1 / 2

Descripción

KISLING Moïse (1891-1953), pintor de la escuela partisana. L.A.S. "Kiki" dirigido a Ruth Thomas, Central-Park (Nueva-York), 2 de julio de 1945. 2 pp. in-4. Membrete con su dirección, sobre adjunto, carta en francés. Preciosa carta de Kisling a su amiga Ruth Thomas, hablando de un hipotético regreso a Europa. El armisticio se había firmado dos meses antes, y Kisling aún no sabía qué iba a pasar, sobre todo porque la reconstrucción aún iba a llevar mucho tiempo. "Espero que te conviertas en un buen californiano, y tal vez durante algunos años más, porque nuestra querida Europa está y estará en la mierda durante mucho tiempo. Yo, que soñaba con coger el primer barco de vuelta a casa, sigo aquí y realmente no sé cuándo me iré, ¡las cartas que recibo de allí son tan espantosas! [No sé cómo explicar mi silencio después de tantas cartas suyas. [] Un año más tarde estaba de vuelta en Francia, en Sanary sur Mer, donde pasaría el resto de su vida. El 15 de diciembre de 1946 escribió a Ruth que estaba encantado con su regreso y su nuevo hogar en Francia.

Traducido automáticamente por DeepL.
Para ver la versión original, haga clic aquí.

220 
Ir al lote
<
>

KISLING Moïse (1891-1953), pintor de la escuela partisana. L.A.S. "Kiki" dirigido a Ruth Thomas, Central-Park (Nueva-York), 2 de julio de 1945. 2 pp. in-4. Membrete con su dirección, sobre adjunto, carta en francés. Preciosa carta de Kisling a su amiga Ruth Thomas, hablando de un hipotético regreso a Europa. El armisticio se había firmado dos meses antes, y Kisling aún no sabía qué iba a pasar, sobre todo porque la reconstrucción aún iba a llevar mucho tiempo. "Espero que te conviertas en un buen californiano, y tal vez durante algunos años más, porque nuestra querida Europa está y estará en la mierda durante mucho tiempo. Yo, que soñaba con coger el primer barco de vuelta a casa, sigo aquí y realmente no sé cuándo me iré, ¡las cartas que recibo de allí son tan espantosas! [No sé cómo explicar mi silencio después de tantas cartas suyas. [] Un año más tarde estaba de vuelta en Francia, en Sanary sur Mer, donde pasaría el resto de su vida. El 15 de diciembre de 1946 escribió a Ruth que estaba encantado con su regreso y su nuevo hogar en Francia.

Valoración 150 - 200 EUR

* Gastos de venta no incluidos.
Consulte las condiciones de venta para calcular el precio de los gastos.

Gastos de venta: 28 %
Dejar una orden
Inscribirse en la subasta

Subasta el jueves 27 jun : 14:00 (CEST)
paris, Francia
Baron Ribeyre & Associés
+33142460077
Ver el catálogo Consultar las CGV Información sobre la subasta

Entrega en
Cambiar dirección
Esta solución de entrega es opcional..
Puede recurrir al transportista de su elección.
El precio indicado no incluye el precio del lote ni los gastos de la subasta.

Podría interesarle

Moïse KISLING (1891-1953) Les anémones, 1948. Huile sur toile Signée en bas à gauche 41 x 33 cm Sur sa toile d’origine Porte l’étiquette de la galerie Romanet au verso Provenance : Collection Romanet (avec son certificat de 1964) Collection de Madame Servelle et par descendance à l’actuel propriétaire. Bibliographie : Joseph Kessel, Kisling 1891 – 1953, catalogue raisonné vol. 1, édité par Jean Kisling, 1971, p. 243 n. 102 (illustré) « Je ne suis attentif qu’à l’expression de ma sensibilité. Je sais que l’on ne peut rien apporter de nouveau dans la peinture car la matière est toujours la même, que les moyens sont stables, qu’un peintre n’a qu’une ressource, celle d’exalter les mêmes objets avec sa propre sensibilité picturale… » Très tôt, Moïse Kisling suit des études à l’école des Beaux-arts de sa ville natale, Cracovie. C’est grâce à son professeur Józef Pankiewicz, admirateur de Renoir et de Cézanne, et ami de Bonnard, qui possède un atelier à Paris, rue Bonaparte que Kisling vient en France, en 1910. Il est âgé de 19 ans, et à Paris, il découvre la vie de bohème artistique de Montmartre et de Montparnasse. Il se lie alors d’amitié avec Amedeo Modigliani, Georges Braque et Max Jacob. Son amour des fleurs jalonne toute sa carrière, et l’anémone, qui signifierait en grec « fille du vent », lui donne plus encore que toute autres fleurs, la possibilité de traduire la légèreté et de remonter au plus sensible, au plus intime des choses.