Null BACON Francis (1909-1992). Estudio para el retrato del Papa Inocencio X, se…
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BACON Francis (1909-1992). Estudio para el retrato del Papa Inocencio X, según Velázquez (1989). Gran litografía original en colores sobre papel Arches, firmada, justificada H.C. enmarcada bajo vidrio. Tamaño a la vista: 94 x 68 cm - Tamaño de la hoja: 114 x 75 cm - Perfecto estado. Procedencia: Estate of Mr Ushio AMAGATSU (real name Masakazu Ueshima), the great Japanese choreographer and founder of the Sankai Juku company, who died on 25 March 2024.

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BACON Francis (1909-1992). Estudio para el retrato del Papa Inocencio X, según Velázquez (1989). Gran litografía original en colores sobre papel Arches, firmada, justificada H.C. enmarcada bajo vidrio. Tamaño a la vista: 94 x 68 cm - Tamaño de la hoja: 114 x 75 cm - Perfecto estado. Procedencia: Estate of Mr Ushio AMAGATSU (real name Masakazu Ueshima), the great Japanese choreographer and founder of the Sankai Juku company, who died on 25 March 2024.

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FRANCIS BACON (Dublín, 1909- Madrid, 1992). "Tres estudios para un autorretrato". Litografía sobre papel Arches, copia E.A. Firmada y justificada a mano. Obra adquirida en la Galería Coskun de Londres en 2008. Tamaño: 52 x 94 cm; 79 x 121 cm (marco). Francis Bacon es autor de algunas de las pinturas más impactantes e inéditas del arte contemporáneo. Su estilo, obsesivo, atormentado y desgarrador, es un claro documento de las penurias vividas en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Sus obras alcanzan actualmente sumas estratosféricas en las subastas internacionales, lo que le convierte en uno de los artistas más cotizados del mercado del arte actual. Reflejo de ello es el tríptico "Tres estudios de Lucian Freud (1969)", que en 2013 alcanzó un precio de venta récord de 142 millones de dólares en subasta pública, convirtiéndose en una de las tres obras más caras de la historia. Algunas de sus obras pueden verse en las pinacotecas más importantes del mundo, como la Tate Britain de Londres (que posee una de las colecciones más extensas del artista), el MET y el Moma de Nueva York, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía. "Tres estudios para un autorretrato" define con rotundidad lo que fue el arte de Bacon. Figuras descompuestas, aisladas, inquietantes y espirituales que, lejos de buscar un parecido concreto con la persona representada, ahondan en la espiritualidad del retratado. Aquí vemos la abstracción, fragmentación y distorsión del rostro del pintor, un aspecto clave en el desarrollo artístico de Bacon, consecuencia de los acontecimientos vitales que hicieron de su existencia una ferviente bomba de relojería a punto de estallar. A través de su obra expresa su condición vital, ligada también a su faceta autodestructiva, consiguiendo así expresar la soledad, la violencia y la degradación. Nacido en Dublín, aunque de padres ingleses, Francis Bacon comenzó a pintar de forma autodidacta. Cuando sólo tenía 17 años, en 1927, la galería Paul Rosemberg abrió sus puertas al pintor. Allí conoció la obra de Pablo Picasso, artista al que admiraría durante toda su carrera. Al igual que Picasso, otros pintores dejaron huella en la obra de Bacon: Velázquez (cuya versión del Papa Inocencio X pintó, produciendo al menos 40 "papas") y Nicolas Poussin, cuya "Masacre de los Inocentes", hoy en el Museo Condé, despertó en él una intensa emoción. En 1945 expuso en Londres, junto con los artistas ingleses Henry Moore y Graham Sutherland, su cuadro Tres estudios para figuras al pie de una crucifixión (c. 1944), un tríptico que, según el propio Bacon, marcó el punto de partida de su carrera. En 1945, Bacon había desarrollado un estilo propio e inconfundible. En 1949, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) compró una impresionante obra de Bacon titulada Painting 1946. En 1956 fue invitado a representar a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia junto a Ben Nicholson y Lucian Freud. Con su obra, Bacon decidió que el tema de sus cuadros sería tanto la vida en la muerte como la muerte en la vida. Buscaba expresar su condición vital, que también estaba ligada a su lado autodestructivo. Michel Leiris le sugirió que el masoquismo, el sadismo y manifestaciones similares eran en realidad formas de sentirse más humano. Los retratos y autorretratos constituyen una parte importante de los cuadros de Bacon, entre ellos George Dyer en un espejo, de 1968, obra en la que el pintor sugiere la vulnerabilidad y fragilidad del yo. Bacon hizo retratos sin poses tomados del natural, revelados a partir de fotografías. Retrató tanto a sus compañeros íntimos y amigos como a personajes famosos: Peter Lacy, George Dyer y John Edwards, Henrietta Moraes, Isabel Rawsthorne, Muriel Belcher, Lucian Freud, Peter Beard y Michel Leiris, así como Hitler, Pío XII y Mick Jagger. Algunas de sus obras pueden verse en las galerías de arte más importantes del mundo, como la Tate Britain de Londres (que posee una de las colecciones más extensas del artista), el MET y el Moma de Nueva York, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Muse