Henri MANGUIN (Paris 1874-Saint-Tropez 1949)

La bahía de Saint-Tropez, 1924 Acuarela y lápiz sobre papel 23 x 30 cm Firmado abajo a la izquierda Manguin Agradecemos a Madame Claude Holstein Manguin la confirmación de la autenticidad de esta obra. ** Este lote se presenta como importación temporal "En dos palabras, Manguin pasó de la audacia del "fauve" a la sobriedad, a la moderación. Desde el final de la Primera Guerra Mundial, se encerró en el agotamiento de su propio estilo, despreocupado de las nuevas vanguardias. Además de la tranquilidad de una familia feliz, extendida a las relaciones privilegiadas de amistad, tuvo la suerte de cosechar éxitos con marchantes y coleccionistas. Los temas de su obra dan testimonio de este entusiasmo por la vida. Y si a menudo volvía sobre lo que ya había hecho, no era sin éxito [...] la figura florecía en la frondosidad de una naturaleza onírica: la mecedora (la siesta) simbolizaba, ya en 1905, los conceptos éticos y estilísticos que también motivaron a Cross, Cézanne, Matisse y Derain en el cambio de siglo. Henri Manguin nunca negó su ruptura con el fauvismo. A Georges Duthuit, que le comentó que los cuadros de esta época seguían dominando su obra en los últimos meses de su vida, le diría: "Fue por casualidad". Lucile y Claude MANGUIN, Henri Manguin, Catalogue Raisonné de l'Œuvre peint, Neuchâtel, Editions Ides et Calendes, 1980, p. 34.