Null Colegio Virreinal. Lima. Perú. Siglo XVI.
San Juan en Patmos
Óleo sobre lie…
Descripción

Colegio Virreinal. Lima. Perú. Siglo XVI. San Juan en Patmos Óleo sobre lienzo. Reentelado. 272 x 190 cm. Pintura muy temprana de gran formato, significativa para comprender la evolución del arte manierista al primer naturalismo, destacando los pliegues esquemáticos, de influencia bizantina, de la vestimenta de San Juan, o las alas de los ángeles, de influencia renacentista florentina. En la cartela figura como donante Juan Martín de Escobar, Procurador del Convento de Nuestra Señora de la Merced de Lima. Se puede leer 'Dio este liencoel ermano JvanMartin Descovarpor sv devocion' (Fray Juan Martín de Escobar donó este lienzo para su culto). La existencia de Juan Martín de Escobar está atestiguada por sus actividades comerciales, que constan en el cuaderno 210 del legajo VII, del Tomo I - Entrega I de la 'Revista del Archivo Nacional del Perú', publicada en Lima en 1920. Según este cuaderno, la escritura de venta se otorgó el 14 de septiembre de 1629. Una gran señal apareció en el cielo", cuenta San Juan en el libro del Apocalipsis de la Biblia. Es la imagen de una "mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas". La figura de la Virgen Apocalíptica es el símbolo de la Iglesia, heredera de toda la gloria de Israel y concebida como madre del Hijo de Dios. Se presenta al evangelista y vidente vestida de sol, con la luna a sus pies y una corona de doce estrellas que rodea su cabeza, imagen que más tarde sería adoptada por San Joaquín y Santa Ana para representar la Inmaculada Concepción de María. Un dragón -símbolo del demonio- lucha contra la mujer -símbolo de la Iglesia-, a la que Dios protege y defiende dándole las alas de una gran águila para que vuele al desierto y la preserve del demonio. De ahí que la figura del águila esté a menudo presente junto a San Juan Evangelista. Una visión anacrónica del santo se observa a menudo en el arte que representa la Visión en Patmos, ya que lo retrata como un joven que parece haber envejecido sólo una década desde su adolescencia durante la Pasión de Jesús. En realidad, San Juan sería ya muy anciano, pues se estima que su muerte se produjo hacia el año 104, a una edad avanzada.

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Colegio Virreinal. Lima. Perú. Siglo XVI. San Juan en Patmos Óleo sobre lienzo. Reentelado. 272 x 190 cm. Pintura muy temprana de gran formato, significativa para comprender la evolución del arte manierista al primer naturalismo, destacando los pliegues esquemáticos, de influencia bizantina, de la vestimenta de San Juan, o las alas de los ángeles, de influencia renacentista florentina. En la cartela figura como donante Juan Martín de Escobar, Procurador del Convento de Nuestra Señora de la Merced de Lima. Se puede leer 'Dio este liencoel ermano JvanMartin Descovarpor sv devocion' (Fray Juan Martín de Escobar donó este lienzo para su culto). La existencia de Juan Martín de Escobar está atestiguada por sus actividades comerciales, que constan en el cuaderno 210 del legajo VII, del Tomo I - Entrega I de la 'Revista del Archivo Nacional del Perú', publicada en Lima en 1920. Según este cuaderno, la escritura de venta se otorgó el 14 de septiembre de 1629. Una gran señal apareció en el cielo", cuenta San Juan en el libro del Apocalipsis de la Biblia. Es la imagen de una "mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas". La figura de la Virgen Apocalíptica es el símbolo de la Iglesia, heredera de toda la gloria de Israel y concebida como madre del Hijo de Dios. Se presenta al evangelista y vidente vestida de sol, con la luna a sus pies y una corona de doce estrellas que rodea su cabeza, imagen que más tarde sería adoptada por San Joaquín y Santa Ana para representar la Inmaculada Concepción de María. Un dragón -símbolo del demonio- lucha contra la mujer -símbolo de la Iglesia-, a la que Dios protege y defiende dándole las alas de una gran águila para que vuele al desierto y la preserve del demonio. De ahí que la figura del águila esté a menudo presente junto a San Juan Evangelista. Una visión anacrónica del santo se observa a menudo en el arte que representa la Visión en Patmos, ya que lo retrata como un joven que parece haber envejecido sólo una década desde su adolescencia durante la Pasión de Jesús. En realidad, San Juan sería ya muy anciano, pues se estima que su muerte se produjo hacia el año 104, a una edad avanzada.

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