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Arqueología. CEÁN-BERMÚDEZ, Juan Agustín. "Sumario de las Antigüedades Romanas que hay en España, en especial las pertenecientes á las Bellas Artes". . Libros . Madrid, Imprenta de D

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Arqueología. CEÁN-BERMÚDEZ, Juan Agustín. "Sumario de las Antigüedades Romanas que hay en España, en especial las pertenecientes á las Bellas Artes". . Libros . Madrid, Imprenta de D

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Círculo de JUAN SARIÑERA, (España, c. 1545 - 1619). "El venerable Domingo Anadón haciendo entrega a los gremios de los estatutos de la Pila de San Vicente Ferrer". Óleo sobre lienzo. Revestido. Medidas: 110 x 135 cm, 125 x 147 cm (marco). Este lienzo es una copia de la pintura realizada por Juan Sariñena y se encuentra en el Colegio Notarial de Valencia. Esta obra está referenciada en el catálogo "Juan Sariñena. Pintor de la Contrarreforma en Valencia", editado por la Generalitat Valenciana en 2008. Juan Sariñena fue un pintor español, probablemente de origen aragonés, activo en Valencia a finales del siglo XVI y principios del XVII. Fue clave en la aceptación del nuevo lenguaje naturalista, en sustitución de las fórmulas manieristas e idealizantes de Juan de Juanes. En 1570 estuvo en Roma, influido por pintores del contramanierismo tardío y por la Academia de San Lucas. A partir de 1580 vivió en Valencia, destacando en el retrato con técnica veneciana. Su primera obra documentada es un retrato del rey Jaime I en 1580, seguido de un retrato de San Luis Beltrán. En 1584, Sariñena comenzó a recibir encargos del arzobispo Juan de Ribera, entre ellos retratos de santos y una serie de retratos naturalistas. En 1591 dirigió la decoración de la Sala Nova del Palacio de la Generalidad Valenciana, por lo que fue nombrado Pintor de la Ciudad en 1595. Continuó trabajando para Ribera y otros clientes importantes, incluyendo la remodelación de la celda de San Vicente Ferrer y varias pinturas religiosas. En sus últimos años, colaboró con Francisco Ribalta y adoptó una paleta de colores más vivos. En 1607 fue miembro de la junta directiva del Colegio de Pintores y, aunque su producción disminuyó, siguió realizando importantes encargos hasta su muerte en 1619 en Valencia. Le sucedió su discípulo Agustín Ridaura como pintor de la ciudad.

Atribuido a GABRIEL DE LA CORTE (Madrid, 1648 - 1694). Escuela española, siglo XVII. "Jarrón. Óleo sobre lienzo. Medidas: 87,5 x 74 cm: 98 x 83,5 cm (marco). Este cuadro sigue un esquema compositivo que conoció gran auge durante el Barroco español: Los bodegones de flores. En la forma de resolver los variados ramilletes de alegres colores, en los que se ha empleado una densa pincelada de brillante pigmento, se reconoce la mano de Gabriel de la Corte. La jugosidad cromática de la pieza floral avanza soluciones rococó, que rompen la simetría y tienden al horror vacui. El pintor ha congelado el momento de máxima madurez de la flor, previo a su decadencia. El fondo oscuro resalta la luz del bodegón, extrayendo una amplia gama de matices. La libertad de ejecución y la vigorosa pincelada recuerdan la obra del maestro madrileño. Especializado en la ejecución de jarrones, Gabriel de la Corte era hijo de otro pintor madrileño, Lucas de la Corte, aunque su paternidad ha sido objeto de debate entre importantes estudiosos como Antonio Palomino y Ceán Bermúdez. Durante su vida, el éxito de De la Corte fue escaso, lo que le llevó a ganarse la vida a duras penas pintando a bajo precio e incluso completando las obras de otros artistas insertando flores en sus obras. Fue conocido por el uso de una composición recargada en la que prevalecen la libertad de la factura y el toque espontáneo y vigoroso del pincel cargado de materia. El estilo de De la Corte está influido por los de Arellano y anticipa los bodegones florales que, más tarde, se poblarían de complicadas composiciones sobre cartelas tremendamente elaboradas. Algunas obras importantes de De la Corte se conservan en el Museo del Prado, entre otras importantes instituciones.

ISIDORO TAPIA (Valencia, h. 1712 - h. 1771/77). Virgen con el Niño. Óleo sobre lienzo. Medidas: 84 x 62 x 2 cm. El formato de esta pieza indica que probablemente se tratara en su origen de un estandarte procesional. Ello se debe en gran medida a la composición, basada en un esquema compartimentado, con cartelas inferiores que representan a diversos santos y una zona superior que contiene la representación de la Virgen con el Niño, coronada por varios ángeles. La pieza destaca por su gran escenografía, típica de los esquemas estéticos barrocos. Esta teatralidad se define en primer lugar por la división entre un espacio terrenal, dedicado a los santos, y una zona reservada exclusivamente al plano divino, donde la figura monumental de la Virgen domina el espacio. La figura, concebida de forma piramidal, sentada sobre una nube con cabezas querúbicas y la media luna del cuarto creciente, habitual en su iconografía como Inmaculada Concepción, se erige en eje central de la escena, ejerciendo una estricta centralidad que sólo se ve interrumpida en la zona superior por la representación de la Eucaristía y la paloma del Espíritu Santo. Pintor rococó español, el valenciano Isidoro de Tapia se formó con Evaristo Muñoz, según Ceán Bermúdez. En Valencia ejecutó varias obras por encargo del público, y en 1743 se trasladó a Madrid. Ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde fue nombrado académico de mérito en 1755. Se cree que también pasó algún tiempo trabajando en Portugal. Fue profesor de dibujo en la Academia hasta su muerte, y también trabajó para la Real Caballeriza del Palacio Real. Aunque se conocen pocas obras firmadas por su mano, Ismael Gutiérrez Pastor elaboró un pequeño catálogo de veintiocho obras que permiten conocer la personalidad de este pintor, y también reconstruir su vida a partir de documentos conocidos e inéditos. Actualmente se conservan obras de Isidoro de Tapia en la Academia de San Fernando y en otras colecciones.