Null ÁLBUM DE CORTE INDÍGENA CON RETRATOS ENTRONADOS DE EMPERADORES MUGHALES Y S…
Descripción

ÁLBUM DE CORTE INDÍGENA CON RETRATOS ENTRONADOS DE EMPERADORES MUGHALES Y SUS ANCESTROS PROPIEDAD DE UNA IMPORTANTE COLECCIÓN PRIVADA EUROPEA Escuela de Delhi, norte de la India mogol, primera mitad del siglo XIX Pigmentos opacos, tinta y oro sobre papel tejido, Ocho retratos verticales de emperadores mogoles y sus antepasados timúridas sentados en tronos dorados en una terraza cortesana con vistas a exuberantes jardines y fondos naturales. Cada personaje se identifica con sus atributos característicos, atuendo preferido y modelo de turbante, dentro de bordes decorativos concéntricos policromados y dorados, Cada página del álbum está numerada en la esquina superior izquierda y va acompañada de inscripciones nominales en tinta negra que identifican al gobernante retratado; el borde superior dorado con inscripciones en cursiva en inglés; las cartelas doradas ovaladas sobre cada modelo y el reverso están en escritura persa nasta'liq; el reverso está marcado con una cuadrícula dinástica rectangular rellena de nombres, fechas y breves datos biográficos. 29 x 19 cm, 46 x 35,5 cm incluido el marco. Lo más probable es que estos ocho retratos finamente pintados formaran parte de un álbum cortesano indio que recogía los retratos oficiales de los gobernantes mogoles y los miembros de la élite de la corte, vinculando su herencia dinástica directamente con los timúridas de Asia central. Para un ejemplo análogo, véase Sotheby's Dubái, 13 de noviembre de 2013, lote 71. Los modelos representados se nombran de la siguiente manera: Timur (m. 1405); Miran Shah, hijo de Timur (m. 1408); sultán Umar jeque Mirza II, hijo de Abu Sa'id Mirza (m. 1494); emperador Babur, hijo de Umar jeque Mirza II y fundador de la dinastía mogol (m. 1530); el emperador Jahangir, hijo de Akbar (m. 1627); Jahandar Shah, hijo de Bahadur Shah (m. 1713); Muhammad Shah, nieto de Bahadur Shah (m. 1748); y, por último, Ahmad Shah Bahadur, hijo de Muhammad Shah (m. 1775). Cada retrato está numerado en la esquina superior izquierda, empezando por el número 1 con Timur y terminando con el número 19 con Ahmad Shah Bahadur. Originalmente, el álbum habría contenido con toda seguridad otros retratos de emperadores mogoles, como Akbar y Shah Jahan, así como de los tres últimos miembros de la dinastía que gobernaron en la primera mitad del siglo XIX, que eligieron Delhi como capital y se establecieron allí hasta que las fuerzas británicas tomaron el poder. El retrato siempre ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo de las artes visuales del sur de Asia. Desde los albores de la civilización india en adelante, la imagen figurada que se encuentra en esculturas, monedas, entornos arquitectónicos y frescos actuaba como un poderoso recordatorio de la jerarquía dhármica que regía el mundo. Sin embargo, hasta principios del siglo XVII, cuando el Imperio mogol estaba plenamente formado y establecido en estas tierras, los retratos solían derivar de representaciones convencionales con lakshanas (cualidades identificativas o atributos cognitivos) repetitivos y estándar, más que de parecidos individuales. Uno de los logros artísticos más notables conseguidos por los mogoles en la India fue fomentar y encabezar la aparición de retratos de individuos identificables, algo sin precedentes tanto en el sur de Asia como en el mundo islámico (Portraiture in South Asia Since the Mughals: Arte, representación e historia, ed. Crispin Branfoot, 2018, pp. 1 - 3). Se sabe que los emperadores mogoles Akbar y Jahangir eran ávidos coleccionistas de retratos de personalidades cortesanas y debieron de quedar impresionados por los ejemplares de retratos europeos, que circulaban por sus cortes gracias tanto a los intercambios diplomáticos con Occidente como a las tres misiones de los jesuitas entre las décadas de 1580 y 1590 (S. Stronge, Painting for the Mughal Emperor: the Art of the Book 1560 - 1660, 2002, p. 120). El mejor testimonio de esta fascinación se encuentra en el A'in-I Akbari, donde Abu'l Fazl menciona que "el emperador (Akbar) ordenó tener los retratos (surat) de todos los grandes del reino. Se formó así un inmenso libro: los que han fallecido han recibido ahora una nueva vida, y a los que aún viven se les ha prometido la inmortalidad". A pesar del entusiasta "giro hacia el individuo" promovido en las artes visuales bajo los reinados de Akbar y Jahangir, el retrato mogol y la formalización de una "imagen señorial" alcanzaron su forma más lograda a mediados y finales del siglo XVII, bajo el gobierno y el mecenazgo de Shah Jahan (The Indian Portrait 1560 - 1860, ed.: Rosemary Crill y Kapil Jahan). Rosemary Crill y Kapil Jariwala, 2010, p. 12). Para entonces, se había establecido que los retratos oficiales de los emperadores mogoles debían mostrar al modelo de perfil, y no en la vista de tres cuartos de estilo persa, ya que se consideraba menos formal y, por tanto, reservada a los miembros menos nobles de la corte (Ibidem, p. 102). Como prueba de esta regla, nuestros ocho retratos se dividen en dos grupos: los cuatro modelos de linaje centroasiático directo se muestran todos de tres cuartos, siguiendo el estilo persa de los retratos.

