Miguel Forteza Forteza (Palma de Mallorca, 1881-1969)
Santa Cristina y La Calobr…
Descripción

Miguel Forteza Forteza (Palma de Mallorca, 1881-1969) Santa Cristina y La Calobra. Pareja de óleos sobre tela. Firmados. Titulados al dorso. Localizado en Lloret al dorso uno. 38 x 46 cm. c/u. Presenta rotura y leve mancha de óxido uno.

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Miguel Forteza Forteza (Palma de Mallorca, 1881-1969) Santa Cristina y La Calobra. Pareja de óleos sobre tela. Firmados. Titulados al dorso. Localizado en Lloret al dorso uno. 38 x 46 cm. c/u. Presenta rotura y leve mancha de óxido uno.

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Escuela mallorquina, círculo de MIQUEL BESTARD (Palma de Mallorca, 1592 - 1633); segunda mitad del siglo XVII. "El martirio del beato Ramon Llull". Óleo sobre lienzo. Conserva su marco de época. Medidas: 85 x 210 cm. En esta escena de paisaje el autor nos presenta un numeroso grupo de personajes que se disponen a los lados de un santo situado en el centro de la escena, cuyas ropas negras sobre los tonos más claros utilizados por el pintor, muestran la preponderancia de esta figura. El artista acentúa el dramatismo y la conmoción de la escena, de claro origen flamenco, con un gran número de figuras, captadas individualmente, algunas de las cuales muestran forzados escorzos y exagerados contraposados. Además, la construcción del espacio en profundidad contribuye a realzar el dinamismo que el autor consigue en los primeros planos. La escena en general está tratada con un lenguaje descriptivo y muy narrativo, típico de Bestard. Iconográficamente, la obra representa el martirio de Ramon Llull (c. 1232 - 1315/1316), filósofo, teólogo, poeta, misionero y apologista cristiano del reino de Mallorca. Inventó un sistema filosófico conocido como el Arte, concebido como una especie de lógica universal para demostrar la verdad de la doctrina cristiana a interlocutores de todas las religiones y nacionalidades. El Arte consiste en un conjunto de principios generales y operaciones combinatorias. En 1314, a la edad de 82 años, Llull viajó de nuevo a Túnez, posiblemente motivado por la correspondencia entre el rey Jaime II de Aragón y al-Lihyani, el califa hafsí, en la que se indicaba que el califa deseaba convertirse al cristianismo. Aunque Llull había encontrado dificultades en sus anteriores visitas al norte de África, esta vez se le permitió actuar sin interferencias de las autoridades debido a la mejora de las relaciones entre Túnez y Aragón. Se desconocen las circunstancias de su muerte. Probablemente murió en algún momento entre esa fecha y marzo de 1316, ya fuera en Túnez, en el barco durante el viaje de vuelta o en Mallorca a su regreso. Por sus características formales podemos atribuir esta obra a Miquel Bestard, pintor mallorquín formado en la tradición manierista y activo en el primer Barroco. Su producción puede agruparse en dos bloques diferenciados: por un lado, la pintura religiosa, ejecutada para diferentes iglesias y conventos mallorquines, y por otro, los motivos profanos, que incluyen vistas de Mallorca desde el puerto, los fuegos de Troya y batallas navales. Estas últimas son obras de gran tamaño, y le valieron al artista el sobrenombre de "el pintor loco" por la fantasía y extravagancia de sus paisajes. También realizó obras relacionadas con la figura de Ramon Llull, como "Escenas de la vida de Ramon Llull" (colección particular), "Lapidación de Ramon Llull" (iglesia de Sant Francesc, Palma), "Ramon Llull en el Concilio de Vienne" (ídem) y "Ramon Llull" (Col-legi de la Sapiència, Palma). Dentro de su producción religiosa destacan sus lienzos dedicados a la Inmaculada de Can Vivot y a las iglesias de Monti-Sion, Sant Francesc y San Alonso Rodríguez (Palma). En ocasiones, Bestard combinó la temática religiosa con la paisajística, generalmente en obras de considerable tamaño, entre las que destacan cuadros como "Martirio de santos" (colección particular, Palma) y "Fábula mitológica" (ídem). Bestard fue, a pesar de su temprana muerte, un pintor de éxito, con abundantes y ambiciosos encargos, como se deduce de su uso de formatos monumentales, y de ahí que pudiera dedicarse libremente a una temática tan variada, que incluía paisaje y mitología además de los temas religiosos típicos de la época. Incluso fue conocido fuera de Mallorca, como lo demuestran varios encargos procedentes de Cataluña. Los inventarios de propiedades de la época confirman la existencia de numerosas obras de su mano en Mallorca, probablemente parte de una producción seriada que el pintor vendía con facilidad.