Null Monumental bodegón flamenco de Cupidos bajo una escuela de Cappriccio, sigl…
Descripción

Monumental bodegón flamenco de Cupidos bajo una escuela de Cappriccio, siglo XVII flamenco - ATRIBUIDO A PETER YKENS (1648 - 1695) Medidas: 110 x 157 cm. Medidas enmarcado: 140 x 190 cm. Ex liquidación de finca particular española, lote sin reserva.

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Monumental bodegón flamenco de Cupidos bajo una escuela de Cappriccio, siglo XVII flamenco - ATRIBUIDO A PETER YKENS (1648 - 1695) Medidas: 110 x 157 cm. Medidas enmarcado: 140 x 190 cm. Ex liquidación de finca particular española, lote sin reserva.

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CORNELIS JACOBSZ DELFF (1570-1643). "Bodegón de una despensa. Óleo sobre lienzo. Revestido. Se adjunta informe emitido por el Dr. Fred G. Meijer. Presenta restauraciones. Tiene un marco del siglo XX. Firmado en la zona superior derecha. Medidas: 130 x 202 cm; 235 x 164 cm (marco). En esta exuberante imagen, el artista, nos presenta un gran despliegue de su calidad técnica que se manifiesta en el juego de captar los numerosos elementos que componen la imagen, pero al mismo tiempo en la ambigüedad con la que concibe la escena. A primera vista parece un bodegón con figuras, género muy popular en Flandes. Sin embargo, al observar la figura de la mujer, se ve que no va vestida como una simple tendera, ya que sus ropas y la perla que cuelga de una de sus orejas la alejan de la idea popular. Detrás de ella, un hombre la asedia, apoya la cara en su cuello y le ofrece un vaso de vino. Esta característica impregna la obra de un tema galante que se contextualiza tras un bodegón prolífico, rico y diverso. Los bodegones con grandes figuras de la escuela flamenca tienen su origen en el siglo XVI en las obras de Pieter Aertsen (1508-1575) y Joachim Beuckelaer (1533-1574). Ambos pintores produjeron grandes cuadros que avanzaron el estilo barroco por su naturalismo y valor escenográfico, aunque siguen mostrando el abigarramiento de elementos típico del manierismo. Pieter Aerstsen creó una fórmula que consistía en situar la figura en primer plano, rodeada de alimentos a gran escala, siempre representados con especial atención a la calidad y el detalle, según la tradición flamenca. Beuckelaer, alumno de Aertsen, tomó este modelo creado por su maestro y lo utilizó para representar escenas religiosas, siempre secundarias con respecto a las naturalezas muertas. En el siglo XVII, el género del bodegón con figuras adquiere gran importancia en la escuela flamenca, con composiciones ya más dinámicas y teatrales, en plena consonancia con el estilo barroco, como vemos aquí. Pintor de bodegones, fue hijo y alumno de Jacob Willemsz Delff: aparte de las fechas de su nacimiento y muerte, no se conocen otros datos biográficos. Estilísticamente, pertenece a ese grupo de pintores neerlandeses que empezaron a pintar bodegones inspirados en todas las escenas flamencas de mercados y cocinas en las que aún hay figuras. En las pocas obras que se le atribuyen, se aprecia una predilección por pintar las superficies de placas de cobre y latón, cuyo brillo se refleja a menudo en el cristal. Con frecuencia aparecen peces, pájaros (en los que se aprecia la suave consistencia de las plumas) y frutas, con un fondo de tablones de madera y tonos oscuros. La composición muestra poco vigor en el ensamblaje de objetos, con predilección por la combinación de formas simples, con efectos mayoritariamente bidimensionales.