JOSE PAREDES JARDIEL Madrid (1928) / Villajoyosa, Alicante (2000) "Caught", 1962…
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JOSE PAREDES JARDIEL Madrid (1928) / Villajoyosa, Alicante (2000) "Caught", 1962 Mixed technique on tablex Signed and dated in the lower right corner Measurements: 50 x 65 cm

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JOSE PAREDES JARDIEL Madrid (1928) / Villajoyosa, Alicante (2000) "Caught", 1962 Mixed technique on tablex Signed and dated in the lower right corner Measurements: 50 x 65 cm

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BENJAMIN PALENCIA (Barrax, Albacete, 1894 - Madrid, 1980). Sin título, 1948. Acuarela y tinta sobre papel. Firmado en la esquina inferior derecha. Procedencia: Galería Ignacio Lassaletta. Certificado adjunto Medidas: 34 x 25 cm,; 65 x 56 cm. Fundador de la Escuela de Vallecas junto al escultor Alberto Sánchez, Benjamín Palencia fue uno de los más importantes herederos de la poética del paisaje castellano propia de la Generación del 98. Con sólo quince años Palencia abandona su pueblo natal y se instala en Madrid para desarrollar su formación a través de sus frecuentes visitas al Museo del Prado, ya que siempre rechazó las enseñanzas oficiales de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1925 participa en la Exposición de Artistas Ibéricos celebrada en el Palacio del Retiro de Madrid, y en 1926 viaja por primera vez a París. Allí conoce a Picasso, Gargallo y Miró y entra en contacto con la técnica del collage, que más tarde aplicará a su obra, incorporando nuevos materiales como la arena o la ceniza. Será a partir de esta estancia parisina cuando la obra de Palencia adquiera un tono surrealista, evidenciado en una cada vez mayor libertad expresiva que alcanzará su plenitud en su periodo de madurez. A su regreso a Madrid funda la Escuela de Vallecas (1927), y debuta individualmente en el Museo de Arte Moderno (1928). Palencia irá abandonando los bodegones para retomar el paisaje castellano, plasmándolo a través de una magnífica síntesis entre tradición y vanguardia. Esta personal estética del paisaje alcanzará su culminación en la Escuela de Vallecas y, tras una brillante incursión surrealista a principios de los años treinta, al estallar la Guerra Civil Palencia permanece en Madrid, sufriendo como sus compañeros de generación un periodo de profunda crisis. Tras la guerra, entre 1939 y 1940 su pintura da un giro radical; abandona las influencias cubistas y abstractas e incluso los aspectos surrealistas, en busca de un arte de fuerte impacto cromático, vinculado al fauvismo. Centrado en su labor como paisajista, en 1942 Palencia retoma la experiencia de la Escuela de Vallecas junto a los jóvenes pintores Álvar Delgado, Carlos Pascual de Lara, Gregorio del Olmo, Enrique Núñez Casteló y Francisco San José. Su obra recogerá imágenes del campo castellano y de sus campesinos y animales; su pintura se convierte en testimonio de lo rudo, lo tosco y lo rural, de la sutil expresividad de la sobriedad castellana. Ya plenamente consolidado, en 1943 obtiene la primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes y en 1944 es seleccionado para participar en el Salón de los Once de Eugenio D'Ors en Madrid. Al año siguiente se le concede la medalla de honor de la Exposición Nacional, aunque renuncia a ella para facilitar su concesión a José Gutiérrez Solana, fallecido pocos días antes del fallo del jurado. A partir de esta década, sus exposiciones en centros de arte y galerías como el Círculo de Bellas Artes de Madrid o la galería Estilo, y en 1946 vuelve a ser seleccionado para el Salón de los Once. También comenzó a participar en exposiciones internacionales, como las de Arte Español Contemporáneo celebradas en 1947 en Buenos Aires, Río de Janeiro y Sao Paulo. También obtuvo el Gran Premio de la Bienal Hispanoamericana de Madrid (1951) y expuso en el Museo de Arte Moderno de París (1951), la Bienal de Venecia (1956), el Palacio de la Princesa de Paravinci de Roma (1965), etc. En 1973 fue nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y en 1978 ingresó en la Academia de San Jorge de Barcelona. Ese mismo año se le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Benjamín Palencia está representado actualmente en el Museo Nacional Reina Sofía, en el Patio Herreriano de Valladolid y en los Museos de Bellas Artes de Valencia y Albacete, entre otros muchos.

