Null RAFAEL ESTRANY. Urban view. (d) Oil on wood
Signed
100x73 cm. Slight defect…
Descripción

RAFAEL ESTRANY. Urban view. (d) Oil on wood Signed 100x73 cm. Slight defects. Aged varnish. Painted wood frame, with defects.

671 

RAFAEL ESTRANY. Urban view. (d) Oil on wood Signed 100x73 cm. Slight defects. Aged varnish. Painted wood frame, with defects.

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados

Podría interesarle

VITTORIO DASSI (Italy, 1893-1973). Dining table, 1950s. Calacatta marble and mahogany wood. In good condition according to its age and use. Measurements: 77 x 134 x 91 cm. Spectacular table designed by Vittorio Dassi, prestigious Italian designer active in the middle of the last century. Made of mahogany wood with an oval-shaped calacatta marble top. Simple structure, with a single foot that supports, in the central area, the top. This tulip foot is made of carved and lacquered mahogany, which gives it great sumptuousness. Its shape is flared towards the floor, emphasized by the grooves. It rests on an oval-shaped marble base that matches the top. Underneath the top, the structure is again made of wood. With its unique features and meticulous attention to detail, this table is a testament to Vittorio Dassi's innovative vision and artistic sensibility. Vittorio Dassi's furniture, made in the 1940s and 1950s, is distinguished by the choice of fine woods such as rosewood, cherry, ash and walnut, often decorated with inlaid panels and glass signed by great master glassmakers. Elegant in design without losing functional quality, his furniture can be compared to the refined style of Gio Ponti, to whom Vittorio was linked by important collaborations after taking over from his father at Dassi Mobili Moderni in Lissone. One of the factory's most important projects was the creation of furniture for the rooms of the Hotel Royal in Naples, designed by Ponti in the mid-1950s, a period that marked Dassi's turn towards more schematic forms and teak wood for the production of modular furniture.

Pair of JACOB & JOSEF KOHN rockers. Austria, second half of the 19th century. Walnut wood. With marks of use. Active xylophages. With remains of labels. Measurements: 105 x 55 x 92 cm. The legs and armrests of this pair of rocking chairs are made up of a single curved structure of organic inspiration. The backrests, for their part, are based on a play of straight and openwork shapes. They were manufactured by the company J & J Kohn, founded by Jacob Kohn (1791-1868) and his son Josef (1814-1884) in 1867 in Wsetin (Moravia), in the territory of the Austro-Hungarian Empire. Kohn challenged the privilege of exclusive production of bent furniture held by Thonet, its creator, since 1856; a privilege which, in view of a negative ruling by the authorities, Thonet did not attempt to renew. Kohn soon became a strong competitor in the bent beech wood sector, in which it is a historical benchmark alongside the Thonet brothers. The company's early prominence was demonstrated by its highly acclaimed participation in the Vienna World Exhibition in 1873. From then on, Jacob &Josef Kohn exhibited at the expositions in Philadelphia (1876), Paris (1878, silver medal), Barcelona (1888), Glasgow (1901), Turin (1902), St. Louis (1904), Milan, London and Bucharest (1906) and Buenos Aires and Munich (1910). She was also awarded the Grand Prix at the Universal Exhibition in Paris in 1900. Kohn teamed up with renowned architects and designers of the day, with Otto Wagner, Josef Hoffmann, Koloman Moser and Hans Prutscher producing designs for her. After an initial phase dedicated to the production of curved chairs in the Thonet line, the company developed, during the eighties, an extensive historicist production. With the turn of the century came the stylistic evolution, focusing since then on the new trends in the decorative arts. In this sense, the chair that Adolf Loos (1870-1933) designed for Kohn in 1899, destined for the Café Museum in Vienna, stands out as the main reference point. Today, works by Jacob & Josef Kohn can be found in museums and institutions all over the world, such as the Museum of Modern Art in New York and the Orsay Museum in Paris.

