Pier Leone Ghezzi (ROMA 1674 - 1755). Retrato de Monseñor Giorgio Bolognetti, con marco. Óleo sobre lienzo. 98x73 cm. Los Bolognetti eran una antigua familia senatorial que, sobre todo durante el siglo XVI, ocupó un lugar destacado en la vida política, cultural y literaria de la ciudad de Bolonia. La rama boloñesa de la familia siguió manteniendo su prestigio a lo largo de los siglos XVII y XVIII y su nombre se asocia, en las fuentes de la época, al de pintores como Ludovico y Annibale Carracci y Guido Reni. En cuanto a la rama romana, fue el caballero Giovan Battista Bolognetti (m. 1627) quien desempeñó un papel fundamental como progenitor de la familia, al definir el prestigio del linaje en la capital papal. Es a su hijo mayor, Giorgio, retratado en el cuadro que nos ocupa, a quien debemos la continuación de esta consolidación en el tejido romano. Acaudalado y bien relacionado en el entorno curial de la ciudad, monseñor Giorgio se dedicó a obras de caridad, pero sobre todo hizo que el vínculo de la familia Bolognetti con la ciudad papal no se rompiera a su muerte. Instalado definitivamente en Roma en 1660, en 1683 adquirió un censo en el antiguo palacio Bigazzini de la "platea S. Marci" (plaza Venecia), prestigiosa residencia destinada a convertirse en el salón de la aristocracia romana. La familia Bolognetti siguió viviendo en esta residencia hasta 1807, cuando Girolamo Cenci-Bolognetti se vio obligado a venderla a la familia Torlonia. En cuanto al cuadro que nos ocupa, la autoría a Pier Leone Ghezzi ha sido confirmada oralmente por Anna Lo Bianco al actual propietario y constituye un retrato póstumo de monseñor sosteniendo una misiva con una referencia a París. Bolognetti había sido enviado a esta ciudad entre 1634 y 1639 para pedir al rey que expulsara a los herejes de Pinerolo y de la diócesis de Saluzzo y, en general, para vigilar la alianza establecida en los últimos años entre Francia y las potencias protestantes, que podría haber provocado un renacimiento del movimiento calvinista en el interior del país. Ghezzi fue un hábil retratista y su obra en este campo fue particularmente apreciada por su vena informal y realista. En efecto, llama la atención en el vasto repertorio de retratos el carácter verdaderamente fotográfico de la toma, siempre realista y sintética, que acentúa los elementos de semejanza para una mayor adherencia de la imagen a la persona retratada. Este estilo tan personal e inusual deriva de la práctica de la caricatura a la que Ghezzi se dedicó paralelamente a la pintura, a lo largo de toda su carrera, desde su juventud. En su amplia producción de bocetos, es significativo recordar tres caricaturas que representan a tres miembros de la familia Bolognetti, lo que confirma la relación entre el pintor y la familia: Andrea (1722), Mario (1724) y Giacomo (1744). La familia Bolognetti forjó numerosas relaciones con los artistas más de moda de la ciudad y, además de Pier Leone Ghezzi, encargó retratos a Antonio David (1680-1738) -que retrató a Maria Costanza Bolognetti-, Sebastiano Ceccarini (1703-1783) -que retrató al cardenal Mario Bolognetti- y Giacomo Triga (1674-1746).