JOSE MARÍA BARREIRO (Forcarei, Pontevedra, 1940). "Músicos gallegos". Óleo sobre táblex. Firmado en el margen inferior. Medidas: 68 x 55 cm; 86,5 x 74 cm (marco). José María Barreiro vuelve el guante al tema folclórico en este óleo con una pareja de músicos gallegos (un gaitero, un tamborilero) resuelto con una paleta post-fauve. Barreiro realizó su primera exposición individual en 1961, y dos años después emprendió un viaje de estudios por Europa que le llevó a París. Allí estudió la escuela francesa y expuso su obra, lo que también hizo en Bélgica y Alemania. Entre 1965 y 1966 pintó una serie de murales en casas comerciales de Vigo, donde expuso en 1967 en la Galería Velázquez. En los años siguientes realiza exposiciones en diferentes ciudades españolas, y en 1969 realiza un viaje a Argentina, donde realiza una nueva exposición. Instalado en Buenos Aires, compagina la pintura con diversos proyectos de decoración para Harrods. En 1971 realiza un viaje a Chile, Brasil y Uruguay, y a su regreso en 1972 realiza una importante exposición en la Galería Perla Marino de la capital argentina. Regresa a España y expone en Pontevedra, donde participa en la Bienal de ese mismo año. En los años siguientes expuso en Galicia, Murcia, Valladolid, Madrid, Barcelona y Tenerife, y en 1986 realizó una retrospectiva en Terra de Montes. Tres años más tarde debuta en la galería de arte Durán de Madrid, donde expone bianualmente con gran éxito. En 1991 expone en Estados Unidos, en la feria Arte Chicago, y antes de finalizar el año también lo hace en Lisboa. Durante los noventa también mostrará su obra en Miami, sin dejar de lado sus habituales exposiciones en España.

BENJAMÍN PALENCIA (Barrax, Albacete, 1894 - Madrid, 1980). "Payaso". 1948. Tinta sobre papel. Firmado y fechado en la esquina inferior derecha. Obra verificada por Ramón Palencia Medidas: 44 x 28 cm. Fundador de la Escuela de Vallecas junto al escultor Alberto Sánchez, Benjamín Palencia fue uno de los más importantes herederos de la poética del paisaje castellano propia de la Generación del 98. Con sólo quince años, Palencia abandonó su pueblo natal y se instaló en Madrid para desarrollar su formación a través de sus frecuentes visitas al Museo del Prado, ya que siempre rechazó las enseñanzas oficiales de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1925 participó en la Exposición de Artistas Ibéricos celebrada en el Palacio del Retiro de Madrid, y en 1926 viajó por primera vez a París. Allí conoce a Picasso, Gargallo y Miró y entra en contacto con la técnica del collage, que más tarde aplicará a su obra, incorporando nuevos materiales como la arena y la ceniza. Fue durante esta estancia parisina cuando la obra de Palencia adquirió un tono surrealista, manifestado en una libertad expresiva cada vez mayor que alcanzó su punto álgido en su etapa de madurez. A su regreso a Madrid funda la Escuela de Vallecas (1927) y debuta individualmente en el Museo de Arte Moderno (1928). Palencia fue abandonando las naturalezas muertas en favor de los paisajes castellanos. Esta personal estética paisajística alcanzó su culminación en la Escuela de Vallecas y, tras una brillante incursión surrealista a principios de los años treinta, al estallar la Guerra Civil Palencia permaneció en Madrid y, como sus compañeros de generación, atravesó un periodo de profunda crisis. Finalizada la guerra, entre 1939 y 1940 su pintura dio un giro radical; abandonó las influencias cubistas en busca de un arte de fuerte impacto cromático. Centrado en su labor como paisajista, en 1942 Palencia retoma la experiencia de la Escuela de Vallecas junto a los jóvenes pintores Álvar Delgado, Carlos Pascual de Lara, Gregorio del Olmo, Enrique Núñez Casteló y Francisco San José. Su obra incluiría imágenes del campo castellano y de sus campesinos y animales; una vez plenamente consolidado, en 1943 obtuvo la primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes y en 1944 fue seleccionado para participar en el Salón de los Once de Eugenio D'Ors en Madrid. Al año siguiente obtuvo la medalla de honor de la Exposición Nacional, aunque renunció a ella para facilitar su concesión a José Gutiérrez Solana, fallecido pocos días antes del fallo del jurado. A partir de esta década expone en centros de arte y galerías como el Círculo de Bellas Artes de Madrid y la galería Estilo, y en 1946 es seleccionado de nuevo para el Salón de los Once. También comienza a participar en exposiciones internacionales, como la de Arte Español Contemporáneo celebrada en Buenos Aires en 1947.