Descripción
(Milán, 1623 - 1683) Descanso de la Sagrada Familia con Santa Isabel y San Juan Óleo sobre lienzo, 81X64,5 cm Procedencia: Colección privada Bibliografía: A. Busiri Vici, Giovanni Ghisolfi (1623-1683). Un pittore milanese di rovine romane, Roma 1992, p. 140, n. 95 Giovanni Ghisolfi debe considerarse el precursor de un gusto ilustrativo que sólo en el siglo XVIII y con Giovanni Paolo Pannini alcanzaría una extraordinaria fortuna coleccionista, consagrando el Capriccio como género pictórico autónomo. El artista nació en Milán y se formó en un ambiente familiar. Tras trasladarse a Roma hacia 1650, se benefició de la lección de Cortona y de su colaboración con Salvator Rosa, dedicándose a pintar paisajes y vistas arquitectónicas. Esta propensión paisajística y arqueológica revela pronto una vena clasicista intimista, marcada por elegantes equilibrios compositivos, que constituirá un precedente esencial para Pannini. Típico de su estilo es el modo en que construye secuencias de perspectiva y construcciones escénicas, aunque a menudo encontremos en su producción una calidad a veces desigual, dictada por la intervención de colaboradores o por precisas elecciones de mercado. La obra va acompañada de una ficha crítica de Ferdinando Arisi. Bibliografía de referencia: G. Sestieri, Il Capriccio architettonico in Italia nel XVII e XVIII secolo, Roma 2015, vol. II, pp. 112-181. II, pp. 112-181
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(Milán, 1623 - 1683) Descanso de la Sagrada Familia con Santa Isabel y San Juan Óleo sobre lienzo, 81X64,5 cm Procedencia: Colección privada Bibliografía: A. Busiri Vici, Giovanni Ghisolfi (1623-1683). Un pittore milanese di rovine romane, Roma 1992, p. 140, n. 95 Giovanni Ghisolfi debe considerarse el precursor de un gusto ilustrativo que sólo en el siglo XVIII y con Giovanni Paolo Pannini alcanzaría una extraordinaria fortuna coleccionista, consagrando el Capriccio como género pictórico autónomo. El artista nació en Milán y se formó en un ambiente familiar. Tras trasladarse a Roma hacia 1650, se benefició de la lección de Cortona y de su colaboración con Salvator Rosa, dedicándose a pintar paisajes y vistas arquitectónicas. Esta propensión paisajística y arqueológica revela pronto una vena clasicista intimista, marcada por elegantes equilibrios compositivos, que constituirá un precedente esencial para Pannini. Típico de su estilo es el modo en que construye secuencias de perspectiva y construcciones escénicas, aunque a menudo encontremos en su producción una calidad a veces desigual, dictada por la intervención de colaboradores o por precisas elecciones de mercado. La obra va acompañada de una ficha crítica de Ferdinando Arisi. Bibliografía de referencia: G. Sestieri, Il Capriccio architettonico in Italia nel XVII e XVIII secolo, Roma 2015, vol. II, pp. 112-181. II, pp. 112-181
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