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Descripción

MIQUEL BARCELÓ ARTIGUES (Felanitx, Mallorca, 1957). "Chauvet. Cahier de félins". Libro de arte, libro de artista y lámina numerada y firmada por el artista. Ejemplar 423/2998. Editor: Artika Estuche de madera de arce. Medidas: 43 x 33 cm (libro de arte y libro de estudio); 88 x 33 cm (carpeta con lámina); 49 x 37 x 5,5 cm (caja). "Cahier de félins" es un homenaje a las cuevas de Chauvet. Edición única, limitada y numerada a 2998 ejemplares, siendo éste el número 1932 firmado por el artista. La obra consta de un estuche de madera de arce con la reproducción de un original de Miguel Barceló en técnica pirográfica, una reproducción facsímil del Cahier de félins propiedad del artista, un libro sobre el descubrimiento de la cueva de Chauvet y una lámina numerada con la reproducción de uno de los felinos del Cahier. Papel Tintoretto Gesso de 200 gr.Cubierta en tela de algodón con un original impreso en exclusiva por Barceló. Pintor y escultor, Barceló inició su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Palma de Mallorca, donde estudió entre 1972 y 1973. En 1974 debuta individualmente, a los diecisiete años, en la Galería Picarol de Mallorca. Ese mismo año se traslada a Barcelona, donde se matricula en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi, y realiza su primer viaje a París. En la capital francesa descubre la obra de Paul Klee, Fautrier, Wols y Dubuffet, así como el "art brut", estilo que ejercerá una importante influencia en sus primeras pinturas. Durante estos años lee mucho y se enriquece con obras tan diversas como los escritos de Breton y los surrealistas, el "Manifiesto Blanco" de Lucio Fontana o la "Historia Social de la Literatura y el Arte" de Arnold Hauser. En 1976 celebra su primera exposición individual en un museo: "Cadaverina 15" en el Museo de Mallorca, consistente en un montaje de 225 cajas de madera con tapas de cristal, con materiales orgánicos en descomposición en su interior. Ese mismo año, de vuelta en Mallorca, se une al grupo Taller Lunàtic y participa en sus actos sociales, políticos y culturales. En 1977 realiza un segundo viaje a París, y visita también Londres y Amsterdam. Ese mismo año expone por primera vez en Barcelona y conoce a Javier Mariscal, que se convertirá en uno de sus mejores amigos en la ciudad. Junto a él y al fotógrafo Antoni Catany participa, como miembro del grupo "Neón de Suro", en exposiciones en Canadá y California, y colabora en la publicación de la revista del mismo nombre. Es también en 1977 cuando recibe su primer encargo pictórico de gran formato: un mural para el comedor de un hotel en Cala Millor, Mallorca. Al año siguiente, con veintiún años, vende sus primeras obras a algunos coleccionistas y galerías, y finalmente se traslada a Barcelona. Su reconocimiento internacional comienza a principios de los ochenta, dando un impulso definitivo a su carrera tras su participación en la Bienal de São Paulo (1981) y en la Documenta de Kassel (1982). En 1986 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas, y desde entonces su obra ha sido reconocida a través de los más destacados galardones, como el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2003) o el Premio Sorolla de la Hispanic Society of America de Nueva York (2007). En la actualidad, Barceló está representado en los museos de arte contemporáneo más importantes del mundo, como el MoMA de Nueva York, el Centre Pompidou de París, el Guggenheim de Bilbao, el Marugami Hirai de Japón, el Reina Sofía de Madrid, el Patio Herreriano de Valladolid, el CAPC de Burdeos, el Carré d'Art de Nimes, el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas o el Museum of Fine Arts de Boston, entre otros.

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MIQUEL BARCELÓ ARTIGUES (Felanitx, Mallorca, 1957). "Chauvet. Cahier de félins". Libro de arte, libro de artista y lámina numerada y firmada por el artista. Ejemplar 423/2998. Editor: Artika Estuche de madera de arce. Medidas: 43 x 33 cm (libro de arte y libro de estudio); 88 x 33 cm (carpeta con lámina); 49 x 37 x 5,5 cm (caja). "Cahier de félins" es un homenaje a las cuevas de Chauvet. Edición única, limitada y numerada a 2998 ejemplares, siendo éste el número 1932 firmado por el artista. La obra consta de un estuche de madera de arce con la reproducción de un original de Miguel Barceló en técnica pirográfica, una reproducción facsímil del Cahier de félins propiedad del artista, un libro sobre el descubrimiento de la cueva de Chauvet y una lámina numerada con la reproducción de uno de los felinos del Cahier. Papel Tintoretto Gesso de 200 gr.Cubierta en tela de algodón con un original impreso en exclusiva por Barceló. Pintor y escultor, Barceló inició su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Palma de Mallorca, donde estudió entre 1972 y 1973. En 1974 debuta individualmente, a los diecisiete años, en la Galería Picarol de Mallorca. Ese mismo año se traslada a Barcelona, donde se matricula en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi, y realiza su primer viaje a París. En la capital francesa descubre la obra de Paul Klee, Fautrier, Wols y Dubuffet, así como el "art brut", estilo que ejercerá una importante influencia en sus primeras pinturas. Durante estos años lee mucho y se enriquece con obras tan diversas como los escritos de Breton y los surrealistas, el "Manifiesto Blanco" de Lucio Fontana o la "Historia Social de la Literatura y el Arte" de Arnold Hauser. En 1976 celebra su primera exposición individual en un museo: "Cadaverina 15" en el Museo de Mallorca, consistente en un montaje de 225 cajas de madera con tapas de cristal, con materiales orgánicos en descomposición en su interior. Ese mismo año, de vuelta en Mallorca, se une al grupo Taller Lunàtic y participa en sus actos sociales, políticos y culturales. En 1977 realiza un segundo viaje a París, y visita también Londres y Amsterdam. Ese mismo año expone por primera vez en Barcelona y conoce a Javier Mariscal, que se convertirá en uno de sus mejores amigos en la ciudad. Junto a él y al fotógrafo Antoni Catany participa, como miembro del grupo "Neón de Suro", en exposiciones en Canadá y California, y colabora en la publicación de la revista del mismo nombre. Es también en 1977 cuando recibe su primer encargo pictórico de gran formato: un mural para el comedor de un hotel en Cala Millor, Mallorca. Al año siguiente, con veintiún años, vende sus primeras obras a algunos coleccionistas y galerías, y finalmente se traslada a Barcelona. Su reconocimiento internacional comienza a principios de los ochenta, dando un impulso definitivo a su carrera tras su participación en la Bienal de São Paulo (1981) y en la Documenta de Kassel (1982). En 1986 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas, y desde entonces su obra ha sido reconocida a través de los más destacados galardones, como el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2003) o el Premio Sorolla de la Hispanic Society of America de Nueva York (2007). En la actualidad, Barceló está representado en los museos de arte contemporáneo más importantes del mundo, como el MoMA de Nueva York, el Centre Pompidou de París, el Guggenheim de Bilbao, el Marugami Hirai de Japón, el Reina Sofía de Madrid, el Patio Herreriano de Valladolid, el CAPC de Burdeos, el Carré d'Art de Nimes, el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas o el Museum of Fine Arts de Boston, entre otros.

