ESCUELA RUSA, S.XIX
Cristo crucificado con la ascensión de San Elías, Santa Cata…
Descripción

ESCUELA RUSA, S.XIX Cristo crucificado con la ascensión de San Elías, Santa Catalina, San Jorge y Santa Irina. Iconos. Icono pintado al temple y dorado sobre tabla. Adherido a tablón. Medidas icono: 36 x 28,5 cm Medidas totales: 42 x 36,5 cm

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ESCUELA RUSA, S.XIX Cristo crucificado con la ascensión de San Elías, Santa Catalina, San Jorge y Santa Irina. Iconos. Icono pintado al temple y dorado sobre tabla. Adherido a tablón. Medidas icono: 36 x 28,5 cm Medidas totales: 42 x 36,5 cm

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Escuela española; c. 1600. "Cristo crucificado". Madera de boj. Medidas: 48 x 34 cm (Cristo); 84 x 40 x 14 cm. Talla de madera de boj que representa a Cristo crucificado. La representación es sencilla, aunque detallada, dejando a la vista la anatomía del cuerpo de Jesús vestido con el paño de pureza. A pesar del patetismo que infunde el gesto del rostro en la obra se muestra un cuerpo de actitud serena con cierto peso y movimiento debido a la posición de los pies superpuestos, contrastando con los Cristos románicos de cuatro clavos, cuya posición presentaba gran estatismo. La forma en que se dispone el paño de pureza, en diagonal, así como las aguas en el paño del mismo, aumentan esa sensación de movilidad, además de la inclinación de la cabeza hacia un lado, El momento de la crucifixión ha sido uno de los temas iconográficos más trabajados a lo largo de la historia con el fin de adoctrinar a los fieles a través del sufrimiento que Cristo vivió en el Gólgota. En general, se dejó en manos de imagineros, que legaron abundantes ejemplos, siendo esta pieza uno de ellos. Este tipo de piezas no solían realizarse para iglesias, sino para un culto más privado. Así, solían encargarse para capillas privadas, conventos o monasterios, donde se colocarían más cerca de los fieles. Por este motivo, se exigía al artista un mayor detallismo, apreciando en este caso el detalle del cabello, la Corona de Espinas de plata, la anatomía, la boca o los ojos del crucificado. Se completa así una obra capaz de transmitir el mensaje redentor de Cristo.

Escuela italiana; siglo XVIII. "Cristo crucificado". Bronce dorado y base de hierro. Medidas: 29 x 20 x 9 cm; 49 x 20 cm (base). En esta escultura devocional del Crucificado, el modelado de las formas sigue un canon clásico de anatomía equilibrada que transmite una belleza inmutable, respondiendo a un concepto de serenidad estética según la escuela italiana. Estamos ante una escuela adscrita al barroco clasicista, alejada del dramatismo del barroco dominante. El acabado pulido del bronce dorado y la línea sinuosa que dibuja el cuerpo (ya relajado, tras el último suspiro) lo impregnan de un pathos contenido. Una anatomía equilibrada y perfectamente estudiada denota la habilidad artística del escultor, que refleja como nadie el sufrimiento que padeció Cristo en sus últimos segundos de vida. Las crucifixiones y los crucifijos han aparecido en la historia del arte y de la cultura popular desde antes de la era del Imperio Romano pagano. La crucifixión de Jesús se representa en el arte religioso desde el siglo IV. Es uno de los temas más recurrentes del arte cristiano y el que presenta una iconografía más evidente. Aunque a veces se representa a Cristo vestido, lo habitual es representar su cuerpo desnudo, aunque con los genitales cubiertos con un paño de pureza (perizonium); los desnudos integrales son muy raros, pero destacados (Brunelleschi, Miguel Ángel, Cellini). Las convenciones de representación de las distintas actitudes de Cristo crucificado se designan con las expresiones latinas Christus triumphans ("triunfante" -no confundir con la Maiestas Domini o el Pantocrátor-), Christus patiens ("resignado" -no confundir con el Cristo de la paciencia-) y Christus dolens ("sufriente" -no confundir con el Vir dolorum-). El triumphans se representa vivo, con los ojos abiertos y el cuerpo erguido; el patiens se representa muerto, con la voluntad totalmente vaciada (kenosis), la cabeza inclinada, el rostro con expresión serena, los ojos cerrados y el cuerpo arqueado, mostrando las cinco llagas; el dolens se representa de forma similar al patiens, pero con un gesto de dolor, sobre todo en la boca (curvada).