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ÁLBUM DE CORTE INDÍGENA CON RETRATOS ENTRONADOS DE EMPERADORES MUGHALES Y SUS ANCESTROS PROPIEDAD DE UNA IMPORTANTE COLECCIÓN PRIVADA EUROPEA Escuela de Delhi, norte de la India mogol, primera mitad del siglo XIX Pigmentos opacos, tinta y oro sobre papel tejido, Ocho retratos verticales de emperadores mogoles y sus antepasados timúridas sentados en tronos dorados en una terraza cortesana con vistas a exuberantes jardines y fondos naturales. Cada personaje se identifica con sus atributos característicos, atuendo preferido y modelo de turbante, dentro de bordes decorativos concéntricos policromados y dorados, Cada página del álbum está numerada en la esquina superior izquierda y va acompañada de inscripciones nominales en tinta negra que identifican al gobernante retratado; el borde superior dorado con inscripciones en cursiva en inglés; las cartelas doradas ovaladas sobre cada modelo y el reverso están en escritura persa nasta'liq; el reverso está marcado con una cuadrícula dinástica rectangular rellena de nombres, fechas y breves datos biográficos. 29 x 19 cm, 46 x 35,5 cm incluido el marco. Lo más probable es que estos ocho retratos finamente pintados formaran parte de un álbum cortesano indio que recogía los retratos oficiales de los gobernantes mogoles y los miembros de la élite de la corte, vinculando su herencia dinástica directamente con los timúridas de Asia central. Para un ejemplo análogo, véase Sotheby's Dubái, 13 de noviembre de 2013, lote 71. Los modelos representados se nombran de la siguiente manera: Timur (m. 1405); Miran Shah, hijo de Timur (m. 1408); sultán Umar jeque Mirza II, hijo de Abu Sa'id Mirza (m. 1494); emperador Babur, hijo de Umar jeque Mirza II y fundador de la dinastía mogol (m. 1530); el emperador Jahangir, hijo de Akbar (m. 1627); Jahandar Shah, hijo de Bahadur Shah (m. 1713); Muhammad Shah, nieto de Bahadur Shah (m. 1748); y, por último, Ahmad Shah Bahadur, hijo de Muhammad Shah (m. 1775). Cada retrato está numerado en la esquina superior izquierda, empezando por el número 1 con Timur y terminando con el número 19 con Ahmad Shah Bahadur. Originalmente, el álbum habría contenido con toda seguridad otros retratos de emperadores mogoles, como Akbar y Shah Jahan, así como de los tres últimos miembros de la dinastía que gobernaron en la primera mitad del siglo XIX, que eligieron Delhi como capital y se establecieron allí hasta que las fuerzas británicas tomaron el poder. El retrato siempre ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo de las artes visuales del sur de Asia. Desde los albores de la civilización india en adelante, la imagen figurada que se encuentra en esculturas, monedas, entornos arquitectónicos y frescos actuaba como un poderoso recordatorio de la jerarquía dhármica que regía el mundo. Sin embargo, hasta principios del siglo XVII, cuando el Imperio mogol estaba plenamente formado y establecido en estas tierras, los retratos solían derivar de representaciones convencionales con lakshanas (cualidades identificativas o atributos cognitivos) repetitivos y estándar, más que de parecidos individuales. Uno de los logros artísticos más notables conseguidos por los mogoles en la India fue fomentar y encabezar la aparición de retratos de individuos identificables, algo sin precedentes tanto en el sur de Asia como en el mundo islámico (Portraiture in South Asia Since the Mughals: Arte, representación e historia, ed. Crispin Branfoot, 2018, pp. 1 - 3). Se sabe que los emperadores mogoles Akbar y Jahangir eran ávidos coleccionistas de retratos de personalidades cortesanas y debieron de quedar impresionados por los ejemplares de retratos europeos, que circulaban por sus cortes gracias tanto a los intercambios diplomáticos con Occidente como a las tres misiones de los jesuitas entre las décadas de 1580 y 1590 (S. Stronge, Painting for the Mughal Emperor: the Art of the Book 1560 - 1660, 2002, p. 120). El mejor testimonio de esta fascinación se encuentra en el A'in-I Akbari, donde Abu'l Fazl menciona que "el emperador (Akbar) ordenó tener los retratos (surat) de todos los grandes del reino. Se formó así un inmenso libro: los que han fallecido han recibido ahora una nueva vida, y a los que aún viven se les ha prometido la inmortalidad". A pesar del entusiasta "giro hacia el individuo" promovido en las artes visuales bajo los reinados de Akbar y Jahangir, el retrato mogol y la formalización de una "imagen señorial" alcanzaron su forma más lograda a mediados y finales del siglo XVII, bajo el gobierno y el mecenazgo de Shah Jahan (The Indian Portrait 1560 - 1860, ed.: Rosemary Crill y Kapil Jahan). Rosemary Crill y Kapil Jariwala, 2010, p. 12). Para entonces, se había establecido que los retratos oficiales de los emperadores mogoles debían mostrar al modelo de perfil, y no en la vista de tres cuartos de estilo persa, ya que se consideraba menos formal y, por tanto, reservada a los miembros menos nobles de la corte (Ibidem, p. 102). Como prueba de esta regla, nuestros ocho retratos se dividen en dos grupos: los cuatro modelos de linaje centroasiático directo se muestran todos de tres cuartos, siguiendo el estilo persa de los retratos.

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