Null SANS RESERVE
DEMI - PARURE
En or jaune ciselé souligné de diamants, sertie …
Descripción

SANS RESERVE DEMI - PARURE En or jaune ciselé souligné de diamants, sertie de perles godronnées et d'anneaux torsadés de cristal de roche, comprenant un collier et une paire de pendants d'oreilles. Conjunto de diamantes, oro de 18 quilates y cristal de roca, compuesto por un par de pendientes de orejas y un collar. Sin reserva. RC : Poinçon de maître : Ste P, une fusée?, C dans un losange vertical. Hauteur d'un clip : 4,5 cm. Longueur du collier : 39,5 cm. Poids brut : 100,4 g (18k - 750).

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SANS RESERVE DEMI - PARURE En or jaune ciselé souligné de diamants, sertie de perles godronnées et d'anneaux torsadés de cristal de roche, comprenant un collier et une paire de pendants d'oreilles. Conjunto de diamantes, oro de 18 quilates y cristal de roca, compuesto por un par de pendientes de orejas y un collar. Sin reserva. RC : Poinçon de maître : Ste P, une fusée?, C dans un losange vertical. Hauteur d'un clip : 4,5 cm. Longueur du collier : 39,5 cm. Poids brut : 100,4 g (18k - 750).

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Escuela novohispana; finales del siglo XVIII. "Virgen de los desamparados". Óleo sobre lienzo. Presenta restauraciones y faltas en la superficie pictórica. Medidas: 86 x 121 cm; 104 x 141 cm (marco). Escena devocional en la que aparece la figura de la Virgen de los desamparados con el Niño que sujeta con una de sus manos y con la otra una rama florida. El Niño, coronado como su madre, sostiene entre sus manos el obre mientras con la otra bendice. Ambos están inscritos en una orla con fondo azul que representa la idea de lo celestial, aunque en la base se aprecia un trono, que representa lo terrenal. Junto a ellos, a los lados, varias cartelas dejan entrever diferentes escenas figurativas que representan en la zona superior al arcángel San Rafael y en la zona derecha al ángel custodio. La zona intermedia está reservada a San Francisco y al evangelista San Marcos y finalmente, en la zona inferior, se pueden apreciar escenas de la vida cotidiana de carácter costumbrista con una corrida de toros y un salto a caballo, ambas coronadas por la presencia de la Virgen de los desamparados cuya representación se repite en estas escenas. Cabe mencionar que, durante la dominación colonial española, se desarrolló una pintura principalmente religiosa, destinada a cristianizar a los pueblos indígenas. Los pintores locales tomaron como modelo las obras españolas, a las que siguieron literalmente en cuanto a tipos e iconografía. Los modelos más frecuentes eran los ángeles arcabuceros y las vírgenes triangulares, sin embargo, no fue hasta los primeros años del siglo XIX, ya en tiempos de independencia y apertura política de algunas de las colonias, que varios artistas comenzaron a representar un nuevo modelo de pintura con identidad propia. Presenta restauraciones y faltas en la superficie pictórica.

ISIDORO TAPIA (Valencia, h. 1712 - h. 1771/77). Virgen con el Niño. Óleo sobre lienzo. Medidas: 84 x 62 x 2 cm. El formato de esta pieza indica que probablemente se tratara en su origen de un estandarte procesional. Ello se debe en gran medida a la composición, basada en un esquema compartimentado, con cartelas inferiores que representan a diversos santos y una zona superior que contiene la representación de la Virgen con el Niño, coronada por varios ángeles. La pieza destaca por su gran escenografía, típica de los esquemas estéticos barrocos. Esta teatralidad se define en primer lugar por la división entre un espacio terrenal, dedicado a los santos, y una zona reservada exclusivamente al plano divino, donde la figura monumental de la Virgen domina el espacio. La figura, concebida de forma piramidal, sentada sobre una nube con cabezas querúbicas y la media luna del cuarto creciente, habitual en su iconografía como Inmaculada Concepción, se erige en eje central de la escena, ejerciendo una estricta centralidad que sólo se ve interrumpida en la zona superior por la representación de la Eucaristía y la paloma del Espíritu Santo. Pintor rococó español, el valenciano Isidoro de Tapia se formó con Evaristo Muñoz, según Ceán Bermúdez. En Valencia ejecutó varias obras por encargo del público, y en 1743 se trasladó a Madrid. Ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde fue nombrado académico de mérito en 1755. Se cree que también pasó algún tiempo trabajando en Portugal. Fue profesor de dibujo en la Academia hasta su muerte, y también trabajó para la Real Caballeriza del Palacio Real. Aunque se conocen pocas obras firmadas por su mano, Ismael Gutiérrez Pastor elaboró un pequeño catálogo de veintiocho obras que permiten conocer la personalidad de este pintor, y también reconstruir su vida a partir de documentos conocidos e inéditos. Actualmente se conservan obras de Isidoro de Tapia en la Academia de San Fernando y en otras colecciones.