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JOSÉ MANUEL BROTO GIMENO (Zaragoza, 1949). "Hierros", 2000. Acrílico sobre lienzo y madera. Firmado, fechado y titulado al dorso. Tamaño: 100 x 100 cm. Pintor aragonés enmarcado dentro de la nueva abstracción de los años setenta, siendo considerado como una de las figuras más significativas de la pintura española contemporánea, José Manuel Broto articula su lenguaje plástico utilizando el color, modulándolo en sutiles variaciones tonales que evocan sinfonías musicales. Las influencias artísticas recibidas a lo largo de su carrera le condujeron hacia una abstracción próxima a artistas como Mark Rothko, Barnett Newman, Clyfford Still, Robert Motherwell o Sam Francis, basada en el lirismo y, en algunos casos, en lo sublime. Para él fue fundamental el camino abierto por Antoni Tàpies, que rehuyó lo conceptual para practicar un arte material basado en la esencialidad de la pintura. Así, en esta obra, Broto utiliza un lenguaje abstracto, basado en una geometría irregular, libre tanto en su trazado como en sus texturas y colores. Las formas pictóricas son fruto de la dualidad, ya que se resuelven mediante una composición meditada y también mediante la experimentación. El resultado es una imagen que trasciende, indicando al espectador que estamos ante formas, ideas o sugerencias que traspasan los límites de lo puramente pictórico. José Manuel Broto estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza, y expuso por primera vez en 1968 (galería Galdeano), mostrando un estilo en línea con el constructivismo. En 1972 se traslada a Barcelona, donde funda el grupo Trama junto con Javier Rubio, Xavier Grau y Gonzalo Tena. Con este grupo presentó su obra en 1976 en la galería Maeght de Barcelona, con el apoyo de Antonio Tàpies. Trama también publicó una revista de arte del mismo nombre, de la que, sin embargo, sólo aparecieron dos números (1976-1977). Sin embargo, tras la disolución del grupo, Broto se orientó hacia un lenguaje próximo al expresionismo abstracto, que incorporaba a su obra un paisaje natural primitivo. Mostró estas nuevas obras en su primera exposición individual en París, celebrada en 1984 en la galería Adrien Maeght. Al año siguiente abandonó Barcelona y se instaló en la capital francesa, donde pasó diez años y coincidió con otros artistas españoles como Barceló, Campano y Sicilia. Durante su etapa parisina, Broto sustituyó los temas románticos por formas más austeras y abstractas, y su obra se llenó de formas orgánicas relacionadas con la tradición ascética y mística. A mediados de los ochenta regresa a España, esta vez instalándose en Mallorca. Ya un artista maduro, practica una neoabstracción directamente vinculada a la escuela catalana de los años setenta, influida en sus orígenes por los principios estéticos y plásticos del grupo francés Soporte/Superficie, que en 1966 reclamaba una vuelta a la pintura tras el desorden producido por los movimientos conceptuales. A partir de 1998, su abanico temático se amplía a figuras espaciales, transparencias, formas atmosféricas, etc., combinadas con un tratamiento colorista y una estructura rigurosa. A lo largo de su carrera, Broto ha realizado numerosas exposiciones, y ha sido galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas (1995), el Premio ARCO de la Asociación de Críticos (1997) y el Premio Aragón Goya de Grabado (2003). En 1995 el Museo Reina Sofía de Madrid le dedicó una exposición retrospectiva. Actualmente está representado en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, el FRAC (Midi-Pyrénées, Francia), la Chase Manhattan Bank Collection de Nueva York, la Fundación Juan March, el Reina Sofía, el Metropolitan Museum de Nueva York, el Fond National d'Art Contemporain de París, la Colección Kampo de Tokio, la Fundación Tàpies de Barcelona, la Colección DOVE de Zúrich, el Ateneum de Helsinki, la Fundación Peter Stuyvesant de Ámsterdam, la Maeght de Francia, la Colección La Caixa de Barcelona, la Preussag de Hannover y el IVAM de Valencia.

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