Null Panel de tapicería de la Manufacture Royale d'Aubusson, siglo XVIII.
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Descripción

Panel de tapicería de la Manufacture Royale d'Aubusson, siglo XVIII. Características técnicas : Lana y seda. Dimensiones : Alto : 245cm ; Ancho : 255cm. En un paisaje escarpado, al pie de una tumultuosa cascada, en medio de antiguas ruinas que dominan árboles centenarios y maleza florida, un pastor y un pastor conversan con su rebaño que pasta al borde de un bosquecillo. En la ladera se divisa una fortaleza. Marco figurativo con guirnalda de flores multicolores. (Muy buen estado)

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Panel de tapicería de la Manufacture Royale d'Aubusson, siglo XVIII. Características técnicas : Lana y seda. Dimensiones : Alto : 245cm ; Ancho : 255cm. En un paisaje escarpado, al pie de una tumultuosa cascada, en medio de antiguas ruinas que dominan árboles centenarios y maleza florida, un pastor y un pastor conversan con su rebaño que pasta al borde de un bosquecillo. En la ladera se divisa una fortaleza. Marco figurativo con guirnalda de flores multicolores. (Muy buen estado)

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Tapiz francés de Aubusson, siglo XIX. "Paisaje con castillo". Lana anudada a mano. Medidas: 215 x 296 cm. El refinamiento de este tapiz tejido a mano da fe de la gran calidad de los tapices de Aubusson. Un exuberante jardín se abre ante nosotros mostrando un pequeño lago con puentes en sus orillas y un castillo al fondo. Cerezos en flor y rosales bordean el estanque. El paisaje ha sido resuelto con soltura y precisión descriptiva, en tonos ricamente contrastados con predominio de verdes, azules y terrosos, con detalles rosados. El tema responde al gusto aristocrático del siglo XIX. La ciudad de Aubusson aglutinaba numerosos talleres de tapicería, creados por tejedores flamencos que se instalaron en la zona a finales del siglo XVI. Su funcionamiento era rudimentario, en comparación con la Manufactura Real de los Gobelinos: no disponían de pintores, tintoreros, ni de una estructura comercial, por lo que sus tapices se vendían en posadas, a una clientela privada de clase baja, principalmente aristócratas de provincias. En los siglos XVI y XVII, los talleres de Aubusson se especializaron en tapices vegetales (con decoración eminentemente floral), pero la situación cambió radicalmente cuando, a mediados del siglo XVII, este centro fue reorganizado por Jean-Baptiste Colbert, ministro de Luis XIV, con el objetivo de convertir estos talleres en manufacturas reales. Sometió entonces los talleres de Aubusson y Felletin a una reglamentación gremial y, a cambio, prometió proporcionarles un pintor y un tintorero. Esta promesa, sin embargo, no se haría efectiva hasta el siglo XVIII, momento decisivo para los talleres de La Marche, que verían aumentar considerablemente la calidad de sus tapices al poder contar con un pintor dedicado a la confección de cartones y un tintorero que produciría tintes de mayor calidad que los utilizados hasta entonces.