Ricardo de Madrazo (Madrid, 1852-1917), Retrato de dama con flor, siglo XIX
Óleo…
Descripción

Ricardo de Madrazo (Madrid, 1852-1917), Retrato de dama con flor, siglo XIX Óleo sobre lienzo, medidas: 54 x 43 cm, enmarcado medidas: 74 x 64 cm. Colección privada de Barcelona.

1143 

Ricardo de Madrazo (Madrid, 1852-1917), Retrato de dama con flor, siglo XIX Óleo sobre lienzo, medidas: 54 x 43 cm, enmarcado medidas: 74 x 64 cm. Colección privada de Barcelona.

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados

Podría interesarle

RICARDO MADRAZO (Madrid, 1852-1917). "El guardián del harén". Óleo sobre lienzo. Firmado en la esquina inferior derecha. Medidas: 46 x 35 cm; 74,5 x 64 cm (marco). Ricardo de Madrazo era hijo de Federico y hermano de Raimundo. Se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo como maestros, además de a su propio padre, a Joaquín Espalter y a los escultores Ricardo Bellver y Ponciano Ponzano. En 1866 conoció a Mariano Fortuny, que se convertiría en su cuñado y ejercería una poderosa influencia en su estilo pictórico. En 1868 viajó con Fortuny a Roma, donde asistió a la Academia Chigi. En 1869 se instaló en París, donde tuvo la oportunidad de visitar el taller de Jean-Louis-Ernest Meissonier. En París también se dedicó a estudiar a los grandes maestros, cuyas obras se conservan en el Louvre, copiando numerosos cuadros. La guerra franco-prusiana le obligó a regresar a España entre 1870 y 1872, y se instaló en Granada con su hermana y su cuñado. Los dos pintores aprovecharon la ocasión para pintar a plein air en la Alhambra y el Albaicín. Muchos pintores acudían a casa de Fortuny, como si fuera una academia libre. Desde allí hicieron un viaje a Marruecos en compañía de José Tapiró y más tarde fueron a Roma. La vida del artista siguió ligada a la de su cuñado hasta que éste falleció inesperadamente en 1874 y tuvo que hacerse cargo del estudio, catalogación y subasta de las obras de Fortuny, celebrada en el Hotel Drouot de París. Posteriormente, pasó algunas temporadas en Tánger en compañía de Tapiró, y alternó sus estancias entre París y Madrid, participando alternativamente en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de ambas capitales. En 1885 se instaló definitivamente en Madrid, viajando anualmente a Venecia y París. A partir de ese año, siguiendo la tradición familiar, se especializa en la pintura de paisaje y retrato. Su estudio madrileño fue visitado por la reina María Cristina, Archer Milton Huntington, Lázaro Galdiano, Durand-Ruel y William Howard Taft, quien le encargó el cuadro El Parnaso. Sus amplios conocimientos de la Antigüedad le convirtieron en un valioso asesor artístico de importantes coleccionistas españoles y americanos.