Null Círculo de Tilly Kettle,
Británico 1735-1786-

Retrato de dama, de medio cu…
Descripción

Círculo de Tilly Kettle, Británico 1735-1786- Retrato de dama, de medio cuerpo, apoyada en un pedestal en un paisaje boscoso; óleo sobre lienzo, 89,6 x 71,4 cm. Procedencia: Colección privada, Reino Unido. Nota: La presente obra recuerda a los retratos románticos de Kettle de elegantes damas posando en paisajes dramáticos y expansivos, a menudo apoyadas despreocupadamente contra un pedestal clásico. La presente composición recuerda en cierto modo al "Retrato de una dama con flores" de Kettle, que se vendió en Sworders el 15 de septiembre de 2021 (lote 548).

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Círculo de Tilly Kettle, Británico 1735-1786- Retrato de dama, de medio cuerpo, apoyada en un pedestal en un paisaje boscoso; óleo sobre lienzo, 89,6 x 71,4 cm. Procedencia: Colección privada, Reino Unido. Nota: La presente obra recuerda a los retratos románticos de Kettle de elegantes damas posando en paisajes dramáticos y expansivos, a menudo apoyadas despreocupadamente contra un pedestal clásico. La presente composición recuerda en cierto modo al "Retrato de una dama con flores" de Kettle, que se vendió en Sworders el 15 de septiembre de 2021 (lote 548).

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Círculo de NICOLÁS DE LARGILLIÈRE; principios del siglo XVIII. "Retrato de una dama Óleo sobre lienzo. Redibujado. Tiene faltas. Tiene un marco con faltas del siglo XIX. Medidas: 82 x 61 cm; 113 x 94 cm (marco). Retrato sobre fondo indeterminado de una elegante dama de clase alta, como cabe suponer tanto por el vestido, de escote bajo, adornado con fino encaje, como por su peluca empolvada. La mirada de la dama está firmemente fija en el espectador, lo que añade carácter a la obra y transmite al espectador un rasgo sobre el aspecto psicológico de la dama que va más allá de lo meramente pictórico. La calidad del maestro responsable del cuadro también es evidente: en primer lugar, en la economía de medios, que mantiene la atención del espectador centrada en la dama (algo a lo que también contribuyen el fondo neutro del cuadro y el juego tonal entre el vestido y la piel pálida de la dama); en segundo lugar, en la calidad del dibujo utilizado, especialmente en el rostro (dibujo que predomina sobre el color y la pincelada, como era habitual en el arte del siglo XIX derivado del Neoclasicismo de las Academias de Bellas Artes). Estas obras debieron de ser ejecutadas por un pintor perteneciente al círculo del maestro Nicolas de Largilliere, uno de los retratistas franceses más importantes de la época. En ambas obras podemos reconocer varios rasgos estilísticos similares a los del artista y su círculo, como el cuidado detalle del peinado y su pedrería, así como en los dibujos de las telas, los cabellos y los encajes de los ropajes. Largillière pintó principalmente retratos, aunque también realizó ocasionalmente cuadros históricos, religiosos, paisajes y naturalezas muertas, temas que trabajó con la misma maestría técnica que sus retratos. Largillière, uno de los más grandes pintores de la Regencia y del reinado de Luis XV, está representado en el Louvre, la National Gallery y la National Portrait Gallery de Londres, el Museo del Hermitage de San Petersburgo, el Rijksmuseum de Ámsterdam y el Art Institute de Chicago, entre otras importantes pinacotecas de todo el mundo.