El Martirio de San Bartolomé, escuela italo-flamenca de principios del siglo XVI…
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El Martirio de San Bartolomé, escuela italo-flamenca de principios del siglo XVII Óleo sobre tabla medidas: 42 x 30 cm, medidas con marco 52 x 42 cm

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El Martirio de San Bartolomé, escuela italo-flamenca de principios del siglo XVII Óleo sobre tabla medidas: 42 x 30 cm, medidas con marco 52 x 42 cm

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Escuela española; ca. 1600. "San Bartolomé". Óleo sobre tabla. Engatillada. Tiene repintes y restauraciones. El panel está abierto en la zona central. Medidas: 120 x 65,5 cm. Inscrita en un arco de medio punto, cuya zona superior está coronada por dos cabecitas de querubines, cada una a un lado, se aprecia la imponente figura de un santo. Tras la teatralización del tema que proporciona el arco, el artista ha colocado un fondo negro, dando así gran protagonismo a la figura central. Un anciano, como se deduce de la barba blanca, está sentado a pesar de que su figura ocupa casi toda la superficie de la obra. El anciano, que viste túnica y manto, sostiene una espada en una mano y un libro en la otra, que apoya en su pierna. En esta mano también puede verse una gran cadena que cuelga de su muñeca hasta el suelo. Los atributos mencionados, junto con el nimbo de santidad y, por supuesto, el nombre que corona la imagen del santo, remiten directamente a San Bartolomé. Bartolomé fue uno de los apóstoles de Jesús, y en los Evangelios se le menciona siempre en compañía de Felipe. Según Juan, en cuyo Evangelio aparece bajo el nombre de Natanael, fue uno de los discípulos a los que Jesús se apareció en el mar de Tiberíades después de su resurrección. Según los Hechos de los Apóstoles, también fue testigo de la ascensión de Jesús. La tradición recogida por Eusebio de Cesarea cuenta que Bartolomé fue a predicar el Evangelio a la India, donde dejó una copia del Evangelio de Mateo en arameo. La tradición armenia también le atribuye la predicación del cristianismo en el país caucásico, junto con San Judas Tadeo, y ambos son considerados santos patronos de la Iglesia Apostólica Armenia. Su martirio y muerte se atribuyen a Astiages, rey de Armenia y hermano del rey Polimio, a quien el santo había convertido al cristianismo. Cuando los sacerdotes de los templos paganos, que se estaban quedando sin seguidores, protestaron ante Astiages por la labor evangelizadora de Bartolomé, el soberano le mandó llamar y le ordenó que adorara a sus ídolos, igual que había hecho con su hermano. Cuando el santo se negó, el rey ordenó que lo desollaran vivo en su presencia hasta que renegara de Dios o muriera. La imagen de San Bartolomé ha sufrido pocas modificaciones a lo largo de la historia del arte, y es habitual representar al santo en el momento del martirio. Así, se le suele representar desollado, en un potro o atado a un árbol. También se le ha representado obrando milagros: resucitando a los hijos del rey Polimio y liberando a su hija, que estaba poseída por el demonio. En raras ocasiones se le representa flagelado. A veces se le representa con un gran cuchillo, en alusión a su martirio, según el cual fue desollado vivo, razón por la cual es el patrón de los curtidores. En relación con su martirio, también se le representa a veces desollado, con la piel sujeta en el brazo como si fuera una prenda de vestir.