Null Magnífica Virgen Inmaculada de Huamanga Alabastro, obra colonial virreinal …
Descripción

Magnífica Virgen Inmaculada de Huamanga Alabastro, obra colonial virreinal del Perú, Siglo XVII colonial español. 50 cm de altura total aprox. Perfecto estado de conservación, con finos detalles y con su peana original la Virgen se alza majestuosa pisando el Maligno con las manos en posición de oración. Con policromía dorada decorando cabellos y mantos. Bibliografía: Nuñez, Lucy. . "La piedra de Huamanga". VV.AA. Artesanía peruana. Orígenes y evolución. Lima: Editorial Allpa. Procedencia: propiedad de una distinguida colección privada española, Madrid.

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Magnífica Virgen Inmaculada de Huamanga Alabastro, obra colonial virreinal del Perú, Siglo XVII colonial español. 50 cm de altura total aprox. Perfecto estado de conservación, con finos detalles y con su peana original la Virgen se alza majestuosa pisando el Maligno con las manos en posición de oración. Con policromía dorada decorando cabellos y mantos. Bibliografía: Nuñez, Lucy. . "La piedra de Huamanga". VV.AA. Artesanía peruana. Orígenes y evolución. Lima: Editorial Allpa. Procedencia: propiedad de una distinguida colección privada española, Madrid.

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Escuela virreinal del siglo XVII, posiblemente peruana. "San Miguel Arcángel". Alabastro (piedra de Huamanga) tallado y policromado, parcialmente dorado. Medidas: 29 x 18 x 9 cm. Escultura realizada en un tipo de alabastro originario de Perú, la piedra de Huamanga. En el periodo virreinal proliferaron las esculturas devocionales en este material, sustituyendo al mármol occidental. La talla en piedra de Huamanga fue una manifestación artística característica de Ayacucho. San Miguel Arcángel ha sido tallado en alabastro, en una figura de medio bulto, pensada para una vista frontal. Está de pie sobre un pedestal de nubes, entre las que aparece un serafín. Viste el atuendo militar de un caballero, inspirado en el atuendo de la milicia romana. Por la posición del brazo derecho, se deduce que porta una lanza. Los paños revolotean alrededor de la figura, confiriéndole cierto dinamismo. En el siglo XVII, la escultura peruana experimentó un desarrollo especial con el inicio de una tradición indígena basada en la libre reinterpretación de los modelos europeos importados por las misiones jesuíticas. La influencia italiana y española del Barroco dio lugar a una imaginería propia. Quito fue uno de los principales centros artísticos. Según la tradición, San Miguel es el jefe de la milicia celestial y defensor de la Iglesia. Precisamente por eso lucha contra los ángeles rebeldes y el dragón del Apocalipsis. También es un psicopompo, es decir, guía a los muertos y pesa las almas el día del Juicio Final. Los eruditos han relacionado su culto con el de varios dioses antiguos: Anubis en la mitología egipcia, Hermes y Mercurio en la mitología clásica y Wotan en la mitología nórdica. En Occidente, el culto a San Miguel comenzó a desarrollarse a partir de los siglos V y VI, primero en Italia y Francia, y luego se extendió a Alemania y el resto de la cristiandad. Las iglesias y capillas dedicadas a él son innumerables en torno al año 1000, en relación con la creencia de que el Apocalipsis llegaría en esa fecha. Sus templos suelen estar situados en lugares elevados, ya que se trata de un santo celestial. Fue especialmente venerado por los reyes de Francia a partir del siglo XIV, y la Contrarreforma lo convirtió en el jefe de la Iglesia contra la herejía protestante, dando un nuevo impulso a su culto. San Miguel Arcángel es un santo militar y, por tanto, patrón de los caballeros y de todos los oficios relacionados con las armas.