MAGDA BOLUMAR CHERTÓ (Caldes d'Estrac, Barcelona, 1934). Sin título, 1971. Técnica mixta sobre papel. Firmado, localizado y fechado en la esquina inferior izquierda. Medidas: 35 x 50 cm; 38 x 53 cm (marco). Magda Bolumar ingresó en 1948 en el estudio del pintor Rafael Estrany, discípulo de James Ensor, estudiando posteriormente en la Escuela de Artes y Oficios de Mataró. En 1954 contactó con algunos miembros del grupo Dau al Set y con el escultor Moisés Villelia, uno de los artífices del grupo Arte Actual, con quien se casó, iniciando una investigación conjunta sobre las materias primas en el arte. Magda Bolumar fue especialmente conocida por las Xarpelleres, que expuso por primera vez en Barcelona en 1960. En las Xarpelleres, la materia y la textura tienen una importancia especial, lo que conecta estas obras con el Informalismo. Sin embargo, las obras de Magda Bolumar tienen un sentido esencialmente constructivista, ya que la estructura adquiere en ellas el protagonismo principal a partir de la tensión de los hilos con los que están realizadas. Cirici Pellicer escribió que, a diferencia de las obras de artistas informalistas como Burri o Millares, frente al dramatismo o la denuncia, "en la obra de Magda Bolumar, el textil sirve para la construcción de un nuevo cosmos, manifiesta la necesidad de "reordenar" el mundo a través de la trama de los hilos".1 Mª Luisa Borrás escribió que "las magníficas "xarpelleres" de esta artista manifiestan una liberación arrolladora de fuerzas, cerebrales en su mayoría, que desembocan en tensiones de urdimbre en trama, estrelladas o paralelismos reveladores de una liberación intelectual, de ingenio y rigor constructivo". Tampoco la artista ve su obra dentro del informalismo, pero la necesidad de convertir a las artistas en seguidoras de los grandes nombres masculinos, considerados por la historia canónica como los únicos válidos, ha forzado el sentido de la relación materia-vanguardia, haciéndola pasar necesariamente por una lectura desde el informalismo en ese momento del arte español". Con el bordado de sus "xarpelleres", Magda Bolumar busca acercarse poéticamente a la vida, como decía Joan Brossa en un texto dedicado a uno de los cuadros de la artista, en el que destacaba el sentido lírico de estas estructuras textiles: "El marc/ fa de tambor/per a bordar el sac" (Brossa, 1965).

MAGDA BOLUMAR CHERTÓ (Caldes d'Estrac, Barcelona, 1934). Sin título, 1996. Técnica mixta sobre arpillera. Firmado y fechado en la esquina inferior derecha. Firmado y fechado en el reverso. Medidas: 82 x 122 cm; 85 x 125 cm (marco). Magda Bolumar ingresó en 1948 en el estudio del pintor Rafael Estrany, discípulo de James Ensor, estudiando posteriormente en la Escuela de Artes y Oficios de Mataró. En 1954 contactó con algunos miembros del grupo Dau al Set y con el escultor Moisés Villelia, uno de los artífices del grupo Arte Actual, con quien se casó, iniciando una investigación conjunta sobre las materias primas en el arte. Magda Bolumar fue especialmente conocida por las Xarpelleres, que expuso por primera vez en Barcelona en 1960. En las Xarpelleres, la materia y la textura tienen una importancia especial, lo que conecta estas obras con el Informalismo. Sin embargo, las obras de Magda Bolumar tienen un sentido esencialmente constructivista, ya que la estructura adquiere en ellas el protagonismo principal a partir de la tensión de los hilos con los que están realizadas. Cirici Pellicer escribió que, a diferencia de las obras de artistas informalistas como Burri o Millares, frente al dramatismo o la denuncia, "en la obra de Magda Bolumar, el textil sirve para la construcción de un nuevo cosmos, manifiesta la necesidad de "reordenar" el mundo a través de la trama de los hilos".1 Mª Luisa Borrás escribió que "las magníficas "xarpelleres" de esta artista manifiestan una liberación arrolladora de fuerzas, cerebrales en su mayoría, que desembocan en tensiones de urdimbre en trama, estrelladas o paralelismos reveladores de una liberación intelectual, de ingenio y rigor constructivo". Tampoco la artista ve su obra dentro del informalismo, pero la necesidad de convertir a las artistas en seguidoras de los grandes nombres masculinos, considerados por la historia canónica como los únicos válidos, ha forzado el sentido de la relación materia-vanguardia, haciéndola pasar necesariamente por una lectura desde el informalismo en ese momento del arte español". Con el bordado de sus "xarpelleres", Magda Bolumar busca acercarse poéticamente a la vida, como decía Joan Brossa en un texto dedicado a uno de los cuadros de la artista, en el que destacaba el sentido lírico de estas estructuras textiles: "El marc/ fa de tambor/per a bordar el sac" (Brossa, 1965).