Null Ribera, Jusepe de
(c. 1590 Jatiba - Nápoles 1652). La penitencia de San Ped…
Descripción

Ribera, Jusepe de (c. 1590 Jatiba - Nápoles 1652). La penitencia de San Pedro. Aguafuerte sobre papel verjurado 1621. tamaño de la hoja 32 x 24,3 cm. Con el monogr. "SHP ABR" y la fecha en reverso en la plancha. Parcialmente recortado hasta el borde, en su mayor parte con estrecho margen alrededor de éste. Ilustr. B. 7. Lamentablemente no se puede determinar de qué estado se trata debido a la falta del margen inferior. Falta el margen. - Algo quemado y manchado, algunas rasgaduras en el margen inferior. Rasgaduras en el margen inferior, rasgadura en la esquina inferior derecha reparada de forma amateur. R

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Ribera, Jusepe de (c. 1590 Jatiba - Nápoles 1652). La penitencia de San Pedro. Aguafuerte sobre papel verjurado 1621. tamaño de la hoja 32 x 24,3 cm. Con el monogr. "SHP ABR" y la fecha en reverso en la plancha. Parcialmente recortado hasta el borde, en su mayor parte con estrecho margen alrededor de éste. Ilustr. B. 7. Lamentablemente no se puede determinar de qué estado se trata debido a la falta del margen inferior. Falta el margen. - Algo quemado y manchado, algunas rasgaduras en el margen inferior. Rasgaduras en el margen inferior, rasgadura en la esquina inferior derecha reparada de forma amateur. R

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Escuela napolitana del siglo XVII. Siguiendo modelos de JOSÉ DE RIBERA (Játiva, 1591-Nápoles,1652) . "La vista". Óleo sobre lienzo. Repintado en el siglo XIX. Presenta repintes. Medidas: 110,5 x 88,5 cm; 126,5 x 104 cm (marco). En la escuela napolitana, la influencia de José Ribera fue notable. Su vehemente y vigoroso naturalismo, tamizado por influencias flamencas, late con fuerza en la pintura napolitana contemporánea al pintor sevillano. Aquí tenemos un claro ejemplo de esta influencia. El autor ha reproducido fielmente el cuadro "La vista" que Ribera pintó durante su estancia en Roma (hoy en el Museo Franz Mayer). Formaba parte de una serie sobre los cinco sentidos. En esta versión, la doble ascendencia de Ribera y Caravaggio se aprecia en la luz violenta y tenebrista que irrumpe de forma oblicua. También hay que señalar que Ribera se alejó de la complejidad iconográfica de las visiones de los Cinco Sentidos producidas en los Países Bajos, en la línea de Brueghel. El artista valenciano, que retoma la versión actual, se centra en un personaje extraído de la vida cotidiana. El hombre sostiene en sus manos un catalejo que le permite contemplar el universo a través de la ventana. Unas gafas y un espejo completan la representación de la vista. La figura se sitúa en un interior y recibe el fuerte impacto de la luz en la cabeza y las manos, su cuerpo está cincelado en todos y cada uno de sus detalles. Los tonos oscuros se utilizan para centrar la atención del espectador en el rostro, cargado de intensidad emocional.