GÉRICAULT Théodore (1791-1824).

L.A., [principios de 1823], a Madame Horace VERNET; 3 páginas pequeñas en-4, dirección. Bonita carta de coqueteo sentimental con Louise Vernet, durante su enfermedad. "A ver qué quieres, es pasión del espíritu o es sentimiento, melancolía tengo todo esto a tu servicio"... Su silencio fue "la única discreción y la más fina de todas, pues me moría de ganas de agradecerle sus buenas mermeladas, sus libros y, sobre todo, su amable visita, que para mí no tiene comparación. No sabes el valor que se le da a ciertas cosas en mi pequeño rincón, y aunque parece estar destinado sólo al dolor agudo, también sueño con la felicidad y la voluptuosidad allí. [...] Ciertamente es usted muy amable por haber venido a verme, pero haberme dejado allí después, ¿no le parece un poco la soga del ahorcado, después de todo no le pagan por complacerme, ¡yo le pagaría de buena gana! Escúcheme hasta el final y no se altere, estoy enfermo y ya sabe que a las personas de este tipo se les pasan muchas cosas. Las fantasías pertenecen a los niños, a los enfermos, algunos dicen que a las mujeres. No me atrevería a decirlo, pero me gustaría ver cómo pasa una de ellas por tu cabeza, sólo una [...No quiero que la gente se ría de mí, pero la palabra madame me parece tan imponente que he intentado decirla con un poco más de cariño, como parece que me autoriza un viejo conocido, y me atrevo a creer que también es un poco de vieja amistad". Pide noticias de la "bella y hermosa vecina" de Mme Vernet [probablemente la baronesa LALLEMAND, esposa del general]: "Me han hecho esperar que le gustaría recibirme, sólo sueño con ello. Así que me apresuro a tratar con mis verdugos; ¿crees que se debe a mi enfermedad? La veo encantadora, gentil y benévola, casi acariciadora también, y ofreciendo sólo una ligera resistencia a mis deseos. No la conozco de nada, pero no le digas ni una palabra de esto, me acusaría de presunción cuando sólo son sueños, y tampoco le digas que han jugado conmigo unas cuantas veces, pues eso también le daría la fantasía...