Pere Navarro Escuder (Barcelona, fles. Del s.XIX-ppios. Del s.XX) 
Paisaje con f…
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Pere Navarro Escuder (Barcelona, fles. del s.XIX-ppios. del s.XX) Paisaje con figura. Pere Navarro Escuder (Barcelona, fles. del s.XIX-ppios. del s.XX) Paisaje con figura. Óleo sobre lienzo. Firmado. 59,5 x 100 cm. Presenta desperfecto.

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Pere Navarro Escuder (Barcelona, fles. del s.XIX-ppios. del

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JOAN MIRÓ I FERRÀ (Barcelona, 1893 - Palma de Mallorca, 1983). "Homenaje a Gaudí". Libro de estudios adjunto y libro de arte con reproducciones de los 21 grabados que Joan Miró realizó en su Homenaje a Gaudí, con textos creados por Pere Gimferrer. Edición limitada, ejemplar 981/998. Edición única Editorial Planeta. En estuche de madera. Medidas: 50 x 70 cm (libro de arte); 27 x 37,5 cm (libro de estudio); 56 x 76 x 8 cm (estuche) 86 x 69 x 16 cm (caja). La reproducción, 80% del original, se ha realizado a partir de la colección depositada en la Fundació Joan Miró de Barcelona. Las reproducciones han sido impresas sobre papel Fedrigoni Stucco Tintoretto de 220 g, y encoladas a mano sobre cartulina negra Tintoretto Ceylon Black Pepper de 200 g.Edición limitada de 998 ejemplares, numerados del I al X los diez primeros y del 1 al 988 los restantes, según acta notarial.Joan Miró se forma en Barcelona, y debuta individualmente en 1918, en las Galerías Dalmau. En 1920 se traslada a París y conoce a Picasso, Raynal, Max Jacob, Tzara y los dadaístas. Allí, bajo la influencia de poetas y pintores surrealistas, madura su estilo; intenta transponer a lo visual la poesía surrealista, basada en la memoria, la fantasía y lo irracional. Su tercera exposición en París, en 1928, fue su primer gran triunfo: el Museo de Arte Moderno de Nueva York adquirió dos de sus obras. Regresó a España en 1941, y ese mismo año el museo le dedicó una retrospectiva que supondría su definitiva consagración internacional. A lo largo de su vida recibió numerosos galardones, como los Grandes Premios de la Bienal de Venecia y de la Fundación Guggenheim, el Premio Carnegie de Pintura, las Medallas de Oro de la Generalitat de Cataluña y de Bellas Artes, y fue nombrado Doctor Honoris Causa por las universidades de Harvard y Barcelona. Actualmente, su obra puede verse en la Fundación Joan Miró de Barcelona, así como en el Museo Thyssen-Bornemisza, el MoMA de Nueva York, el Museo Reina Sofía de Madrid, la National Gallery de Washington, el MNAM de París y la Albright-Knox Art Gallery de Buffalo.

PERE PRUNA OCERANS (Barcelona, 1904 - 1977). "Desnudo femenino", 1956. Óleo sobre lienzo. Firmado y fechado en la esquina inferior derecha. Medidas: 115 x 86 cm; 126 x 97 cm (marco). Una joven de figura estilizada se apoya en la barandilla con una mano mientras con la otra sostiene un velo transparente que le cubre la cabeza. Detrás de ella se abre un paisaje con una primera línea de altos cipreses entre cuyas largas copas se divisa una casa de campo. La niña responde al prototipo de mujer melancólica y frágil, misteriosa y sutil en sus movimientos, que Pere Pruna forjó situando a sus modelos femeninas en escenarios tranquilos, cargados de resonancias metafísicas. Pruna se centró en el retrato y en la figura femenina, dotándola de elegancia y delicadeza. Esta pintura está en sintonía con el retorno al orden defendido por las vanguardias (entre ellas Picasso) en los años treinta y cuarenta, tras el periodo cubista y fauve. De hecho, Cocteau, gran amigo de Pruna, fue uno de los promotores de esta vuelta al clasicismo, en la que Pruna encontraría su expresión más auténtica en las décadas siguientes. Este lienzo nos adentra en una atmósfera sugerente, sensual e íntima. Artista principalmente autodidacta, Pere Pruna completó su formación en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. Tras empezar a exponer en Barcelona siendo aún muy joven, viajó a París en 1921, donde recibió la ayuda y la guía de Picasso. En la capital francesa realizó una exitosa exposición individual en la Galerie Percier, y entró en contacto con intelectuales como Cocteau, Drieu la Rochelle, Max Jacob y otros, con los que fundó la revista "Philosophie" en 1924. Serge Diaghilev, que visitó una de sus exposiciones, también le propuso crear los decorados y el vestuario del ballet "Les matelots" en 1925. Desde entonces también trabajó en otras obras musicales, como "La vie de Polichinele" (1934) y "Oriane" (1938), entre otras. En 1928 obtuvo el segundo premio absoluto en la exposición del Carnegie Institute de Pittsburg y posteriormente, a su regreso a Barcelona, obtuvo otros galardones como el concurso "Montserrat vista por los artistas catalanes" (1931) o el Premio Nonell (1936). Este último estuvo rodeado de polémica, ya que Pruna lo obtuvo por su óleo "El vi de Chios", para el que utilizó como modelo una fotografía publicada en una revista pornográfica parisina. Ante el revuelo causado, Pruna renunció al premio, pero el jurado ratificó su decisión. Tras el estallido de la Guerra Civil, Pruna se instala en París y prosigue su actividad expositiva internacional, con una exposición organizada en Londres en 1937. Al mismo tiempo trabajó para los servicios de propaganda de Ridruejo, con obras como el cartel conmemorativo de la promulgación de la Fuerza del Trabajo, y Eugenio d'Ors, Jefe Nacional de Bellas Artes, le presentó a la representación española en la Bienal de Venecia de 1938. Tras la guerra compaginó las exposiciones de pintura de caballete con la pintura mural, género en el que fue especialmente celebrada su obra en el Monasterio de Montserrat. En 1965 ganó el premio Ciudad de Barcelona, y tres años más tarde fue nombrado académico del Far de Sant Cristòfor. Pere Pruna está representado actualmente en el Museo de Montserrat, donde hay un espacio con su nombre, el MACBA de Barcelona y el Museo Maricel de Sitges, entre otros.

