Null ESCUELA INGLESA hacia 1800, entorno de Thomas LAWRENCE
Retrato de un joven …
Descripción

ESCUELA INGLESA hacia 1800, entorno de Thomas LAWRENCE Retrato de un joven con su perro Lienzo 231 x 143,5 cm Sin marco

88 

ESCUELA INGLESA hacia 1800, entorno de Thomas LAWRENCE Retrato de un joven con su perro Lienzo 231 x 143,5 cm Sin marco

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados

Podría interesarle

Atribuido a THOMAS LAWRENCE (Bristol, 1769 - Londres, 1830). Retrato. Óleo sobre lienzo. Medidas: 73,5 x 63 cm; 96 x 84 cm (marco). El autor nos ofrece un retrato de gran sobriedad, dominado por una paleta de tonalidades frías, que sólo se matizan con el uso de formas redondeadas que aportan delicadeza a la pieza como se observa en el tratamiento del pañuelo en el cuello. Tanto la composición como la ejecución pictórica de este excelente retrato encajan con las características del mejor retratismo inglés del primer cuarto del siglo XIX, y especialmente con la obra de Sir Thomas Lawrence y su círculo más cercano. Sir Thomas Lawrence fue, tras la muerte de Joshua Reynolds en 1792, el principal retratista británico. Su formación temprana tuvo lugar en Bath, donde aprendió de William Hoare la técnica del pastel, y de Thomas Barker el manejo correcto de la pintura al óleo. En 1787 se trasladó a Londres, donde expuso sus primeras obras en la Royal Academy. Comenzó a triunfar gracias a sus retratos femeninos, como el de Elizabeth Farren, donde ya se adivinan ciertos rasgos de sensibilidad que desarrollaría en su producción más madura. En 1791 fue admitido en la Royal Academy y al año siguiente, tras la muerte de Joshua Reynolds, se convirtió en el pintor del rey. En 1815 fue nombrado caballero y ese mismo año la familia real le encargó una serie de retratos para la Cámara de Waterloo en el castillo de Windsor. En 1820 sucedió a Benjamin West como presidente de la Royal Academy. Los retratos de Lawrence se basaban en el "gran estilo" de Reynolds, pero el pintor de Bristol abrió el camino a un nuevo concepto del retrato con respecto al modelo, su comportamiento personal y su representación emocional. Supo rescatar una visión muy personal de sus clientes, propia del retrato romántico y de la época victoriana. Sus modelos son presentados en actitudes relajadas y naturales, la pincelada es delicada, imperceptible en los rostros y más ligera y esbozada en los ropajes y el paisaje, que casi siempre tiene un papel importante.