Escuela española o flamenca del siglo XVII. "San José con el Niño". Óleo sobre cobre. Marco de metal plateado. Con cristal. Medidas: 15,5 x 12 cm; 17 x 14 x 1 x 1 cm (marco). Hasta la Contrarreforma, lo más habitual era que la figura de San José permaneciera en un segundo plano, ya que no se le daba ninguna importancia teológica. Sin embargo, después de Trento, se recuperó su protagonismo como protector de Jesús durante su infancia, como guía durante su juventud, y como tal se le representa aquí. En contraste con la ternura, indefensión y candor de la figura infantil, San José se presenta como un personaje monumental, típicamente barroco, impresión que se ve reforzada por la composición piramidal de la imagen. Mediante esta forma de representación, el autor realza visualmente el papel decisivo como protector del padre putativo de Jesús.