Null Dos monedas de plata griegas.
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Dos monedas de plata griegas.

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Dos monedas de plata griegas.

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Colección de 4 libros sobre terapias alternativas: 1 (Moxa). MOREL (Jean-Baptiste): Mémoire et observations sur l'application du feu au traitement des maladies; guérison d'une maladie du foie opérée par le moxa; suivis de vues générales sur la médecine, et de quelques préceptes en forme d'aphorismes. París, Le Normant, 1813. Un volumen. 12,5 por 19,5 cm. 315-(2) páginas. Medio morroco negro contemporáneo, lomo liso. Ejemplar en muy buen estado. Primera edición. Quérard VI-p. 302. 2. BACHER (Georges-Frédéric): Recherches sur les maladies chroniques, particulièrement sur les hydropisies, et sur les moyens de les guérir. París, Veuve Thiboust et Didot Le Jeune, 1776. Un volumen. 12 por 19,5 cm. (4)-XL-XV-(1)-724-(2) páginas. Encuadernación contemporánea en plena piel de becerro jaspeada, lomo acanalado en 5 cantos, tablas decoradas, triple borde dorado en las tapas, todos los cantos dorados. Hendidura de 5 cm en la parte superior del lomo, dos esquinas ligeramente desgastadas. Pequeñas manchas en el interior. Pp. 629 a 675: Catálogo de escritos sobre la hidropesía por orden alfabético de colecciones académicas y autores. Primera edición. Conlon 76: 669; Blake p. 26; Wellcome II-p. 81. "Bacher (Georges-Frédéric), médico, 1709-1798, se estableció en Thann, donde ejerció de 1741 a 1770 [...]. Se especializó [...] en el tratamiento de la hidropesía, que afirmaba curar con píldoras tónicas compuestas de 2/7 de eléboro negro, 2/7 de mirra y 3/7 de carbón bendito en polvo. El Dr. Bacher defendió el uso de sus píldoras en varias publicaciones publicitarias, la primera de las cuales data de 1767. En 1772, Bacher publicó la fórmula de su producto específico. (D.B.F. IV-p. 1074). 3 (Balneoterapia). FLEURY (Dr. Louis-Joseph-Désiré): Traité pratique et raisonné d'hydrothérapie. Investigación clínica sobre la aplicación de este medicamento al tratamiento de la congestión crónica del hígado, bazo, útero, pulmones y corazón; neuralgias y reumatismo muscular; clorosis y anemia; fiebre intermitente; desplazamientos del útero, histeria; anquilosis, tumores blancos, gota; enfermedades de la médula, afecciones crónicas del tubo digestivo, pérdida seminal, etc. París, Labé, 1852. Un volumen. 13 por 21,3 cm. VIII-568 págs. + 4 láminas h.t. (de ellas 1 plegable). Media rafia leonada contemporánea, lomo liso decorado, portada roja. Pequeña grieta en la parte superior del lomo. Algunas faltas de ortografía, una lámina restaurada sin faltas. Primera edición. 4. Recopilación de los diversos artículos impresos hasta la fecha, relativos al descubrimiento antipsórico de J. Mettemberg, [...]. Algunos de ellos describen sus éxitos, confirmados por experimentos oficiales y un sinfín de pruebas de apoyo; los otros destacan los obstáculos que encontró y la forma en que los superó. París, L'Auteur, Ventôse an XIII = febrero de 1805. Un volumen. 12 por 19,5 cm. Paginación múltiple. Plena basana moteada contemporánea, lomo liso decorado, título en rojo, friso griego dorado enmarcando las tablas, bordes dorados. Un pequeño agujero en la parte inferior del lomo. Seis piezas. Detalles a petición. P. Labrude, Joseph Sigisbert Mandel (1749 - 1820) [...], uno de los más grandes farmacéuticos de Nancy de finales del siglo XVIII y principios del XIX. "El agua de Mettemberg o "quintaesencia antipsórica" es un medicamento secreto, de ahí el nombre de "remedio secreto", utilizado para tratar la sarna. Fue propuesto en 1794 (año III) por el antiguo cirujano militar Joseph Mettemberg. Este medicamento, de uso externo, fue muy utilizado y su autor gozó de un gran apoyo [sobre todo en los ministerios]. En 1801 o 1802, Mandel fue "abordado por un colega médico" que "sufría graves accidentes como consecuencia del uso externo de este medicamento específico". [...] En la reunión pública de la Sociedad de Sanidad del 2 de mayo del año X (21 de junio de 1802), en presencia del Prefecto de la Meurthe, presentó los resultados de sus análisis del medicamento y concluyó: "Con la mayor sorpresa descubrí que la base de este específico era uno de los más deletéreos, uno de los venenos más activos conocidos, el muriato de mercurio superoxigenado, hoy conocido como mercurio sublimado corrosivo". Mandel no se equivocaba sobre la toxicidad de este compuesto, hoy llamado cloruro mercúrico, lo que no impidió que el agua tuviera una larga carrera". (P. Labrude). Esta colección ilustra la polémica entre el inventor y sus detractores.

