Null Vegetación exótica
Tapiz de la Real Manufactura de Aubusson
Segundo cuarto …
Descripción

Vegetación exótica Tapiz de la Real Manufactura de Aubusson Segundo cuarto del siglo XVIII Tejido en lana y seda H. 2,10 x 2,36 m Este encantador fragmento ha conservado algunos de sus colores y le faltan los bordes. Presenta desgaste de las sedas, restauraciones antiguas, partes retejidas, accidentes y un encogimiento. Está reducido en altura y probablemente en anchura. Un tapiz similar se reproduce en el libro de Dominique Chevalier, Pierre Chevalier, Pascal Bertrand Les tapisseries d'Aubusson et Felletin p. 128 Experto : Alexandre CHEVALIER

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Vegetación exótica Tapiz de la Real Manufactura de Aubusson Segundo cuarto del siglo XVIII Tejido en lana y seda H. 2,10 x 2,36 m Este encantador fragmento ha conservado algunos de sus colores y le faltan los bordes. Presenta desgaste de las sedas, restauraciones antiguas, partes retejidas, accidentes y un encogimiento. Está reducido en altura y probablemente en anchura. Un tapiz similar se reproduce en el libro de Dominique Chevalier, Pierre Chevalier, Pascal Bertrand Les tapisseries d'Aubusson et Felletin p. 128 Experto : Alexandre CHEVALIER

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Tapiz francés de Aubusson, siglo XIX. "Paisaje con castillo". Lana anudada a mano. Medidas: 215 x 296 cm. El refinamiento de este tapiz tejido a mano da fe de la gran calidad de los tapices de Aubusson. Un exuberante jardín se abre ante nosotros mostrando un pequeño lago con puentes en sus orillas y un castillo al fondo. Cerezos en flor y rosales bordean el estanque. El paisaje ha sido resuelto con soltura y precisión descriptiva, en tonos ricamente contrastados con predominio de verdes, azules y terrosos, con detalles rosados. El tema responde al gusto aristocrático del siglo XIX. La ciudad de Aubusson aglutinaba numerosos talleres de tapicería, creados por tejedores flamencos que se instalaron en la zona a finales del siglo XVI. Su funcionamiento era rudimentario, en comparación con la Manufactura Real de los Gobelinos: no disponían de pintores, tintoreros, ni de una estructura comercial, por lo que sus tapices se vendían en posadas, a una clientela privada de clase baja, principalmente aristócratas de provincias. En los siglos XVI y XVII, los talleres de Aubusson se especializaron en tapices vegetales (con decoración eminentemente floral), pero la situación cambió radicalmente cuando, a mediados del siglo XVII, este centro fue reorganizado por Jean-Baptiste Colbert, ministro de Luis XIV, con el objetivo de convertir estos talleres en manufacturas reales. Sometió entonces los talleres de Aubusson y Felletin a una reglamentación gremial y, a cambio, prometió proporcionarles un pintor y un tintorero. Esta promesa, sin embargo, no se haría efectiva hasta el siglo XVIII, momento decisivo para los talleres de La Marche, que verían aumentar considerablemente la calidad de sus tapices al poder contar con un pintor dedicado a la confección de cartones y un tintorero que produciría tintes de mayor calidad que los utilizados hasta entonces.