RAFAEL HIDALGO DE CAVIEDES (Quesada, Jaén, 1864-Madrid, 1950)
Capilla monumento …
Descripción

RAFAEL HIDALGO DE CAVIEDES (Quesada, Jaén, 1864-Madrid, 1950) Capilla monumento para enterrar los restos de Carlos III.. Dibujo. Dibujo a lápiz y tinta firmado, sobre papel adherido a táblex. Al dorso, etiqueta donde menciona haber estado expuesto en el Museo de Jaén Medidas: 35,5 x 111 cm

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RAFAEL HIDALGO DE CAVIEDES (Quesada, Jaén, 1864-Madrid, 1950) Capilla monumento para enterrar los restos de Carlos III.. Dibujo. Dibujo a lápiz y tinta firmado, sobre papel adherido a táblex. Al dorso, etiqueta donde menciona haber estado expuesto en el Museo de Jaén Medidas: 35,5 x 111 cm

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MANUEL FERNÁNDEZ CARPIO (Jaén, 1853 - 1929). "Partido Andalucista", 1897. Óleo sobre lienzo. Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho. Medidas: 60 x 89 cm; 84 x 116 cm (marco). En este lienzo el autor nos ofrece una imagen de carácter festivo, con los protagonistas dispuestos a la entrada de una posada, acompañados de varios personajes populares trabajados con detalle y un sentido narrativo que busca captar lo pintoresco, siguiendo el gusto de la época. A nivel formal, destaca especialmente la importancia del estudio cromático, que adquiere un brillo especial gracias a la clara luz que entra por la puerta. La pintura costumbrista es un género en el que se describen tipos y actitudes populares, comportamientos, valores y hábitos comunes a un determinado grupo de población, región o clase, mediante una descripción satírica, nostálgica o narrativa de los ambientes, costumbres, indumentaria, fiestas y diversiones, tradiciones, oficios y tipos representativos de una sociedad. La idea del costumbrismo surgió de un intento de comprender la realidad, o más exactamente, la realidad entendida de una manera particular, desde un punto de vista específico. El pintor Manuel Fernández Carpio comenzó su formación en Jaén de la mano de Manuel de la Paz Mosquera, para posteriormente trasladarse a Madrid gracias a una beca de la Diputación Provincial de Jaén que le permitió continuar sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Una vez finalizados sus estudios, Fernández Carpio compaginó la práctica artística con la docencia, actividad que desarrolló primero en la Escuela Superior de Artes de Industrias de Madrid, y posteriormente en la Escuela de Bellas Artes de Málaga y en la Escuela Industrial de Santander. Al mismo tiempo dio a conocer su obra al público a través de exposiciones oficiales, y participó asiduamente en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en Madrid, siendo galardonado en 1895 con una mención honorífica por la obra "Procesión de san Antonio, en Madrid". También obtuvo una medalla en la Exposición Provincial de Jaén de 1878 por su cuadro "¡Ha muerto!". En sus obras trató diferentes temas, entre los que destacan el costumbrismo y el paisajismo, aunque también trató algunos temas históricos como la conquista de Jaén e incluso realizó algunas obras orientalistas. Manuel Fernández Carpio está representado actualmente en el Museo del Prado (obras en depósito en el Museo Municipal de Madrid y en el Palacio de Ayete de San Sebastián), en el Museo y la Diputación Provincial de Jaén, en el Museo de Bellas Artes de A Coruña y en otras colecciones públicas y privadas.

SEBASTIÁN MARTÍNEZ DOMEDEL (Jaén, hacia 1615 - Madrid, 1667). "San Pedro Penitente". Óleo sobre lienzo. Repintado. Presenta desperfectos en la superficie pictórica. Medidas: 43 x 34 cm. En este cuadro de devoción, el rostro del apóstol Pedro está vuelto hacia el cielo, implorando la intervención divina. Sus rasgos revelan la factura característica del pintor barroco Martínez Domedel, cuyos modelos masculinos de edad avanzada, representados en estilo naturalista y cuyos rostros están iluminados por brillantes ojos acuosos, se repiten en varias composiciones. La luz cenital modela hábilmente los rasgos con pómulos salientes y barba encrespada. La intensa expresividad de este modelo puede compararse con los que el pintor utilizó en los Evangelistas de la Catedral de Jaén. En concreto, la definición del rostro y la expresividad recuerdan mucho a San Lucas. Las arrugas que surcan la frente han sido resueltas con un estilo que identifica a Martínez Domedel. El especialista Rafael Mantas Fernández (Instituto de Estudios Jienenses. Jaén, 2019) define su obra de la siguiente manera: "derrocha grandes cualidades pictóricas en la definición de las anatomías de sus imágenes sagradas, que encarnan personajes reales sacados de la calle... con una tensión psicológica, que incitaba a la oración a los fieles del siglo XVII, cumpliendo a la perfección los postulados tridentinos de la época". Sebastián Martínez Domedel fue localizado por Palomino en Jaén, formándose con Antonio García Reinoso. Su estilo es ecléctico y está marcado por una fuerte influencia de la pintura naturalista y por las concomitancias de otros artistas contemporáneos como Antonio del Castillo, Alonso Cano y José de Ribera. Comenzó su formación en Jaén en el taller de su padre, donde adquirió los conocimientos básicos del arte de la pintura. Pudo completar sus estudios con el pintor local Cristóbal Vela Cobo. Posteriormente se trasladó a Córdoba, estancia que enriqueció su estilo y le puso en contacto con artistas de la época. Tras sus años de aprendizaje pronto se convirtió en el pintor más famoso de la ciudad de Jaén. Hacia las décadas de 1650 y 1660 alcanza la madurez de su estilo y es requerido por importantes instituciones religiosas y destacadas personalidades civiles de la sociedad del siglo XVII. Los últimos años de su vida los pasó en Madrid, donde fue nombrado pintor de corte de Felipe IV, enriqueciendo su repertorio de imágenes y soluciones compositivas tras contemplar las obras de importantes artistas en los Reales Sitios y, sobre todo, en el Real Monasterio de El Escorial.