Null JANNIS KOUNELLIS
(1936 - 2017)
Jannis Kounellis
2008
Catálogo monográfico i…
Descripción

JANNIS KOUNELLIS (1936 - 2017) Jannis Kounellis 2008 Catálogo monográfico ilustrado publicado con motivo de la exposición celebrada en la galería Torrione Passari, Molfetta (mayo - junio de 2003) 29,5 x 21 cm Christian Maretti Editor Páginas 64 Sin defectos

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JANNIS KOUNELLIS (1936 - 2017) Jannis Kounellis 2008 Catálogo monográfico ilustrado publicado con motivo de la exposición celebrada en la galería Torrione Passari, Molfetta (mayo - junio de 2003) 29,5 x 21 cm Christian Maretti Editor Páginas 64 Sin defectos

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ANTONIO LÓPEZ GARCÍA (Tomelloso, Ciudad Real, 1936). "Carmen recién nacida", 2012. Acero. Ejemplar 1/10. Adjunto certificado de autenticidad expedido por el autor. Tiene caja de madera y metacrilato con una pequeña rotura. Firmado y numerado. Medidas. 5,5 x 7,5 x 4,5 cm; 27 x 21 x 21 x 21 cm (caja). Esta pieza de acero de 2012 está basada en el modelo creado por Antonio López en 1999 en el que rendía homenaje a su nieta recién nacida. Carmen, el nombre de la pequeña, se convirtió en una constante en su obra, ya que su rostro le permitió esculpir los valores de la infancia, la suavidad de las formas y la inocencia reflejada en unos rasgos redondeados, pero amables y delicados. Esta pieza está estrechamente relacionada con la obra conocida como "Noche" o "Carmen dormida", que hace pareja con la escultura "Día" o "Carmen despierta", ambas situadas en la estación madrileña de Atocha. Pintor y escultor, Antonio López comenzó su formación artística en su tierra natal, donde recibió clases del maestro Antonio López Torres. Su facilidad artística, su talento y el apoyo de su tío le llevaron a iniciar sus estudios en Madrid, en la Academia de San Fernando. Para su ingreso, asiste por las tardes a los cursos de la Escuela de Artes y Oficios. Esta preparación le sirvió para ingresar en la Academia a los 14 años. Durante su época de estudiante entabló amistad con otros artistas de su generación como Enrique Gran, Amalia Avia y Lucio Muñoz, lo que se ha dado en llamar la Escuela de Madrid. En 1955, tras finalizar sus estudios en la Escuela de Bellas Artes, marchó a Italia, donde viajó gracias a una beca. Al terminar sus estudios, en 1957, debutó individualmente en Madrid, en el Ateneo, con una exposición que había preparado en su Tomelloso natal. Un año después, gracias a un concurso convocado por la Fundación Rodríguez Acosta, viajó a Grecia con una beca. Tras su regreso a Madrid en la década de los sesenta, su presencia en galerías se reitera, gracias a los contactos generados a través de su exposición en la Galería Biosca. La obra de Antonio López generó gran interés en distintos puntos de Europa, Estados Unidos, China y Corea. En 1993 el Museo Reina Sofía de Madrid le dedicó una exposición antológica. Su obra se caracteriza por el uso de un lenguaje realista, mostrando un gran interés por el retrato, aunque también incluye temas como el paisaje. Es miembro de la Academia de San Fernando, y entre sus galardones destacan el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y el Premio Velázquez de Artes Plásticas. En 2008, el Museo de Bellas Artes de Boston le dedicó una exposición monográfica, al igual que el Thyssen-Bornemisza y el Museo de Bellas Artes de Bilbao en 2011. Está representado en el Museum of Fine Arts de Boston, el ARTIUM de Vitoria, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, la Fundación Juan March y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre otros.

JULIO GONZÁLEZ PELLICER (Barcelona, 1876 - Arcueil, Francia, 1942). "Retrato de María Teresa. 1941. Dibujo a carboncillo sobre papel. Firmado y fechado al pie. Descripción: "Visage de M.H. inquiet, recensé FW n 52 raisonné, PG 24664 et cachet bleu au dos". Publicaciones: catálogo razonado de dibujos. Josette Gilbert, volumen "Portraits", pg 137, ilustrado. Medidas: 31 x 23,5 cm. Realizado un año antes de su muerte, este retrato femenino se adscribe a una cierta voluntad de retorno al naturalismo localista (tras haberse aventurado en la depuración formal) que caracterizó el último periodo del escultor, en consonancia con el tema de Montserrat (campesinas catalanas con pañuelo en la cabeza). Considerado el padre de la escultura en hierro, Julio González es un artista clave para la vanguardia del siglo XX. Nació en el seno de una familia de orfebres, aprendiendo el oficio en la Barcelona modernista. Más tarde estudió Bellas Artes en La Lonja de Barcelona. En 1900 marchó a París, donde frecuentó los ambientes artísticos y mantuvo contacto con Picasso, Gargallo y Brancusi, entre otros, lo que marcó un antes y un después en su lenguaje. Allí aprendió la técnica de la soldadura autógena, clave en su investigación con la expresividad del hierro. Hacia 1910 comenzó a trabajar con máscaras de metal repujado, con un estilo marcado por rasgos naturalistas y simbolistas, y una nueva concepción de la figura humana, con volúmenes y líneas sintetizadas. Durante estos años, González comenzó a participar en los salones parisinos. En 1920 abrió su propio taller de forja, y dos años más tarde debutó en la Galería Povolovsky. Durante estos años experimenta con la bidimensionalidad del plano, y continúa en esta línea de exploración del volumen hasta 1928, cuando se le pide que colabore en la realización del monumento funerario de su amigo Apollinaire, caracterizado por sus formas transparentes y su vaciado. Con Picasso, pone en práctica por primera vez sus experimentos anteriores y demuestra su viabilidad, dada la perfecta armonía entre ellos y la capacidad sintética de Picasso para el dibujo. Se acaban así los delicados hierros de pequeño formato, y sus formas serán cada vez más imponentes y complejas, impulsando al artista internacionalmente. Así, a finales de los años veinte inicia sus primeras esculturas en hierro forjado. Durante los años treinta su obra se vuelve más abstracta y aparecen las primeras construcciones espaciales. Prioriza "el maridaje entre materia y espacio" y se aleja de las composiciones simétricas tradicionales, mediante lo que él mismo denominaba "dibujo en el espacio". Se trata de piezas improvisadas, construidas directamente con la varilla de hierro forjado, que construyen imágenes esquemáticas y abstractas de gran complejidad formal. Paralelamente, trabajará con plancha de hierro, creando una serie de obras que los estudiosos han relacionado con el cubismo. Tras una larga lista de participaciones en exposiciones individuales y colectivas como Arte Español en el Museo Jeu de Paume (1936) o la Exposición Universal de París (1937), su obra, como consecuencia de la escasez de hierro, se centra en un nuevo material, el yeso, y en dibujos de temática bélica. Por otra parte, en 1937 había logrado la culminación de su obra escultórica en hierro con "La Montserrat" y "Mujer ante el espejo". Artista clave para entender la vanguardia española, su obra ha sido reivindicada por importantes exposiciones como la retrospectiva que se le dedicó en 2009 en el MNCARS de Madrid. Por otro lado, González está representado en las colecciones de arte contemporáneo más importantes del mundo, como el Centro Georges Pompidou de París, el Reina Sofía de Madrid, el IVAM de Valencia o el MoMA de Nueva York, entre muchas otras.