JULIO BORRELL PLA (Barcelona, 1877 - 1957). "La carta". Óleo sobre lienzo. Firmado en la esquina inferior. Medidas: 181 x 103 cm. Dos mujeres jóvenes leen una carta. La emoción se revela en sus perladas sonrisas y en el brillo de sus ojos. Julio Borrell capta con ingenio la vivacidad de las expresiones y describe con maestría los pliegues y encajes de las prendas folclóricas. Hijo y discípulo de Pere Borrell del Caso, Julio Borrell se formó en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi de Barcelona. De su padre recibió la influencia de los nazarenos Claudio Lorenzale y Pablo Milà i Fontanals. En 1888, con once años, participó con un lienzo en el concurso de Barcelona de la Exposición Universal, junto con su hermano Ramón, también pintor. A partir de 1894 participó en casi todas las exposiciones oficiales celebradas en Barcelona y Madrid, siendo galardonado con mención honorífica en 1897. Ese mismo año obtuvo una segunda medalla en la exposición de Arcachon, Francia. Su nombre tuvo una resonancia especial a lo largo de sus exposiciones en la Sala Parés de Barcelona, entre 1915 y 1920. Su amplia producción incluye obras tanto al óleo como al pastel, y abarca una gran variedad de temas. El tema que más cultivó fue el de la clásica maja española, la mujer con mantilla y peineta, representada en su personal estilo sensorial, con extraordinaria maestría y gran dominio del dibujo. Entre sus numerosos cuadros, algunos de los cuales han sido ampliamente reproducidos, destacan "El viático al Liceo", "Lavapiés en Jueves Santo", "Bodas reales", que pintó para el rey Alfonso XIII, "Luna de miel", "El triunfo del cristianismo", etc. También se dedicó a la pintura decorativa, realizando murales religiosos para la iglesia de San Francisco de Buenos Aires y la cúpula de la Basílica de la Merced de Barcelona, destruida en 1936. A lo largo de su carrera, Borrell realizó numerosas exposiciones individuales en diversas galerías barcelonesas y participó en exposiciones colectivas y concursos. Muchas de sus obras están expuestas en el MACBA, así como en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y otros.

PERE COSP (Barcelona, 1907-2007). Pareja de sillas calzador, 1948-1949. Madera de nogal. Marcas de uso. Tapicería dañada y sucia. Necesita renovación. Xilófagos antiguos. Procedencia: Casa en Llavaneras (Barcelona) con interior diseñado íntegramente por Pere Cosp en 1948-1949, referenciado en la web dedicada al autor, perecosp.wordpress.com, donde se recogen los diseños de interior más importantes que realizó para particulares y empresas. Medidas: 72 x 43 x 47 cm. Pareja de sillas calzadas diseñadas por Pere Cosp, con patas traseras de sable y respaldo calado. El acabado artesanal se combina con un concepto moderno, característico del autor. Pere Cosp fue un interiorista barcelonés. De formación eminentemente autodidacta, Pere Cosp reorientó el taller artesanal familiar hacia el interiorismo y la decoración integral. La profesión le sirvió para dar rienda suelta a su talento creativo, intencionadamente alejado de las modas y tendencias de la época. Prueba de la personalidad inconformista e inquieta que le definía son los diseños de sus muebles, que aún conservan un espíritu innovador y transgresor. Cosp asistió a la Escuela de Artes y Bellos Oficios, así como a las clases de perspectiva del profesor Arola. Pero más importante para él fue la parte práctica: entrar en el taller familiar y conocer de primera mano todos los oficios que allí se realizaban: dorados, molduras y todo tipo de trabajos de restauración. También trabajó con el mueblista Alonso y el decorador Parcerises. Pere Cosp fue pionero en la utilización de materiales que podríamos llamar humildes, como la madera de pino, el aglomerado, la rafia, etc., que elevó a un nivel superior por su tratamiento y utilización. Colaboró a menudo con otros oficios: en el campo del metal, trabajó con Biosca y Botey y Pere Peronella. En esta línea de colaboraciones, produjo pies de biombo, apliques de pared, muebles de exterior para jardines, una extensa colección de pomos y tiradores. La decoración de estos elementos o el acabado final se realizaba siempre en el taller. Realizaba combinaciones de gran belleza: piedra, mármol -Terra Passani era el principal proveedor-, mosaico, en colaboración con Bru, vidrio, Granell, esmalte, Morató, lacas. A lo largo de sus 50 años de carrera, transformó un centenar de casas particulares en viviendas modernas, a menudo adelantadas a su tiempo. Su sello personal impregnaba cada rincón del hogar: distribuía los espacios, diseñaba el mobiliario y decidía hasta el más mínimo detalle decorativo.