Raphael, 1483 – 1520, nach
LA SAGRADA FAMILIA CON SANTA ISABEL, EL NIÑO JUAN Y D…
Descripción

Raphael, 1483 – 1520, nach LA SAGRADA FAMILIA CON SANTA ISABEL, EL NIÑO JUAN Y DOS ANGELES Óleo sobre lienzo. 180 x 136 cm. Marco decorado con palmeta y dorado. Acompañado de documentación detallada sobre su procedencia. En el centro del cuadro, el niño Jesús desnudo con la Virgen María, vestida con una antigua túnica rosada y un manto azul, que parece estar a punto de levantar a su hijo de un cojín blanco y colocarlo en su regazo. A la izquierda de ambos, el niño San Juan con una cruz y las manos cruzadas en oración, rodeado por detrás por los brazos de Santa Isabel. A la derecha, al fondo, delante de un velum, está San José, apoyando la cabeza en la mano izquierda y observando la celebración con la mirada baja, mientras uno de los dos ángeles de la izquierda corona la cabeza de María con una corona de flores. Anotación: Pintura según la magnífica idea pictórica de Raffaello Santi, 207 x 140 cm de 1518 (n.º inv. 604), conservada en el Louvre de París. (1400601) (13) Rafael, 1483 - 1520, después de LA SAGRADA FAMILIA CON SANTA ISABEL, EL NIÑO SAN JUAN BAUTISTA Y DOS ANGELES Óleo sobre lienzo. 180 x 136 cm. Acompañado de una documentación detallada sobre la procedencia. Observaciones: El cuadro está creado a partir de una pintura de gran formato de Rafael, de 207 x 140 cm creada hacia 1518 y conservada en el Louvre de París (n.º de inv. 604). (†)

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Raphael, 1483 – 1520, nach

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Escuela italiana de la primera mitad del siglo XIX. Según RAFAEL SANZIO (Italia, 1483 - 1520). "La Sagrada Familia de Francisco I/La Sagrada Familia Grande". Óleo sobre lienzo. Medidas: 104 x 137 cm; 122 x 150 cm (marco). Esta obra es una fiel continuación de la pintada por Rafael Sanzio en 1518, un óleo sobre tabla transferido a lienzo que se conserva actualmente en el Museo del Louvre de París. Rafael representó en este lienzo a la Sagrada Familia acompañada de San Juan Bautista niño y de su madre, Santa Isabel. La colocación de las distintas figuras refleja la jerarquía de los personajes en esta iconografía. Así, vemos a San José detrás casi oculto en las sombras, mientras que las dos mujeres y los dos niños permanecen en primer plano, directamente iluminados. Estas cuatro figuras forman un esquema piramidal típicamente rafaelesco, muy imitado por sus seguidores, claramente clásico, que ancla la composición y la equilibra. Además, este esquema sirve para centrar la atención en los dos personajes principales: Jesús y María. En cuanto a la temática, la iconografía que introduce la figura de San Juan Bautista en escenas de la Sagrada Familia o de María con el Niño no sólo se debe a la condición del santo como pariente de Jesús, sino que también tiene un sentido teológico. Estas imágenes presentan a San Juan Bautista como un profeta que anuncia la misión redentora de Cristo, y por eso, a pesar de que se le representa como un niño, antes de su retirada al desierto, aparece con la piel de cordero o camello y, generalmente, acompañado de los atributos iconográficos habituales en sus imágenes, que aluden a la Pasión de Cristo. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en otros cuadros, tanto de Rafael como de otros autores, aquí los niños aparecen ajenos al dramático destino de Jesús. Sólo las dos mujeres muestran un cierto dolor contenido en sus expresiones que deja adivinar la pena con que contemplan los juegos de los niños.