Null Escuela francesa; siglo XIX.

"Rubens y Van Dyck".

Óleo sobre cartón.

Pre…
Descripción

Escuela francesa; siglo XIX. "Rubens y Van Dyck". Óleo sobre cartón. Presentan faltas en la superficie pictórica. Tamaño: 22 x 16 cm (x2); 60 x 42 cm (marcos, x2). En estos retratos, el autor muestra una especial habilidad en la caracterización de los personajes, dándonos pistas del temperamento de cada uno. La profundidad de las expresiones y la intensidad de las miradas en los rostros apergaminados están resueltas con un lenguaje naturalista. Los rasgos faciales indican que se trata de una representación de Rubens y Van Dyck, ambos retratados con el busto vuelto hacia el espectador, aunque en el caso de Van Dyck la torsión es más evidente. A pesar de su datación decimonónica, las obras presentan una estética barroca con una iluminación tenebrista basada en un foco irreal dirigido sobre el rostro, que realza aún más el brillo de los tonos de la carne. Estas obras fueron concebidas probablemente como un homenaje del artista a estos dos grandes maestros que transformaron la pintura de su época. Rubens fue el maestro de Van Dyck, pero esto no impidió que el joven brillara y alcanzara la prominencia que sus habilidades pictóricas merecían.

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Escuela francesa; siglo XIX. "Rubens y Van Dyck". Óleo sobre cartón. Presentan faltas en la superficie pictórica. Tamaño: 22 x 16 cm (x2); 60 x 42 cm (marcos, x2). En estos retratos, el autor muestra una especial habilidad en la caracterización de los personajes, dándonos pistas del temperamento de cada uno. La profundidad de las expresiones y la intensidad de las miradas en los rostros apergaminados están resueltas con un lenguaje naturalista. Los rasgos faciales indican que se trata de una representación de Rubens y Van Dyck, ambos retratados con el busto vuelto hacia el espectador, aunque en el caso de Van Dyck la torsión es más evidente. A pesar de su datación decimonónica, las obras presentan una estética barroca con una iluminación tenebrista basada en un foco irreal dirigido sobre el rostro, que realza aún más el brillo de los tonos de la carne. Estas obras fueron concebidas probablemente como un homenaje del artista a estos dos grandes maestros que transformaron la pintura de su época. Rubens fue el maestro de Van Dyck, pero esto no impidió que el joven brillara y alcanzara la prominencia que sus habilidades pictóricas merecían.

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