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Descripción

Herbert Selldorf (n.1929) y Günther Ferdinand Ris (n.1928) para Rosenthal Raro sillón 'Sunball', circa 1969 Fibra de vidrio lacada, plástico, aluminio 150 cm de alto, 167 cm de ancho Procedencia Sothebys, Londres, 'Fine 20th Century Design', 27 de septiembre de 2007, Lote 302 Colección privada, Londres Nota a pie de página Según Herbert Selldorf, se fabricaron aproximadamente 30 tumbonas Sunball. La silla Sunball se diseñó originalmente como tumbona de exterior con altavoces y luces opcionales.

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Herbert Selldorf (n.1929) y Günther Ferdinand Ris (n.1928) para Rosenthal Raro sillón 'Sunball', circa 1969 Fibra de vidrio lacada, plástico, aluminio 150 cm de alto, 167 cm de ancho Procedencia Sothebys, Londres, 'Fine 20th Century Design', 27 de septiembre de 2007, Lote 302 Colección privada, Londres Nota a pie de página Según Herbert Selldorf, se fabricaron aproximadamente 30 tumbonas Sunball. La silla Sunball se diseñó originalmente como tumbona de exterior con altavoces y luces opcionales.

Valoración 10 000 - 12 000 GBP
Precio de salida 7 000 GBP

* Gastos de venta no incluidos.
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Gastos de venta: 26 %
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Subasta el miércoles 17 jul - 10:00 (BST)
london, Reino Unido
Roseberys
+4402087612522
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LUIS GRANER ARRUFÍ (Barcelona, 1863 - 1929). "El castaño". Óleo sobre lienzo. Firmado en la esquina inferior derecha. Presenta craqueladuras. Medidas: 50 x 36 cm; 68 x 56 cm (marco). Luis Graner se formó en la Escuela de La Lonja de Barcelona, donde fue discípulo de Benito Mercadé y Antonio Caba, y en 1886 se traslada a París gracias a una beca de la Diputación de Barcelona. Durante sus cinco años en la capital francesa obtiene dos terceras medallas en las Exposiciones Universales de Barcelona (1888) y París (1889). Instalado de nuevo en Barcelona en 1891, continuó participando en importantes exposiciones internacionales, como las de Berlín (1891), Munich (1892), Dusseldorf (1904). También envió obras a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, obteniendo una tercera medalla en 1895 y 1897, una segunda en 1901 y una condecoración en 1904. Ese mismo año Graner creó la Sala Mercè, diseñada por Gaudí, donde organizaba sus "visiones musicales", espectáculos que combinaban la poesía con la música, la escenografía con el cine. Finalmente, arruinado, se trasladó a América. Llegó a Nueva York en 1910, y ese mismo año celebró una exposición individual en la Edward Brandus Gallery. El éxito de esta exposición le valió a Graner importantes encargos, entre ellos el retrato del magnate Carlos B. Alexander. Tras pasar cinco meses en Barcelona, Graner partió de nuevo hacia Nueva York, siendo su destino final La Habana. En 1911 abandonó Cuba rumbo a Nueva Orleans, y poco después ya se encontraba en San Francisco. Allí inauguró una exposición de setenta y seis cuadros, celebrada en el California Club, que fue la mayor muestra individual celebrada hasta la fecha en la ciudad. Durante este mismo periodo pintó varios tapices para el director de cine David W. Griffith. Antes de finalizar el año está de vuelta en Nueva York, donde vuelve a exponer individualmente con gran éxito. Sigue pintando retratos de importantes figuras nacionales, y en 1912 celebra otra exposición clave, esta vez en The Ralston Galleries (Nueva York). En los años siguientes continuará con su brillante carrera internacional en Brasil y Chile, para finalmente regresar a Estados Unidos, donde permanecerá debido al estallido de la Gran Guerra, pasando por Nueva York, Nueva Orleans, Chicago y otras ciudades, exponiendo siempre su pintura con gran éxito. En los años veinte viajó a Argentina, Uruguay y Cuba, y finalmente en Nueva Orleans quedó postrado por una grave enfermedad que dañó irreparablemente su mente, transformando también su obra, que perdió la fuerza y trascendencia de sus etapas anteriores. Arruinado y enfermo, incapaz de encontrar mercado para sus cuadros, regresó finalmente a Barcelona en 1928, poco antes de su muerte, tras dieciocho años de gloria que acabaron en penuria. Ese mismo año expuso individualmente en el Hotel Ritz y en las Galerías Layetanas de Barcelona, y a finales de año realizó una importante retrospectiva en la Sala Parés, antes de fallecer definitivamente en mayo de 1929 a los sesenta y seis años. Su obra está presente en el Museo del Prado, el MACBA de Barcelona, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, la Hispanic Society de Nueva York y el Museo Balaguer de Vilanova i la Geltrú, entre otros, así como en importantes colecciones privadas catalanas.