Null Gustav Adolf MOSSA (Niza, 1883 - 1971)
Flora
Pluma y tinta parda, acuarela,…
Descripción

Gustav Adolf MOSSA (Niza, 1883 - 1971) Flora Pluma y tinta parda, acuarela, gouache 29 x 15,5 cm Sello del taller abajo a la izquierda Número en tinta encima del sello: 3618 Hacia 1902 Este dibujo, procedente de la familia del artista, ha sido autentificado por el profesor Jean-Roger Soubiran, especialista en la obra del artista. Hijo y alumno del pintor Alexis Mossa, Gustav Adolf fue una extraña estrella en el cielo del Simbolismo. Su fase creativa sólo duró unos quince años, correspondientes a su juventud. Durante este periodo, cultivó tranquilamente en su jardín interior alucinantes macizos de "flores del mal", pintando mórbidas leyendas donde triunfan la crueldad, la voluptuosidad y la muerte; preciosas imágenes como mosaicos bizantinos donde mujeres fatales con joyas en forma de calaveras se regodean en los montones de sus víctimas; donde los seres humanos parecen estar impregnados de vicio y esplendor. Tras este intervalo, que terminó con el estallido de la Primera Guerra Mundial, el artista volvió a la vida de notable provinciano y se convirtió en conservador del museo de Niza. De los primeros tiempos del artista, anteriores a esta imaginación macabra, nuestra acuarela refleja la influencia de Gustave Moreau, a quien Mossa descubrió en París en la Exposición Universal de 1900. Nuestra composición se asemeja a un cartel que Mossa diseñó en 1902 para promocionar la Costa Azul.

10 
Ir al lote
<
>

Gustav Adolf MOSSA (Niza, 1883 - 1971) Flora Pluma y tinta parda, acuarela, gouache 29 x 15,5 cm Sello del taller abajo a la izquierda Número en tinta encima del sello: 3618 Hacia 1902 Este dibujo, procedente de la familia del artista, ha sido autentificado por el profesor Jean-Roger Soubiran, especialista en la obra del artista. Hijo y alumno del pintor Alexis Mossa, Gustav Adolf fue una extraña estrella en el cielo del Simbolismo. Su fase creativa sólo duró unos quince años, correspondientes a su juventud. Durante este periodo, cultivó tranquilamente en su jardín interior alucinantes macizos de "flores del mal", pintando mórbidas leyendas donde triunfan la crueldad, la voluptuosidad y la muerte; preciosas imágenes como mosaicos bizantinos donde mujeres fatales con joyas en forma de calaveras se regodean en los montones de sus víctimas; donde los seres humanos parecen estar impregnados de vicio y esplendor. Tras este intervalo, que terminó con el estallido de la Primera Guerra Mundial, el artista volvió a la vida de notable provinciano y se convirtió en conservador del museo de Niza. De los primeros tiempos del artista, anteriores a esta imaginación macabra, nuestra acuarela refleja la influencia de Gustave Moreau, a quien Mossa descubrió en París en la Exposición Universal de 1900. Nuestra composición se asemeja a un cartel que Mossa diseñó en 1902 para promocionar la Costa Azul.

Valoración 600 - 800 EUR

* Gastos de venta no incluidos.
Consulte las condiciones de venta para calcular el precio de los gastos.

Gastos de venta: 26.8 %

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados