Descripción
(Milán, 1616 - Bolonia, 1681) Circe Óleo sobre lienzo, 88,5X71 cm Alumno de Daniele Crespi en Milán, Cittadini se trasladó a Bolonia a principios de la cuarta década, donde continuó su aprendizaje con Guido Reni hasta 1637. Oretti y el abate Lanzi lo describen destacando su polifacética capacidad para expresarse en diversos géneros pictóricos, produciendo fascinantes retratos, naturalezas muertas y delicados paisajes con la misma naturalidad, sirviéndose hábilmente de modelos flamencos, empleando módulos compositivos del clasicismo romano y, en las naturalezas muertas, adoptando los ejemplos lombardos de Evaristo Baschenis y Bartolomeo Bettera, consiguiendo sin embargo crear composiciones de notable originalidad. En 1645, el artista visitó Roma y entre 1650 y 1652 se dedicó con su hermano Carlo y Jean Boulanger a decorar la Sala de Baco del Palacio Ducal de Sassuolo, pintando flores y frutas que enmarcaban los medallones pintados por el pintor francés. El mismo motivo decorativo se utiliza también en las "Cuatro estaciones", hoy conservadas en el Museo de Este y en la Pinacoteca Comunale de Bolonia. Su actividad como pintor dedicado a la naturaleza muerta y al paisaje va acompañada de una conspicua producción de retratos, género en el que emerge con fuerza su origen milanés en el estilo realista de tradición lombarda, sin descuidar la elegancia y suntuosidad de las imágenes de tradición romana, véneta y local, representadas por Cesare y Benedetto Gennari. En los retratos, destaca la investigación psicológica de las efigies, facilitada por su minuciosa capacidad de observación, pero también por la representación luminista, que le permite una excelente descripción de los ropajes. El cuadro examinado atestigua todas las cualidades atribuidas al artista, que acentúan la carga vital que emana de la joven representada, quien, por las hojas de hierba en pócima dentro del frasco de cristal colocado sobre la mesa, la varita y el libro en el que se adivinan fórmulas misteriosas, puede reconocerse como la figura de Circe. El estilo y el planteamiento formal, por otra parte, revelan la clara influencia de Guido Reni y Simone Cantarini, encontrando numerosas similitudes con otras grandes figuras de tamaño natural pintadas por el artista durante la Quinta Década y publicadas por Massimo Pulini. La obra va acompañada de un dossier crítico de Massimo Pulini. Bibliografía de referencia: M. Pulini Pier Francesco Cittadini, Santa Úrsula en Quaderni del Barocco, Ariccia Museo di Palazzo Chigi, 20 de diciembre de 2008 M. Pulini en La Natura e la Grazia. Raccolte riservate di grandi antiquari, catálogo de exposición editado por A. Giovanardi, Cesena 2012, pp. 70-71 M. Pulini, Le Nature vive di Pier Francesco Cittadini e una nuova identità per Carlo, en About Art online, 17 de mayo de 2020. M. Pulini, Pierfrancesco Cittadini paesaggista, en About Art online, 30 de mayo de 2020 M. Pulini, Pier Francesco Cittadini The Making Great and the Sacred, en About Art online, julio 2020
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(Milán, 1616 - Bolonia, 1681) Circe Óleo sobre lienzo, 88,5X71 cm Alumno de Daniele Crespi en Milán, Cittadini se trasladó a Bolonia a principios de la cuarta década, donde continuó su aprendizaje con Guido Reni hasta 1637. Oretti y el abate Lanzi lo describen destacando su polifacética capacidad para expresarse en diversos géneros pictóricos, produciendo fascinantes retratos, naturalezas muertas y delicados paisajes con la misma naturalidad, sirviéndose hábilmente de modelos flamencos, empleando módulos compositivos del clasicismo romano y, en las naturalezas muertas, adoptando los ejemplos lombardos de Evaristo Baschenis y Bartolomeo Bettera, consiguiendo sin embargo crear composiciones de notable originalidad. En 1645, el artista visitó Roma y entre 1650 y 1652 se dedicó con su hermano Carlo y Jean Boulanger a decorar la Sala de Baco del Palacio Ducal de Sassuolo, pintando flores y frutas que enmarcaban los medallones pintados por el pintor francés. El mismo motivo decorativo se utiliza también en las "Cuatro estaciones", hoy conservadas en el Museo de Este y en la Pinacoteca Comunale de Bolonia. Su actividad como pintor dedicado a la naturaleza muerta y al paisaje va acompañada de una conspicua producción de retratos, género en el que emerge con fuerza su origen milanés en el estilo realista de tradición lombarda, sin descuidar la elegancia y suntuosidad de las imágenes de tradición romana, véneta y local, representadas por Cesare y Benedetto Gennari. En los retratos, destaca la investigación psicológica de las efigies, facilitada por su minuciosa capacidad de observación, pero también por la representación luminista, que le permite una excelente descripción de los ropajes. El cuadro examinado atestigua todas las cualidades atribuidas al artista, que acentúan la carga vital que emana de la joven representada, quien, por las hojas de hierba en pócima dentro del frasco de cristal colocado sobre la mesa, la varita y el libro en el que se adivinan fórmulas misteriosas, puede reconocerse como la figura de Circe. El estilo y el planteamiento formal, por otra parte, revelan la clara influencia de Guido Reni y Simone Cantarini, encontrando numerosas similitudes con otras grandes figuras de tamaño natural pintadas por el artista durante la Quinta Década y publicadas por Massimo Pulini. La obra va acompañada de un dossier crítico de Massimo Pulini. Bibliografía de referencia: M. Pulini Pier Francesco Cittadini, Santa Úrsula en Quaderni del Barocco, Ariccia Museo di Palazzo Chigi, 20 de diciembre de 2008 M. Pulini en La Natura e la Grazia. Raccolte riservate di grandi antiquari, catálogo de exposición editado por A. Giovanardi, Cesena 2012, pp. 70-71 M. Pulini, Le Nature vive di Pier Francesco Cittadini e una nuova identità per Carlo, en About Art online, 17 de mayo de 2020. M. Pulini, Pierfrancesco Cittadini paesaggista, en About Art online, 30 de mayo de 2020 M. Pulini, Pier Francesco Cittadini The Making Great and the Sacred, en About Art online, julio 2020
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