Descripción

CASIMIRO MARTINEZ TARRASSÓ Barcelona 1910-1979 Aran Valley. Montgarri Sanctuary Oil on tablex Signed Measurements 19 x 21 cm

333 
Ir al lote
<
>

CASIMIRO MARTINEZ TARRASSÓ Barcelona 1910-1979 Aran Valley. Montgarri Sanctuary Oil on tablex Signed Measurements 19 x 21 cm

No hay ninguna valoración
Precio de salida 950 EUR

* Gastos de venta no incluidos.
Consulte las condiciones de venta para calcular el precio de los gastos.

Gastos de venta: 23 %
Dejar una orden
Inscribirse en la subasta

Subasta el martes 02 jul : 17:00 (CEST)
madrid, España
Subastas Segre
+34915159584
Ver el catálogo Consultar las CGV Información sobre la subasta

Entrega en
Cambiar dirección
Esta solución de entrega es opcional..
Puede recurrir al transportista de su elección.
El precio indicado no incluye el precio del lote ni los gastos de la subasta.

Podría interesarle

CASIMIRO MARTÍNEZ TARRASSÓ (Sarrià, Barcelona, 1898 - Barcelona, 1980). "Familia gitana". Óleo sobre táblex. Firmado en la esquina superior izquierda. Medidas: 22 x 26,5 cm; 41,5 x 46,5 cm (marco). Conocido simplemente como Tarrassó, se formó en la Escuela de La Lonja de Barcelona. Completó sus estudios en París, donde conoció de primera mano las obras fauvistas que sacudían el panorama artístico parisino de la época. Esta influencia fauvista seguirá siendo palpable en su obra a lo largo de toda su vida en rasgos como el fuerte contraste cromático, la perspectiva elevada y un tanto exagerada, el absoluto desinterés por la figura humana, que sólo aparece esbozada como complemento del paisaje, y la representación de los árboles como electrizados, sometidos a tortuosas inclinaciones. Son estos rasgos formales los que dotan a sus obras de una vitalidad propia y reducen su vinculación con lo referencial a un mero pretexto. Tarrassó siguió la estela de los grandes paisajistas catalanes, centrándose especialmente en Joaquín Mir, aunque con una personalidad claramente diferenciada debido en parte al impacto que el fauvismo tuvo en su pensamiento artístico. Cultivó el bodegón y el paisaje catalán y mallorquín. Realizó su primera exposición en 1928, en las Galerías Layetanas de Barcelona. Desde entonces se sucedieron sus exposiciones en Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca y Bilbao. En 1935 visitó Mallorca por primera vez, y a partir de 1940 tuvo allí un estudio, concretamente en Palma, donde vivió largas temporadas y desarrolló la mayor parte de su producción artística. Después de la Guerra Civil, durante los años cuarenta, Tarrassó participó en varias Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, en sus ediciones de 1942, 1943 y 1950, y realizó numerosas exposiciones personales en Barcelona, en galerías como Augusta, Layetanas, Ars, etc., entre ellas la que realizó de paisajes pirenaicos en 1948, y la de grandes lienzos de paisajes mallorquines que presentó en 1949. Aunque el paisaje fue siempre el centro de su producción, Tarrassó también realizó obras como la decoración mural de la iglesia de Santa Maria de Badalona. En Mallorca también llevó a cabo una singular empresa, plantar su caballete en las Cuevas de Campanet para captar las estalactitas y estalagmitas de sus cavidades pétreas, desarrollando una serie de obras que presentó en las Galerías Costa de Palma en octubre de 1948. A lo largo de su carrera Tarrassó fue galardonado con el Premio Pollença del I Certamen Internacional de Pintura en 1962; el Premio Santiago Rusiñol en 1972; y las medallas obtenidas en diversas ediciones de los Salones de Otoño de Palma de Mallorca: primer premio en 1967 y 1973, y premio honorífico en 1970. La obra de Tarrassó se caracteriza por la gran personalidad de su colorido. Su obsesión por el cromatismo determina una pintura profundamente sensorial, vitalista e intuitiva. En muchas de sus obras, el pintor se centra sobre todo en captar una imagen que escenifique la plenitud de la vida recreada y sin solución de continuidad, preocupándose más por ella que por las exigencias de la composición. Así, en sus paisajes las arquitecturas aparecen plenamente integradas en una naturaleza armoniosa, como simples manchas de color con límites indefinidos, o con límites definidos pero deformados. De este modo, Tarrassó sugiere la presencia humana y, al mismo tiempo, evita que el espectador la perciba como una intervención o una ruptura del conjunto natural. Por otra parte, las perspectivas, muy altas o muy bajas, combinadas con una combinación de colores contraídos, sin mezclar montaña y cielo, cielo y mar, proporcionan una sensación de profundidad, y a veces incluso de opresión, que lleva al espectador a concebir la escena como un todo autónomo, al margen de los detalles. Por otro lado, también cabe destacar a nivel formal su factura vigorosa, combinada con espátula gruesa, que remite a otro maestro paisajista catalán del que Tarrassó es deudor, Nicolás Raurich. Su obra se conserva actualmente en diversas colecciones privadas nacionales e internacionales, así como en el Museo y Fondo Artístico de Porreras (Mallorca) y en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma.

