Diego Quispe Tito (Cuzco, Peru, 1611 - 1681) Diego Quispe Tito (Cuzco, Perú, 161…
Descripción

Diego Quispe Tito (Cuzco, Peru, 1611 - 1681)

Diego Quispe Tito (Cuzco, Perú, 1611 - 1681) San Antonio con el Niño Óleo sobre lienzo. 57,5 x 44,5 cm. Según leemos en la Real Academia de la Historia Quispe Tito "Miembro de una familia de la aristocracia incaica, está considerado entre los principales iniciadores de la escuela cuzqueña de pintura. Al parecer procedía del pueblo indígena de San Sebastián, que alberga una parte importante de su producción. Ésta se centra en las obras decorativas para la iglesia parroquial de dicha localidad, para la que trabajó intensamente entre 1634 y 1669. Durante esos años realizó cuatro grandes ciclos pictóricos: Vida de San Juan Bautista, La Pasión, Martirio de San Sebastián y Los Doctores de la Iglesia. Estos grupos de lienzos resumen la original madurez de Quispe Tito, caracterizada por una ingeniosa reinterpretación de las estampas europeas y por una pincelada precisa, ágil y de vivos colores. Su fama pronto se extendió más allá de los confines de Cuzco, y en 1667 recibió el encargo de las iglesias de Potosí de pintar Jesús entre los Doctores del Templo y Los Desposorios de la Virgen, ambos conservados en el Museo de la Casa de Moneda de esa ciudad. En la propia capital inca, la obra más ambiciosa de Quispe Tito es el lienzo de Las últimas cosas o el Juicio Final, pintado para la portería del Convento de San Francisco en 1675.Aquí el pintor andino abandonó las fórmulas dinámicas para representar el Juicio Final, vigentes hasta el Alto Renacimiento y principios del Barroco en Europa, para volver al esquema ordenado, en forma de capas horizontales sucesivas, habitual entre los pintores medievales. La Sagrada Familia regresando de Egipto (Museo Nacional de Historia), fechada en 1680, muestra el virtuosismo característico de sus obras posteriores. Aquí el pintor se basó en una composición muy difundida de Rubens, pero Quispe Tito redujo considerablemente la proporción de las figuras en relación con el fondo para situar la escena de la historia sagrada dentro de un vasto paisaje idealizado y fantástico, anunciando así la aparición de uno de los géneros favoritos de la pintura cuzqueña del siglo siguiente. Al mismo tiempo, realizó la conocida serie del zodiaco, colgada en los muros de las naves laterales de la Catedral del Cuzco. Hoy sólo existen nueve de los doce signos, bien porque tres de ellos fueron destruidos o porque el artista murió antes de completar el encargo. Se trata de un ciclo cristianizado, en el que cada uno de los signos zodiacales se identifica con una parábola de Cristo o un relato evangélico. En este caso Quispe sigue literalmente sus fuentes gráficas flamencas, al tiempo que despliega un oficio pictórico de inspiración europea, cuyo alto nivel técnico es insuperable en el contexto cuzqueño. De este modo, el artista, en la última etapa de su vida, parecía adaptar su obra a las preferencias estéticas de una clientela culta y urbana, lo que pudo atraer la atención del obispo Mollinedo y su cabildo catedralicio.

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Diego Quispe Tito (Cuzco, Peru, 1611 - 1681)

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