Null RIZZI-ZANNONI, Giovanni Antonio (1736-1814). Topografia Dell' Agro Napoleta…
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RIZZI-ZANNONI, Giovanni Antonio (1736-1814). Topografia Dell' Agro Napoletano con le sue adjacenze. Nápoles: Rizzi Zanoni, 1793. Escaso mapa de los alrededores de Nápoles con espléndido colorido contemporáneo, el primer mapa moderno de la región, tan detallado que incluso se representan fincas individuales. En la base del mapa, el golfo de Nápoles está ocupado por una cartela alegórica, mientras que el mapa propiamente dicho está enmarcado por un borde grabado. Mapa, (660 x 900mm) Coloración contemporánea (ligeras manchas) Dentro de un marco moderno. (1)

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RIZZI-ZANNONI, Giovanni Antonio (1736-1814). Topografia Dell' Agro Napoletano con le sue adjacenze. Nápoles: Rizzi Zanoni, 1793. Escaso mapa de los alrededores de Nápoles con espléndido colorido contemporáneo, el primer mapa moderno de la región, tan detallado que incluso se representan fincas individuales. En la base del mapa, el golfo de Nápoles está ocupado por una cartela alegórica, mientras que el mapa propiamente dicho está enmarcado por un borde grabado. Mapa, (660 x 900mm) Coloración contemporánea (ligeras manchas) Dentro de un marco moderno. (1)

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Refutación de dos obras de Paolo Sarpi sobre el poder temporal del Papa: 1 BELLARMINO (Roberto): Risposta del Card. Bellarmino a due libretti, uno de quali s'intitola Risposta di un Dottore in teologia, ad una lettera serittagli da un Rever. suo amico, sopra il Brevz si Censure dalla Santita di Paolo V publicate contra li Signori Venetiani. Et l'altro trattato, & revolutione sopra la validità delle Scommuniche di Gio. Gersone teologo, & Cancelliere Parisino ; tradotto dalla lingua latina nella volgare con ogni sedeltà, in opusculi due. Roma, Appresso Guglielmo Faciotto, 1606, et restampata in Ferrara, nella Stampa Camerale, 95 pp. seguido de 2 BOVIO (Giovanni Antonio): Risposta del P. Maestro Gio. Antonio Bovio da Novara carmelitano alle considerationi del Padre Maestro Paolo da Venetia, sopra le Censure della Santità di Papa Paolo Quinto contra la Republica di Venetia. Roma, Appresso Guglielmo Facciotto, y en Bolonia, 1606, 158 páginas. 2 obras en 1 volumen, 10 por 15,3 cm. Cubiertas silueteadas del siglo XIX. Pequeña humedad en el margen inferior de los 10 primeros ff. de la 1ª obra, por lo demás muy buen estado. Interesante colección de dos obras que refutan las posiciones de la República de Venecia, que impugnaba el poder temporal del Papa. 1) Impreso en Ferrara el mismo año que el original. Raro. IT \ICCU \UBOE\ 117769. La República de Venecia encargó a Paolo Sarpi y a varios teólogos, entre ellos Marsili, que defendieran su política. Publicaron dos incendiarios, que Belarmin refuta en esta obra, publicada por primera vez en Roma en 1606 y reimpresa el mismo año en las principales ciudades de los Estados Pontificios. Esta edición de Ferrara es rara: el ICCU sólo cita 3 ejemplares. 2) Edición publicada el mismo año que el original in-4. IT \ICCU \UBOE\021629. Sarpi publicó también sus consideraciones sobre la censura de Pablo V para denunciarla. El padre Bovio, provincial de la orden carmelita, replicó con esta obra en la que justificaba la excomunión de Venecia.

JUAN ANTONIO FRÍAS Y ESCALANTE Córdoba, 1633 - Madrid, 1669). "San Miguel Arcángel sometiendo al demonio". Óleo sobre lienzo. Revestido. Agradecemos al Dr. Alvaro Pascual Chenel, su ayuda para confirmar la autoría del maestro. Bastidor de principios del siglo XX. Medidas: 82 x 56 cm; 95 x 69 cm (marco). Álvaro Pascual Chenel es Doctor en Historia del Arte por la Universidad de Bolonia y en Historia por la Universidad de Alcalá de Henares. Su principal línea de investigación se centra en la imagen del poder en el arte español de la Edad Moderna. Ha publicado numerosos estudios, como el artículo sobre Juan Antonio Frías y Escalante. En este lienzo vemos la representación de San Miguel sometiendo al diablo, de pie sobre su cuerpo, empuñando una espada, en un escenario poco definido, pero que se adivina terrenal por las nubes que se vislumbran y la orografía de la zona inferior. La composición es dinámica y escenográfica, y sigue un modelo muy frecuente en el Barroco, con el santo con atuendo de soldado romano, de cuerpo entero, ocupando la mayor parte de la superficie pictórica. Según la tradición, San Miguel es el jefe de la milicia celestial y defensor de la Iglesia. Precisamente por eso lucha contra los ángeles rebeldes y el dragón del Apocalipsis. También es psicopompo, es decir, guía a los muertos y pesa las almas el día del Juicio Final. Los estudiosos han relacionado su culto con el de varios dioses de la antigüedad: Anubis en la mitología egipcia, Hermes y Mercurio en la mitología clásica, y Wotan en la mitología nórdica. En Occidente, el culto a San Miguel comenzó a desarrollarse a partir de los siglos V y VI, primero en Italia y Francia, y luego se extendió a Alemania y al resto de la cristiandad. Las iglesias y capillas dedicadas a él son innumerables en torno al año 1000, en relación con la creencia de que en esa fecha llegaría el Apocalipsis. Sus templos suelen estar situados en lugares elevados, ya que se trata de un santo celestial. Los reyes de Francia le rindieron una veneración particular a partir del siglo XIV, y la Contrarreforma le convirtió en cabeza de la Iglesia contra la herejía protestante, dando un nuevo impulso a su culto. San Miguel Arcángel es un santo militar, y por tanto patrón de los caballeros y de todos los oficios relacionados con las armas, así como de la balanza, por su papel de juez apocalíptico. Su iconografía es de una riqueza considerable, pero relativamente estable. Por regla general, aparece con atuendo de soldado o caballero, empuñando una lanza o espada y un escudo, generalmente decorado con una cruz, aunque aquí lleva la leyenda "QVDOS". Cuando lucha contra el dragón, lo hace a pie o en el aire, lo que le distingue de San Jorge, que casi siempre va a caballo. Sin embargo, la gran diferencia entre ambos santos son las alas de San Miguel. Miembro de la llamada "generación truncada", Antonio Frías y Escalante fue discípulo de Francisco Rizzi, con quien trabajó desde muy joven. La brevedad de su vida le impidió desarrollar una madurez artística que augurara grandes logros, como esperaban sus contemporáneos, pero desde el principio sus obras muestran su admiración por Venecia, especialmente por Tintoretto y Veronés. Así, sus seguidores tomarían de él su característica y personal gama cromática, centrada en los colores fríos, una paleta muy depurada de rosas, azules, grises y malvas, que vemos en parte en este lienzo, especialmente en los paños y flores que rodean la composición, aunque aquí los tonos fríos se compensan con la calidez de los dorados y carmines. También será típica de Escalante la pincelada ligera, delicada, casi transparente, en la que se manifiesta el ejemplo de Tiziano.