CASIMIRO MARTÍNEZ TARRASSÓ (Barcelona, 1898 - 1980). "Paisaje de montaña". Óleo sobre tablex. Firmado en la esquina inferior derecha. Medidas: 16 x 20 cm; 43 x 48 cm (marco). En este tablex Tarrassó plasma un paisaje construido en profundidad con su personal lenguaje basado en manchas de color de herencia fauvista. El vivo cromatismo responde a un cuidadoso y meditado estudio, basado en la yuxtaposición de tonos principalmente fríos, unos más brillantes y otros más oscuros para reforzar la construcción tridimensional del espacio. Conocido simplemente como Tarrassó, se formó en la Escuela de La Lonja de Barcelona. Completó sus estudios en París, donde conoció de primera mano las obras fauvistas que sacudían entonces la escena artística parisina. Fue sobre todo un brillante paisajista, con un estilo caracterizado por sus colores violentos y vivos, muy luminosos. Siguió los pasos de los grandes paisajistas catalanes, especialmente de Joaquín Mir, aunque con una personalidad claramente diferenciada debido en parte al impacto que el fauvismo tuvo en su pensamiento artístico. Cultivó el bodegón y los paisajes catalanes y mallorquines. Realizó su primera exposición en 1928, en las Galerías Layetanas de Barcelona. Desde entonces se sucedieron sus exposiciones en Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca y Bilbao. En 1935 visitó Mallorca por primera vez, y a partir de 1940 tuvo allí un estudio, concretamente en Palma, donde vivió largas temporadas y desarrolló la mayor parte de su producción artística. Después de la Guerra Civil, durante los años cuarenta, Tarrassó participó en varias Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, en sus ediciones de 1942, 1943 y 1950, y realizó numerosas exposiciones personales en Barcelona, en galerías como Augusta, Layetanas, Ars, etc., entre ellas la que realizó de paisajes pirenaicos en 1948, y la de grandes lienzos de paisajes mallorquines que presentó en 1949. Aunque el paisaje fue siempre el centro de su producción, Tarrassó también realizó obras como la decoración mural de la iglesia de Santa Maria de Badalona. En Mallorca también llevó a cabo una singular empresa, plantar su caballete en las Cuevas de Campanet para captar las estalactitas y estalagmitas de sus cavidades pétreas, desarrollando una serie de obras que presentó en las Galerías Costa de Palma en octubre de 1948. A lo largo de su carrera Tarrassó fue galardonado con el Premio Pollença del I Certamen Internacional de Pintura en 1962; el Premio Santiago Rusiñol en 1972; y las medallas obtenidas en diversas ediciones de los Salones de Otoño de Palma de Mallorca: primer premio en 1967 y 1973, y premio honorífico en 1970. La obra de Tarrassó se caracteriza por la gran personalidad de su colorido. Su obsesión por el cromatismo determina una pintura profundamente sensorial, vitalista e intuitiva. Está representado en diversas colecciones privadas nacionales e internacionales, así como en el Museo y Fondo Artístico de Porreras (Mallorca) y en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma.