Those Amazing Animals Burgess Meredith and Jim Stafford signed photo
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Those Amazing Animals Burgess Meredith and Jim Stafford signed photo Those Amazing Animals foto firmada y autografiada por Burgess Meredith y Jim Stafford. 8x10 pulgadas

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GIOVIO (Paolo). Dialogue des devises d'armes et d'amours, du S. Paulo Iovio, con un discurso de M. Loys Dominique sobre el mismo subiet. Traducido del italiano por S. Vasquin Philieul. Auquel avons adjousté les Devises héroïques & morales du seigneur Gabriel Syméon. Lyon, Guillaume Rouillé, 1561. In-4, 255 pp, [4] ff, un f. en blanco, texto impreso íntegramente en cursiva, con viñeta del editor en el título, retrato del autor grabado en medallón en el verso del título y 137 xilografías de emblemas a media página, por el "Maestro con capa". Morocco habano, lomo acanalado y decorado, triple filete dorado en las tapas, doble filete dorado en los bordes, bordes dorados en jaspeado, gran filete en las tapas traseras (Hardy). Manchas marrones en las cubiertas. Primera edición francesa. El libro de lemas del humanista italiano Giovio es una adaptación del Ragionamento sopra i motti e disegni d'arme e d'amore, (Venecia, 1560). Fue compilado por el canónigo y juez carpentrasiano Vasquin Philieul (1522-1582), conocido por ser el primero en publicar una traducción francesa completa de la obra de Petrarca. La obra contiene también el Discours sur les devises militaires et d'amour de Louis Dominique (pp. 157-212) y las Devises, ou emblèmes heroïques et morales del humanista florentino Gabriele Simeoni (pp. 213-251), que tienen su propia portada con el emblema y el lema del autor grabados en el reverso. Los emblemas están colocados en ocho marcos diferentes, ricamente decorados con entrelazos, signos astronómicos, animales fabulosos, arabescos y grotescos, directamente inspirados en los utilizados por Jean de Tournes para sus Métamorphoses d'Ovide en 1557 (Baudrier IX, 277-278). Ex libris de Constantin N. Radoulesco [Radulescu]. Buen ejemplar.

CARLOS MATA (Palma de Mallorca, 1949 - Barcelona, 2008). "Caballo S/T", 1997. Hierro fundido. Pieza única. Se adjunta certificado expedido por Margarita Yarmats, última compañera sentimental del escultor. Firmado en la base. Medidas: 33 x 30 x 13,5 cm. El tema equino fue predominante en la singular obra de Carlos Mata. Las formas básicas a las que se subsume esta escultura (hay que señalar que se trata de una obra única, sin otros ejemplares) hunden sus raíces en las antiguas civilizaciones mediterráneas, en la cuna de nuestra cultura. El hierro, en sus manos, está dotado de una pátina extemporánea, arcaica y vanguardista al mismo tiempo. En sus esculturas, Mata siempre fue fiel a esta reducción de los objetos a su esencia y de las siluetas a líneas puras. Es precisamente esta pureza la que hace brillar aún más la calidez de la textura del hierro, que compite en protagonismo con la propia forma de la pieza. Mata optó por el bronce o el hierro para reflejar la calidez del trabajo manual, con sus superficies áridas e irregulares, rugosas, que invitan al tacto, y también con sus hendiduras fluidas, suaves y redondeadas. Escultor, pintor y grabador, Carlos Mata estudió Bellas Artes en Barcelona y París, ciudades entre las que ha compartido su residencia desde sus años de formación. Realizó su primera exposición individual en la galería Canalls de Sant Cugat del Vallés en 1976, a la que siguieron otras en Barcelona, Francia y Alemania. Entre sus exposiciones más recientes se encuentran las celebradas en la galería Kreisler de Madrid, Casal Soleric de Palma y Can Marc de Girona. Sus esculturas en hierro fundido sin pulir aprovechan sus cualidades austeras y toscas en estilizaciones figurativas de cierto primitivismo y evocación arqueológica, tomando generalmente como tema animales, como toros o caballos. La misma intención esquemática se aprecia en su pintura, de tipo neofigurativo, planista, con una gama cromática contenida y reducida. En 2008, como homenaje póstumo, se celebró una importante antológica de su obra en el Haras du Pin, en Normandía (Francia). Se trataba de una retrospectiva compuesta por 35 caballos de bronce, además de su colección de joyas.

Escuela de Valladolid del siglo XVI. "San Pedro y San Pablo. Pareja de relieves en madera tallada. Medidas: 106 x 34 cm (cada uno). Ambas placas en relieve, procedentes de un retablo, representan a San Pedro y San Pablo en dos hornacinas con veneras. España es, a principios del siglo XVI, la nación europea mejor preparada para recibir los nuevos conceptos humanistas de la vida y el arte debido a sus condiciones espirituales, políticas y económicas, aunque desde el punto de vista de las formas plásticas, su adaptación de las implantadas por Italia fue más lenta debido a la necesidad de aprender las nuevas técnicas y de cambiar el gusto de la clientela. La escultura refleja quizá mejor que otros campos artísticos este afán por volver al mundo clásico grecorromano que exalta en sus desnudos la individualidad del hombre, creando un nuevo estilo cuya vitalidad supera la mera copia. Pronto empezaron a valorarse la anatomía, el movimiento de las figuras, las composiciones con sentido de la perspectiva y el equilibrio, el juego naturalista de los pliegues, las actitudes clásicas de las figuras; pero la fuerte tradición gótica mantiene la expresividad como vehículo del profundo sentido espiritualista que informa nuestras mejores esculturas renacentistas. Esta fuerte y sana tradición favorece la continuidad de la escultura religiosa en madera policromada que acepta la belleza formal que ofrece el arte renacentista italiano con un sentido del equilibrio que evita su predominio sobre el contenido inmaterial que anima las formas. En los primeros años del siglo, las obras italianas llegaron a nuestras tierras y algunos de nuestros escultores se desplazaron a Italia, donde conocieron de primera mano las nuevas normas en los centros más progresistas del arte italiano, ya fuera en Florencia o en Roma, e incluso en Nápoles. A su regreso, los mejores de ellos, como Berruguete, Diego de Siloe y Ordóñez, revolucionaron la escultura española a través de la escultura castellana, adelantando incluso la nueva derivación manierista, intelectualizada y abstracta del Cinquecento italiano, casi al mismo tiempo que se producía en Italia.