Null Antonino Florentino - Confesionario: Omnis mortalium cura [Italiano] Specch…
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Antonino Florentino - Confesionario: Omnis mortalium cura [Italiano] Specchio di coscienza. Trattado dell'excommunicazione; Thomas Aquinas: Orazione quale diceva quando va a celebrare; Orazione che si fa dopo la comunione; Li dieci comandmenti; Credo volgare in versi [Bologna, Balthasar Azoguidus, ca. 1472-73]. In 4°. 90 cc. [a¹⁰b-l⁸], el primer papel lleva un escudo nobiliario dentro de una corona de laurel, texto en caracteres romanos sobre columna, encabezamiento final con capiletera roja, manchas marginales y halos, el primer papel con una pequeña rasgadura restaurada, encuadernación en pleno pergamino rígido con título sobre fuelle verde. Ex libris Papadopoli pegado en la contraportada.

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Antonino Florentino - Confesionario: Omnis mortalium cura [Italiano] Specchio di coscienza. Trattado dell'excommunicazione; Thomas Aquinas: Orazione quale diceva quando va a celebrare; Orazione che si fa dopo la comunione; Li dieci comandmenti; Credo volgare in versi [Bologna, Balthasar Azoguidus, ca. 1472-73]. In 4°. 90 cc. [a¹⁰b-l⁸], el primer papel lleva un escudo nobiliario dentro de una corona de laurel, texto en caracteres romanos sobre columna, encabezamiento final con capiletera roja, manchas marginales y halos, el primer papel con una pequeña rasgadura restaurada, encuadernación en pleno pergamino rígido con título sobre fuelle verde. Ex libris Papadopoli pegado en la contraportada.

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Escuela española; siglo XVII. "San Felipe Neri". Óleo sobre lienzo. Revestido. Presenta faltas en la superficie pictórica. Medidas: 137 x 103 cm. Cuadro devocional de San Felipe Neri. Pertenece a un periodo posterior a la beatificación y canonización del Santo, que se produjo en el primer tercio del siglo XVII, por lo que durante el siglo siguiente fue un tema recurrente en la iconografía devocional barroca. El fondo oscuro realza la figura del protagonista. La escena está concebida desde un punto de vista totalmente teatral, con el busto del santo enmarcado en un pórtico con columnas salomónicas a cada lado. Sobre él, situado en el tímpano, hay una gran cenefa con la figura de la Virgen en su interior, probablemente en alusión al milagro de la aparición de María a San Felipe. Bajo esta cenefa se encuentra el Espíritu Santo. San Felipe Neri (Florencia, 1515-1595), conocido como el "Segundo Apóstol de Roma" después de San Pedro, fue un sacerdote católico italiano conocido por fundar la Congregación del Oratorio. Recibió una esmerada educación y sus primeras enseñanzas de los frailes de San Marcos, el famoso monasterio dominico de Florencia. Solía atribuir la mayor parte de sus progresos a las enseñanzas de dos de ellos, Zenobio de Médicis y Servanzio Mini. A los 18 años, en 1533, Felipe fue enviado a casa de su tío Romolo, un rico comerciante de San Germano (actual Cassino), localidad napolitana cercana a la base del Monte Cassino, para ayudarle en sus negocios y con la esperanza de heredar la fortuna de Romolo[1]. Felipe se ganó la confianza y el afecto de Romolo, pero durante su estancia también experimentó una conversión religiosa. A

Escuela italiana; primera mitad del siglo XVII. "Cristo expirante". Bronce plateado. Medidas: 29 x 28 x 5 cm; 38 cm (base). El Crucifijo, de gran calidad ejecutiva, forma parte del grupo de bronces de este tipo del círculo Giambolo-Gnesco, fechable entre finales del siglo XVI y principios del XVII. La obra aquí propuesta presenta similitudes con ejemplos conocidos como: dos crucifijos del Convento de la Santissima Annunziata, Florencia; el del Smith College Museum of Art, Northampton; otro en una colección privada, Siena (reproducido en P. Torriti, fig. 77); otro en una colección privada, Siena (reproducido en P. Torriti, fig. 77); y otro en el Smith College Museum of Art, Northampton. Torriti, fig. 77); otros tres ejemplos en colecciones privadas (Catálogo de la exposición: "Giambologna 1529-1608", 1978, nos. 99, 100, 101); también la variante híbrida del "Cristo semivivo" en el Museo Municipal de Douai. Por la linealidad de los pliegues del taparrabos, se revela como una obra de la generación posterior a Giambologna, que prefería las superficies planas de tela. Se distingue de los ejemplos citados anteriormente por su vigorosa articulación anatómica y la ejecución refinada y detallada de los rasgos del bello rostro y del cabello. Mientras que en los ejemplos que hemos mencionado Cristo gira la cabeza hacia arriba y hacia la derecha, el Cristo que examinamos es el único ejemplo en el que la cabeza está reclinada hacia la izquierda. La cabeza está reclinada hacia la izquierda, de acuerdo con el arquetipo gráfico del que deriva el Cristo vivo de la escultura de Giambologna, es decir, el Crucifijo diseñado por Miguel Ángel para Vittoria Colonna hacia 1540 (Londres, British Museum, inv. 1895-9-15-504r). Cf. Giambologna 1529- 1608. Sculptor to the Medici, catálogo de exposición Edimburgo, Londres, Viena, editado por C. Avery, A. Radcliffe, Londres 1978, nos. 98-104, pp.140-142. (K.J. Watson); P. Torriti, Pietro Tacca da Carrara, Génova, 1984; M. Tommasi, Pietro Tacca, Pisa, 1995; E. D. Schmidt, Scultura sacra nella Toscana del Cinquecento, en Storia delle arti in Toscana: il Cinquecento, editado por R. P. Ciardi, Florencia, 2000, pp. 231-254, en particular p.248 con nota 83. Las crucifixiones y los crucifijos han aparecido en la historia del arte y de la cultura popular desde antes de la era del Imperio Romano pagano. La crucifixión de Jesús se representa en el arte religioso desde el siglo IV. Es uno de los temas más recurrentes del arte cristiano y el que tiene una iconografía más evidente. Aunque a veces se representa a Cristo vestido, lo habitual es representar su cuerpo desnudo, aunque con los genitales cubiertos con un paño de pureza (perizonium); los desnudos integrales son muy raros, pero destacados (Brunelleschi, Miguel Ángel, Cellini). Las convenciones de representación de las distintas actitudes de Cristo crucificado se designan con las expresiones latinas Christus triumphans ("triunfante" -no confundir con la Maiestas Domini o el Pantocrátor-), Christus patiens ("resignado" -no confundir con el Cristo de la paciencia-) y Christus dolens ("sufriente" -no confundir con el Vir dolorum-). El triumphans se representa vivo, con los ojos abiertos y el cuerpo erguido; el patiens se representa muerto, con la voluntad totalmente vaciada (kenosis), la cabeza inclinada, el rostro con expresión serena, los ojos cerrados y el cuerpo arqueado, mostrando las cinco llagas; el dolens se representa de forma similar al patiens, pero con un gesto de dolor, sobre todo en la boca.