San Pedro Penitente, a la manera de Vicente López Portaña, escuela neoclásica es…
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San Pedro Penitente, a la manera de Vicente López Portaña, escuela neoclásica española de finales del siglo XVIII. Óleo sobre lienzo, enmarcado. Medidas del lienzo: 63 x 52 cm. Medidas enmarcado: 75 x 64 cm

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San Pedro Penitente, a la manera de Vicente López Portaña, escuela neoclásica española de finales del siglo XVIII. Óleo sobre lienzo, enmarcado. Medidas del lienzo: 63 x 52 cm. Medidas enmarcado: 75 x 64 cm

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ESTEBAN VICENTE PÉREZ (Turégano, Segovia, 1903 - Nueva York, 2001). Sin título, 1967. Tinta sobre papel. Firmado. Exposiciones: Madrid, Galería Elvira González, "Esteban Vicente. Blanco y negro", 17 de marzo - 14 de abril de 2000, página 33 (reprod.). Barcelona, Galería Alejandro Sales, "Esteban Vicente", noviembre de 2006 (reprod.). Medidas: 48 x 70 cm; 70 x 90 cm (marco). Esteban Vicente ingresa, en 1921, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, con el propósito de formarse como escultor, pero pronto decide dedicarse a la pintura. En 1928 realiza su primera exposición, tras la cual marcha a París, donde permanece hasta 1930. Regresa a España y expone en Barcelona y Madrid, y tras el estallido de la Guerra Civil trabaja escondido en las montañas que rodean la capital. Sin embargo, ese mismo año de 1936 decide marcharse a Nueva York, lugar de origen de su esposa. Allí expone por primera vez en la Kleeman Gallery en 1937. Cuatro años más tarde obtiene la nacionalidad americana ya que, habiendo sido partidario del bando republicano, decide no regresar a España. En los años siguientes realizó numerosos encargos y exposiciones, y entre 1947 y 1947 fue profesor de pintura en la Universidad de Puerto Rico. A su regreso a Estados Unidos estableció relación con la naciente Escuela de Nueva York, participando con sus exposiciones en la Kootz Gallery (1950), en la Ninth Street Art Exhibition (1951) y en las Sidney Janis y Egan Galleries. Fue miembro fundador de la New York Studio School, donde enseñó durante treinta y seis años. A partir de los años ochenta su obra empezó a ser conocida en España, se le dedicaron retrospectivas (Banco Exterior, 1987, y Museo Reina Sofía, 1997) y se le concedieron menciones como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1990) y la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (1999). En 1998 se inauguró en Segovia el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente, donde hoy se conserva gran parte de su obra. Las obras de Vicente se conservan en importantes museos de arte contemporáneo de todo el mundo, como el Metropolitan, el Guggenheim y el MOMA de Nueva York, el Museo Nacional Reina Sofía de Madrid, el Smithsonian de Washington D.C., el Withney Museum of American Art o el Indianapolis Museum of Art, entre otros.

VICENTE LÓPEZ PORTAÑA (Valencia, 1772 - Madrid, 1850) "Retrato de una dama. Óleo sobre lienzo. Presenta faltas en la superficie pictórica. Bibliografía: Díez, José Luis, Catálogo, Vicente López (1772-1850). Catálogo razonado. Tomo II. Madrid, Fundación de Apoyo a la Historia del Arte Hispánico, 1999, pp.188 (P-735) y 758. Tiene un marco del siglo XX siguiendo modelos antiguos. Medidas: 46 x 35 cm; 64,5 x 50,5 cm (marco). Esta obra presenta rasgos heredados de la pintura de López Portaña, influencias que se aprecian en el tratamiento objetivo del modelo, sin ningún atisbo de idealización. Sigue un estilo realista, influido por la tradición naturalista. Además, en la obra se aprecia el interés del artista por retratar los tejidos y las distintas calidades que componen la indumentaria de la dama, algo muy del gusto de Vicente López. Vicente López comenzó su formación como discípulo de Antonio de Villanueva en la Academia de San Carlos de Valencia, donde obtuvo el premio de primera clase en 1786 y 1789, obteniendo una pensión para estudiar en Madrid. Una vez en la corte, al año siguiente ganó el primer premio en el concurso de la Academia de San Fernando. Allí aprendió el sentido barroco y colorista de la composición y el gusto por el dibujo preciso y analítico. La fastuosidad barroca de los frescos de Luca Giordano y Corrado Giaquinto también influyó decisivamente en su lenguaje. Convertido ya en un artista consagrado, regresó a su ciudad natal en 1792. Allí recibió importantes encargos públicos y privados, entre ellos los retratos de Fernando VII y del mariscal Soult. En sus retratos López muestra su herencia valenciana, el peso del naturalismo de Ribera y Ribalta, así como su maestría en la reproducción de detalles y calidades. Su calidad en el campo del retrato llevó a Fernando VII a convocarle de nuevo a la corte en 1814, nombrándole al año siguiente su primer pintor de corte. A partir de entonces se convirtió en el pintor más solicitado por la alta sociedad española, alternando su trabajo en la corte con la docencia, los cargos oficiales y los encargos privados. En 1823 asumió la dirección artística del Real Museo de Pinturas, para el que pintó un soberbio retrato de Francisco de Goya, hoy en el Prado. Se conservan obras de Vicente López en el Museo del Prado, el Museo de Bellas Artes de Valencia San Pío V, la Academia de San Fernando, el Museo Municipal de Játiva, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, la New York Historical Society, el Indianapolis Museum of Art, el J. Paul Getty Museum de Los Ángeles, la National Gallery of Modern and Contemporary Art de Roma y la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid.