moscú, s. XIX "Los venerables santos Basilio y Prokopiy, su discípulo con 12 escenas hagiográficas". Témpera, pan de oro sobre tabla. Medidas: 44,5 x 40 cm. San Basilio (no confundir con Basilio el Grande), que se encuentra a la izquierda del registro central del icono, vivió durante el reinado de León el Iconoclasta. Dejando el mundo con sus tentaciones, entró en un monasterio y llevó una vida monástica virtuosa. Cuando hubo persecución contra la veneración de los iconos sagrados, San Basilio resistió valientemente a los iconoclastas. Por ello fue encarcelado y sometido a muchas torturas, pero a pesar de ello Basilio rechazó la enseñanza herética de los iconoclastas y, junto con San Procopio, que se encuentra a nuestra derecha, defendió la verdad hasta el derramamiento de sangre. Al igual que el monje Procopio, San Basilio fue azotado por todo el cuerpo; luego fue encarcelado en la prisión, donde languideció durante mucho tiempo, hasta la muerte del piadoso rey León. A la muerte del torturador, el monje Basilio fue liberado junto con San Procopio y otros confesores y vivió como antes en obras de ayuno, convirtiendo a muchos a la fe ortodoxa y llevándolos a una vida virtuosa. Después de varios años de vida piadosa, se le concedió un bendito descanso y con oración, acción de gracias y una alegría indecible fue al Señor, a quien había amado desde su primera infancia. El presente icono tiene una serie de doce imágenes, que relatan la vida de San Basilio desde su nacimiento hasta su muerte. Los iconos hagiográficos son una tipología de la iconografía ortodoxa, y deben leerse como si fueran un libro, empezando por la esquina superior izquierda hasta la esquina inferior derecha. Todas las imágenes van acompañadas de inscripciones en el borde exterior del icono, que explican lo que ocurre en cada imagen. Junto con la bendición con dos dedos, que tienen algunos santos, y el nombre de Jesucristo como "IC XC", indica que se trata de un icono realizado en los talleres de los Antiguos Creyentes.
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Escuela rusa, talleres de los Viejos Creyentes, Moscú, s. XIX "Los venerables santos Basilio y Prokopiy, su discípulo con 12 escenas hagiográficas". Témpera, pan de oro sobre tabla. Medidas: 44,5 x 40 cm. San Basilio (no confundir con Basilio el Grande), que se encuentra a la izquierda del registro central del icono, vivió durante el reinado de León el Iconoclasta. Dejando el mundo con sus tentaciones, entró en un monasterio y llevó una vida monástica virtuosa. Cuando hubo persecución contra la veneración de los iconos sagrados, San Basilio resistió valientemente a los iconoclastas. Por ello fue encarcelado y sometido a muchas torturas, pero a pesar de ello Basilio rechazó la enseñanza herética de los iconoclastas y, junto con San Procopio, que se encuentra a nuestra derecha, defendió la verdad hasta el derramamiento de sangre. Al igual que el monje Procopio, San Basilio fue azotado por todo el cuerpo; luego fue encarcelado en la prisión, donde languideció durante mucho tiempo, hasta la muerte del piadoso rey León. A la muerte del torturador, el monje Basilio fue liberado junto con San Procopio y otros confesores y vivió como antes en obras de ayuno, convirtiendo a muchos a la fe ortodoxa y llevándolos a una vida virtuosa. Después de varios años de vida piadosa, se le concedió un bendito descanso y con oración, acción de gracias y una alegría indecible fue al Señor, a quien había amado desde su primera infancia. El presente icono tiene una serie de doce imágenes, que relatan la vida de San Basilio desde su nacimiento hasta su muerte. Los iconos hagiográficos son una tipología de la iconografía ortodoxa, y deben leerse como si fueran un libro, empezando por la esquina superior izquierda hasta la esquina inferior derecha. Todas las imágenes van acompañadas de inscripciones en el borde exterior del icono, que explican lo que ocurre en cada imagen. Junto con la bendición con dos dedos, que tienen algunos santos, y el nombre de Jesucristo como "IC XC", indica que se trata de un icono realizado en los talleres de los Antiguos Creyentes.