Reloj de sobremesa; Francia, finales del siglo XIX. Bronce bruñido y cincelado y porcelana esmaltada. Faltan piezas de maquinaria y algunos bronces están sueltos. Maquinaria firmada "Vassy Jeure Paris". Medidas: 68 x 50,5 x 14,5 cm. Reloj de sobremesa de bronce bruñido y cincelado con taza de porcelana esmaltada "Beau bleu" a la manera de Sèvres. La pieza se asienta sobre una base de pedestal dorada, inspirada en su diseño en motivos clásicos antiguos. Sobre la base se asientan dos figuras redondas que flanquean los laterales y representan a una pareja de niños. En el centro se alza la copa con base de bronce y cuerpo de porcelana adornado con dos cabezas de cabra a modo de asa, cada una de ellas en los laterales. La parte frontal del cuerpo alberga la esfera del reloj con números romanos en negro y agujas caladas de color dorado. Por último, la taza tiene un remate de bronce dorado. Este tipo de trabajo era muy común en la decoración interior de casas y palacios de la clase alta en el siglo XIX. Utilizadas para decorar estancias colocándolas sobre mesas, cómodas, etc., eran muy apreciadas tanto por la nobleza como por cierta parte de la burguesía (los que aspiraban a emular a la aristocracia, sobre todo) y se realizaban en prácticamente todas las escuelas artísticas importantes de la época. Sin embargo, las creaciones más valoradas fueron las francesas por varias razones. En primer lugar, por la calidad de su diseño, siempre inspirado en las innovaciones artísticas de la época y evitando la repetición excesiva, con una gran variedad de modelos extraídos de distintas fuentes (esculturas griegas, temas mitológicos, obras contemporáneas, etc.). En segundo lugar, por la calidad de los materiales empleados: porcelanas de gran calidad, bronces bien trabajados, de buena fundición y excelente dorado (técnicas que el propio gobierno francés tuvo siempre muy controladas para no rebajar su calidad ni, en consecuencia, la categoría de su producción), metales, maderas a veces talladas y policromadas, etc. Faltan partes de la maquinaria y algunos bronces están sueltos.

Pareja de candelabros; Francia, S. XIX. Bronce cincelado y bruñido con cuerpo esmaltado en porcelana. Medidas: 87 x 43 x 40 cm (x2). Pareja formada por dos candelabros de siete luces cada uno, todos ellos realizados en bronce combinado con porcelana al estilo Sèvres. Ambos tienen el mismo diseño que parte de una base redonda que se asienta sobre cuatro patas en forma de garra felina. La pieza de bronce termina con una decoración de hojas estilizadas y sintéticas. De la base parten apliques de bronce en forma de putti, que dan paso a las asas. El cuerpo central de formato periforme es de porcelana esmaltada en azul. Este tipo de obra era muy común en la decoración interior de casas y palacios de clase alta en el siglo XIX. Utilizadas para decorar estancias colocándolas sobre mesas, cómodas, etc., eran muy apreciadas tanto por la nobleza como por cierta parte de la burguesía (los que aspiraban a emular a la aristocracia, sobre todo) y se realizaban en prácticamente todas las escuelas artísticas importantes de la época. Sin embargo, las creaciones más valoradas fueron las francesas por varias razones. En primer lugar, por la calidad de su diseño, siempre inspirado en las innovaciones artísticas de la época y evitando la repetición excesiva, con una gran variedad de modelos extraídos de distintas fuentes (esculturas griegas, temas mitológicos, obras contemporáneas, etc.). En segundo lugar, por la calidad de los materiales empleados: porcelanas de gran calidad, bronces bien trabajados, de buena fundición y excelente dorado (técnicas que el propio gobierno francés tuvo siempre muy controladas para no rebajar su calidad ni, en consecuencia, la categoría de su producción), metales, maderas a veces talladas y policromadas, etc.